Colombia: sin cese al fuego finaliza el último ciclo de diálogos entre el gobierno de Santos y el ELN
El ELN y el gobierno no logran cese al fuego bilateral
En un comunicado conjunto sobre la finalización del sexto ciclo de conversaciones en La Habana (Cuba) leído por Iván Mora, integrante de la delegación garante de Cuba en el proceso de paz entre Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se informó que las partes no lograron acordar un cese al fuego bilateral, pero se hizo énfasis en que hubo grandes avances en esta materia.
«La comunidad internacional y nacional valoró positivamente el cese al fuego bilateral, temporal y nacional que se desarrolló entre el 1 de octubre de 2017 y el 9 de enero de 2018. Concertamos construir sobre lo construido», se lee en el comunicado.
«Las delegaciones trabajamos intensamente para acordar un nuevo cese al fuego; avanzamos en la precisión de los elementos necesarios para sentar las bases de un nuevo acuerdo, quedando pendiente concertar otros que permitirán su implementación y hacer más efectivo el trabajo del Mecanismo de Veeduría y Verificación», dijo Mora.
El comunicado advierte que si bien no llegaron a acuerdos completos sobre partición de la sociedad y cese al fuego, el camino recorrido hacia ellos fue significativo. “Tenemos la certeza de que al persistir con voluntad y compromiso facilitaremos un impulso decisivo hacia el desarrollo de la agenda de diálogos”.
Los dos temas principales que se trataron en este último ciclo de conversaciones en La Habana y del Gobierno de Juan Manuel Santos fueron el cese al fuego bilateral, temporal y nacional, y el diseño del proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz. De esta manera, le corresponderá al presidente electo Iván Duque decidir sobre la continuidad de los diálogos con esta guerrilla.
Comunicado Conjunto No. 16 / Declaración política del Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional al término del Sexto ciclo de #DiálogosPorLaPaz. pic.twitter.com/Pzry3mXZrq
— Equipo Paz Gobierno (@EquipoPazGob) 1 de agosto de 2018
“En la participación de la sociedad para la construcción de la paz logramos definir sus fundamentos. Concertamos que será transversal y articulará los puntos de la agenda: democracia para la paz, transformaciones para la paz y víctimas. Tendrá un carácter amplio, plural, transparente e identidad propia”, agregó el garante.
De acuerdo a lo informado, se estudiaron otros elementos del diseño de la participación como su carácter y alcance, la conformación de una instancia nacional que ayude a la mesa en el desarrollo de la participación, una metodología, la estructura del desarrollo de los dos carriles de la participación, las garantías de seguridad y un cronograma y tiempos para los ejercicios a desarrollar.
“A lo largo de sus seis ciclos de trabajo la mesa ha logrado afianzar el respaldo de la comunidad internacional, representada en los países garantes (Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela), los que conforman el grupo de países de apoyo y acompañamiento a las conversaciones (Alemania, Holanda, Italia, Suecia y Suiza), y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas”, señala el comunicado.
Ambas partes agradecieron la participación de la Conferencia Episcopal de Colombia y las distintas organizaciones de la sociedad civil colombiana en el proceso .
Por su parte, de acuerdo a lo compartido en las redes sociales del senador Roy Barreras, uno de los facilitadores enviados por el Gobierno para acelerar los diálogos de paz con el ELN el pasado fin de semana, no se habría podido concretar un cese al fuego bilateral.
«ELN no supo leer coyuntura de transición política. Fue un error su negativa a condiciones de cese. Exigimos no más secuestro, atentados y hostilidades y así también lo hará sin duda nuevo gobierno. ¿Qué ganaron aplazando esas decisiones? Ojalá no pierda espacio la paz por este error», escribió Barreras en Twitter.
Iván Duque tiene la llave para pactar cese bilateral con el Eln, dice Santos
La continuidad de las conversaciones de paz con la guerrilla del Eln, en La Habana, Cuba, aún es incierta. Este miércoles, cuando se esperaba que las delegaciones tanto de ese grupo armado como del gobierno anunciaran un cese del fuego bilateral, la noticia terminó siendo la misma con la que pareciera culminar cada ciclo de diálogos: buenas voluntades para avanzar pero ningún resultado concreto para que ello se dé. Al final, no hubo acuerdo entre las partes y ahora quedará en manos del próximo gobierno, el de Iván Duque, el futuro de lo que ocurra con esa organización rebelde.
Esa es la percepción que, al menos, tiene el mandatario saliente, Juan Manuel Santos, a quien le quedan escasos seis días para maniobrar y revertir lo no pactado por las delegaciones de paz de lado y lado. En ese sentido, el presidente Santos advirtió desde Santa Rosa (Bolívar) que para lograr un cese bilateral con el Eln se requiere de la decisión de su sucesor. “La ONU, con mucha razón, dijo que querían ver si el nuevo gobierno está de acuerdo con seguir estos protocolos y este procedimiento”, dijo Santos refiriéndose a que sería ese organismo el encargado de hacer veeduría al cese.
En ese sentido, anunció que el jefe de la delegación conformada por el Ejecutivo, Gustavo Bell, estará de regreso en las próximas horas al país y se sentará con él para construir un informe en el que conste el estado actual de la mesa de paz. “Y vamos a entregar ese documento para que el nuevo gobierno decida cómo prosiguen en algo muy importante, que es lo que yo llamo la paz completa”, agregó Santos. Lo que sí aclaró es que en Cuba, las partes están muy cerca de firmar lo pactado y que sólo restaría un 10% para iniciar el cese bilateral del fuego, en aras de continuar con los diálogos.
Santos recalcó que, en todo caso, ya quedaron listos los protocolos precisos para pactar el cese, según había quedado estipulado en las últimas horas en La Habana. No obstante, señaló que gran parte de la decisión para avanzar estaba en manos de la ONU y de la misma guerrilla, para dar vía libre al procedimiento que se usaría para verificar la cesación del uso de las armas y otras prácticas criminales, como el secuestro o la extorsión. De hecho, el presidente reconoció que en el primer cese hubo problemas porque se desarrolló sin los protocolos necesarios.
“Los protocolos nos exigen, primordialmente, los verificadores y en este caso Naciones Unidas, que nos dijo que no podían volver a participar en un proceso de cese al fuego si no tenían muy claro su papel como verificadores (…) Ahí había una serie de dificultades y, en el fondo, este tema le correspondía más a la ONU que al gobierno”, señaló Santos. Insistió, no obstante, en que sería contraproducente pactar un cese del fuego sin contar con el aval del nuevo gobierno y sin conocer de fondo su intención de continuar dialogando con la guerrilla en Cuba.
Finalmente, recordó que de este punto depende la participación de la sociedad civil en las conversaciones de paz, tal y como quedó establecido en la agenda de diálogos pues sin ello, dijo Santos, no se podía garantizar la seguridad de las comunidades que adhirieran a las conversaciones. “Por eso, el cese al fuego se convirtió en uno de los puntos importantes para seguir avanzando. Hicimos todos los esfuerzos para lograr ese cese al fuego que nos permitiera continuar con el punto que tiene que ver con la participación de las comunidades en el proceso”, agregó.
Ahora, quedará en manos del gobierno entrante, Iván Duque, definir el futuro de las conversaciones de paz con la guerrilla. Un punto difícil de predecir dadas sus constantes críticas no sólo a este proceso de paz sino al desarrollado con la hoy desarmada guerrilla de las Farc. El propio Duque ha advertido que si no se cumple una serie de condiciones que él pide, no continuará con la mesa en la isla. Entre ellas, concentración de la guerrilla en un punto específico, verificación internacional, cese de hostilidades y establecer un tiempo perentorio para las conversaciones. ¿En qué cederá?
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