Argentina: el senado rechazó el proyecto de ley de legalización del aborto

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Argentina: el senado rechazó el proyecto de ley de legalización del aborto

Por Redacción Nodal

En Argentina el aborto seguirá siendo ilegal. El senado rechazó el proyecto de ley que despenaliza la interrupción ilegal del embarazo. Por 38 votos negativos contra 31 votos a favor, los senadores decidieron mantener en la ilegalidad los abortos que, más allá de la amenaza penal, son realizados cada año y en la clandestinidad por medio millón de mujeres. De acuerdo al actual ordenamiento legal, la mujer que aborte puede ser condenada penalmente, salvo en los casos de peligro de vida para la mujer, imposibilidad de vida extra uterina o violación.

El proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), había recibido media sanción en la Cámara de Diputados el pasado 14 de junio. El texto de este ordenamiento fue desarrollado a partir de la propuesta del colectivo por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y con los aportes realizados luego de más de dos meses de consultas y debates.

Desde marzo, mes en el que el presidente Mauricio Macri anunció que habilitaría su debate en el Congreso, la discusión por el aborto legal cobró dimensiones sin precedentes en los medios, las instituciones y la esfera pública. En las últimas semanas sorprendió la repercusión internacional que tomó el debate que se daba en Argentina. Amnistía Internacional publicó un aviso que ocupaba la contratapa completa del diario New York Times, en la edición del día martes, donde utilizaba el color verde que identifica a la campaña argentina. Movimientos de mujeres en América, Europa, Asia, África y Oceanía se manifestaron a través de modos diversos con el pañuelo verde, símbolo de la lucha de las mujeres argentinas. Esta semana se realizaron cerca de 40 pañuelazos en distintas ciudades del mundo para apoyar la votación favorable en el Senado argentino.

Con una vigilia que comenzó en la noche anterior, manifestantes tanto a favor como en contra de la legalización del aborto se congregaron en las inmediaciones del parlamento. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito dispuso tres escenarios y carpas con actividades desde la mañana. A pesar del frío y la lluvia intermitente, personas de todas las edades y de múltiples provincias del país se mantuvieron expectantes al debate hasta entrada la madrugada de este jueves.

La trascendencia regional

La región no estuvo exenta de la “marea verde”. El pedido por el aborto legal en América Latina no es solamente el reclamo por condiciones seguras y salubres para la interrupción voluntaria del embarazo, sino también por la descriminalización de las mujeres y personas gestantes por estos motivos. La clandestinidad del aborto, además, dificulta el acceso a cifras oficiales que permita conocer la realidad. El tabú es tal, que en algunos países ni siquiera existen cifras estimativas sobre la cantidad de mujeres ingresadas a hospitales por complicaciones como consecuencia de abortos insalubres.

En Colombia, el diario El Espectador afirmó en su editorial previo a la votación que “Los países maduros se han dado el permiso de entender el aborto como una situación que debe estar desprovista de fanatismos; un problema de salud pública que debe ser enfrentado si se quiere hablar de igualdad. Los senadores argentinos pueden dar ese paso y ayudar al resto de América Latina a seguir el ejemplo ya dado por Uruguay y Ciudad de México”

Por su parte el periódico La Prensa de Honduras destacó la participación de las jóvenes en sostener la lucha por sus derechos: “Aunque las adolescentes y jóvenes han sido motor de las manifestaciones, los mayores también están movilizados”.

“Paliacate verde al cuello, las mujeres se apoderaron del monumento a La Corregidora para externar su respaldo a la legalización del aborto en Argentina”, cuenta el diario de Querétaro en México. Mientras tanto el conocido OGlobo de Brasil publicó dos artículos bajo los títulos de “Marchas en Brasil apoyan la legalización la legalización del aborto en Argentina” y “Más temprano o más tarde, la legalización del aborto en Argentina será ley”

El mapa del pañuelazo internacional por el aborto legal

El debate en el Senado

El debate se extendió a lo largo de más de 15 horas y más de 60 senadores hicieron uso de la palabra. Quienes se opusieron a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo sostuvieron, en la mayoría de los casos, la convicción de que la vida humana existe desde el momento mismo en que el óvulo es fertilizado. A partir de esta certeza, que fundaron en convicciones personales, el aborto importa la muerte de una persona, pues aquel embrión es un humano ya desde el primer momento de la gestación. El senador porteño Federico Pinedo aseguró que «legalizar el aborto es desconocer el carácter de persona humana del niño por nacer”

La senadora Cristina López Valverde, de la provincia de San Juan, justificó su voto negativo en que “la sociedad a la que yo represento, tal vez porque sea conservadora, está en contra de la despenalización del aborto. Lo indican las encuestas, y yo lo he podido percibir en cada rincón de mi provincia”. Unas horas antes, trascendió que López Valverde había declarado no haber leído el proyecto de ley que se votaría, ya que no había tenido tiempo.

Varios senadores que votaron en contra del proyecto, afirmaron que el aborto es un fracaso de la sociedad, y por lo tanto el Estado debe trabajar en el desarrollo de políticas públicas capaces de evitar que se produzcan embarazos no deseados.  Sin ninguna propuesta concreta, los senadores conservadores sostuvieron que a partir de mañana deberán encarar la tarea de legislar para lograr eso que llevaría, en un futuro ideal, a la inexistencia de embarazos. Algunos senadores agregaron que se deberán crear instrumentos que permitan acompañar a las mujeres a completar su embarazo, obviando que esas mujeres que abortan no desean llevar a término esos embarazos, ni desean ser madres.

En respuesta a esta posición, la senadora chaqueña María Inés Pilatti Vergara sostuvo que “todos se llenan la boca con que hay que evitar el aborto a cualquier precio. Pero ¿saben qué? Eso es poesía pura. Quiero ver si en el interior profundo de mi provincia se pueden conseguir profilácticos para que las mujeres, las jóvenes, las niñas no queden embarazadas. Dejemos de ser hipócritas, solo en la provincia del Chaco el año pasado 1880 mujeres fueron atendidas en el hospital público por derivaciones con gravísimas consecuencias por abortos clandestinos y 9 de ellas murieron. ¿Vamos a seguir haciéndonos los distraídos y seguir hablando del status quo ideal? ¿Mientras tanto qué? ¿Vamos a seguir practicando el aborto clandestino y que se sigan muriendo mujeres?”

Por su parte el senador Carlos Caserio, representante de la provincia de Córdoba, que propuso modificaciones en dos artículos respecto de los plazos para realizar el aborto y las objeciones de conciencias, se preguntó “¿qué cambia después de rechazar esta ley? ¿Qué será mejor a partir de mañana con este rechazo?”.

Otra de las objeciones de los opositores a la norma propuesta consistía en que en la legalización del aborto se oponen dos derechos: el del “niño por nacer” y el de la capacidad de la mujer para decidir libremente y no sostener un embarazo no deseado. A pesar de reconocer que este es un derecho, en todos los casos, consideraron que debe primar el primero de ellos, aun cuando la condición de un embrión como “niño por nacer”, es cuanto menos incierta o difusa.  A esta lógica expuesta en varios discursos, la senadora tucumana Beatriz Mirkin respondió: “¿qué somos las mujeres, sólo vientres?». “Esto es así”, afirmó el senador Fernando Solanas, “porque sostienen un modelo de una mujer infantilizada, una mujer incubadora”.

Varias senadoras destacaron la presencia de más de un millón de mujeres jóvenes en las calles reclamando por la sanción de la ley. La edad de los senadores que se opusieron al proyecto se contraponía con la juventud de las millones que escuchaban con sus pañuelos verdes. En ese sentido la legisladora Pilatti Vergara sostuvo: “Nosotros no estamos legislando para nosotros, sino para ellos. Y tal vez los jóvenes del presente tiene otros valores y otros paradigmas que los de los jóvenes de nuestra generación”. Norma Durango, senadora por la provincia de La Pampa, habló de las mujeres con pañuelos verdes bajo la lluvia, en los alrededores del Congreso: «Están gritando por un cambio. Debemos ser capaces de escucharlas. Salga hoy la ley o no salga, nada será igual en la Argentina»

Quienes apoyaban y quienes se opusieron también coincidieron en una afirmación, que la legalización del aborto será ley en un futuro. Aun votando por la negativa, el senador misionero Maurice Closs afirmó que “Más tarde o más temprano el aborto va a ser legalizado”. En el mismo sentido la senadora chubutense sostuvo que » Señores senadores: no seamos conservadores, qué estamos esperando, esto a la larga o a la corta va a ser ley». Del mismo modo se expresó la senadora y ex presidenta Cristina Fernández, quien pensando en el tiempo de la vida y de su familiar, expresó su certeza de que en 15 años, cuando su nieta tenga 17, este derecho de las mujeres será una ley.

Más allá del resultado de la votación, durante esta histórica jornada, como fue a lo largo de todos los meses de debate e instancias parlamentarias, los feminismos latinoamericanos observaron el proceso argentino con atención: por las características del proyecto presentado y el debate que implicó en la esfera pública, el feminismo argentino marcó un precedente difícil de revertir.


Una masiva concentración feminista pulsó el ritmo, dispuesta a continuar hasta que el proyecto sea ley

La bien llamada Revolución Feminista sigue echando por tierra arraigados conceptos de la opresión machista, en este caso el de “zona liberada”, siempre ligado a hechos oscuros y violentos. Ayer, la vigilia verde liberó una zona del centro porteño con cánticos, esperanzas y futuro, más allá de lo que decidieran en el recinto del Congreso los integrantes de la Cámara de Senadores a la hora de votar el proyecto de ley de aborto legal, seguro y gratuito que tiene la media sanción de Diputados. Desde 9 de Julio hasta más allá de Ríobamba, desde más allá de Corrientes hasta más allá del límite fijado por la Avenida de Mayo, la marea feminista llenó esas calles y todas las intermedias con iniciativas que deberían ser tomadas muy en cuenta por todos los poderes públicos, desde el presidente Mauricio Macri hasta los más altos dignatarios de la Iglesia Católica.

“Hay un machista en la Casa Rosada que quiere a las mujeres todas calladas… Macri gato legaliza el aborto”, cantaban chicas de entre quince y veinte años, que marchaban bajo una llovizna molesta como los antiderechos. Otras de la misma edad, o menos, gritaban en la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña, bajo la misma lluvia que parecía una maldición celestial: “Aborto legal y que los curas se vayan a laburar”. A diferencia de la manifestación evangelista del sábado, en las calles donde brotaba el verde todo era movilización, desacato, pero también respeto: “Compañeras, compañeres, por favor, no hagamos caso a las provocaciones, nuestra lucha es pacífica, tenemos la razón de nuestro lado, dejemos que la mentira y la violencia la ejerzan los que no quieren que tengamos derechos”, repetían una y otra vez las conductoras desde el escenario instalado en 9 de Julio y Avenida de Mayo, por el que pasaron artistas feministas de todo el país.

La avenida que une la Plaza de Mayo con el Congreso estaba copada por pancartas, banderas, pasacalles instalados desde la noche anterior por los grupos feministas, los partidos políticos y los sindicatos. “Iglesia y senadores no jueguen con nuestras vidas”; “Sin aborto legal no hay Ni Una Menos”; “Hoy hace falta la Agencia Télam”; “Sobre mi cuerpo decido yo”. Desde uno de los escenarios –se instalaron tres sobre Avenida de Mayo–, un grupo bailantero de Tucumán, integrado por mujeres, enviaba su mensaje de diversidad y alegría: “Todas las lesbianas que levanten los brazos, llegan Las Macumbias con el tijeretazo”. La frase siguiente del tema de presentación estuvo dirigido a “las no lesbianas” para que también levantaran los brazos “porque esta es una fiesta para pasarla bien”. La frase, simple, directa, era la síntesis de una fiesta multitudinaria que promete “seguir hasta que el poder machista y patriarcal nos reconozca cada uno de nuestros derechos”.

Uno de los grupos más celebrados fue Modestia Aparte, una murga de Rosario, al estilo uruguayo, integrada por mujeres, que le cambia la letra a viejos y populares tangos, que reciben un refrescante baño feminista que limpia las asperezas machistas originales. Andrea, la directora del grupo rosarino, le dijo a PáginaI12 que comenzaron a trabajar juntas en 2012 y tuvieron su bautismo en el Encuentro Nacional de Mujeres que se hizo en esa ciudad en 2016. Andrea señaló que más allá de lo que decidan los senadores, “todo lo que estamos haciendo las mujeres es un triunfo que trasciende la votación en el Congreso porque lo más importante es que estemos unidas y por eso para mí este es un día histórico”.

Agregó que cualquiera sea la suerte del proyecto por el aborto legal, “el movimiento de mujeres ha sabido de logros, de conquistas, pero también de no logros, pero vamos a seguir yendo por nuestros derechos todas las veces que haya que ir porque lo que estamos viendo hoy acá es maravilloso y no tiene precio, todas las mujeres juntas, los varones acompañando, esto nos da fuerza para seguir más allá de lo que pueda decidir el Senado”. La actuación de las chicas de Rosario fue aplaudida por un grupo de trabajadores de la planta embotelladora de Coca-Cola del barrio porteño de Pompeya, con pancartas “contra el despido de ocho trabajadores, que pensamos que es el comienzo de despidos masivos”.

Entre las manifestantes había muchas adolescentes y niñas de corta edad. Mily había llegado de la mano de una amiga de sus padres, procedente de la ciudad de La Plata. Entrevistada por este diario, sorprendió con la madurez de su reflexión sobre un tema como el del aborto legal, que ha puesto en tela de juicio la sensatez de muchos adultos. “Al principio, cuando supe lo del aborto legal, yo pensaba que tenía que ser sólo para las chicas que hayan sido violadas, pero luego me puse a investigar y me di cuenta que yo no tengo por qué decidir sobre lo que tiene que hacer una chica con su cuerpo”. La “investigación” de Mily la llevó a venir a la marcha con su pañuelo verde al cuello y su cara “llena de brillitos” del mismo color.

Magdalena, de 54 años, vecina de Dock Sud, con dos hijos, militante de la Campaña por el Aborto Legal, sostuvo que “la lucha que estamos sosteniendo hoy las mujeres es una lucha de clases, porque queremos terminar con el patriarcado, que es terminar con este capitalismo salvaje que quiere borrar con todos nuestros derechos, como mujeres, como trabajadoras y trabajadores, como país. Hoy estamos de pie y vamos a seguir de pie porque estamos unidas más allá de nuestras diferencias”.

La paraguaya Josefina Ramírez, nacida en Asunción, llegó al centro porteño desde Ituzaingó, donde vive con su esposo argentino y sus cinco hijos. A los 48 años se mantiene “muy activa porque por suerte estoy en un país donde las organizaciones sociales no están ayudando mucho a comprender que tenemos derechos por los que luchar, como mujeres, como personas, porque en mi país no pude tener, en mi juventud al menos, la posibilidad de participar como lo hago en estos momentos”. Josefina se vino con dos de sus hijas, Lourdes y Mariana, de 14 y 16 años, “que me han ayudado a crecer, aunque usted no lo crea, porque ellas están estudiando, están militando en organizaciones sociales y me han hecho entender que es necesario salir a la calle, reclamar y aquí estoy”. La charla termina con risas y abrazos con otras mujeres que la fueron rodeando, al escuchar su acento guaraní, su fuerza, su alegría, una felicidad expresada con risas y lágrimas.

Una pancarta sobre el cruce de Avenida de Mayo y Lima, afirmaba que “los gritos del 8A son también para expresar a las mujeres que ya no tienen voz”. Por eso están presentes, en las pancartas, en los mensajes, Lohana Berkins y Diana Sacayán, por eso desde el escenario se sigue reclamando la aparición con vida de Johana Ramallo, desaparecida en La Plata el 26 de julio del año pasado. La causa en la que se investiga el caso ha pasado por distintas fiscalías sin que se produzcan novedades, cuando se tiene la certeza de que puede haber caído en manos de una red de trata de personas.

También fue recordada, de manera especial, Ana María Acevedo, fallecida a los 20 años, con tres hijos y una familia que la apoyaba. Su muerte marcó un punto de inflexión en el sistema de salud santafesino, porque los médicos le negaron la realización de un aborto terapéutico, contemplado en la legislación vigente, que en su caso era imprescindible para que pudiera recibir un tratamiento de quimioterapia. Al poco tiempo, el cáncer le provocó la muerte.

Página 12


Cuándo y cómo podría volver el proyecto de aborto legal al Congreso

El Congreso vivió una jornada histórica este 8 de agosto, más allá del resultado final de la votación del proyecto Interrupción Voluntaria del Embarazo. Como los Senadores no aprobaron el pliego que llegó con media sanción desde Diputados, la legalización del aborto en Argentina deberá esperar. Tal como establece el Artículo 81 de la Constitución Nacional, si una votación resulta negativa habrá que esperar al menos hasta el año siguiente, en este caso 2019, para volver a presentarlo: «Ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año».

El año que viene será un año electoral. En caso de que no se trate el mismo 2019, el debate sobre la legalización del aborto será tratado con una composición distinta tanto en la cámara de Diputados como en la de Senadores. Las ocho provincias que deben elegir sus senadores son: la Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Salta, Santiago del Estero, Chaco, Neuquén y Río Negro.

De las 24 bancas que se renovarán en el Senado, doce serán de legisladores que votaron en contra, once a favor y una abstención. O sea: la composición no cambiará demasiado pero queda por verse qué tan atravesada estará la campaña electoral y la decisión a la hora de votar después del profundo debate que se generó en la sociedad en los últimos meses en relación a la legalización del aborto.

En la cámara de Diputados, donde el proyecto se aprobó por apenas cuatro votos en la mañana histórica del 14 de junio pasado, el recambio será más marcado para aquellos que votaron a favor del proyecto. Se cambiarán 130 bancas, de las cuales 71 fueron diputados que votaron a favor, 57 en contra, una abstención y un ausente.

Así quedará la Cámara de Diputados el 10 de diciembre de 2019, sin tener en cuenta las elecciones:

Así quedará el Senado de diputados el 10 de diciembre de 2019, sin tener en cuenta las elecciones:

Tiempo Argentino

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