El papa Francisco reconoce: »Hemos abandonado a los pequeños»

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«Vergüenza y arrepentimiento» del papa por abusos: «Hemos abandonado a los pequeños»

El papa Francisco, a nombre de la Iglesia, reconoció «vergüenza y arrepentimiento» por no actuar frente a los abusos sexuales a menores por parte del clero, en una carta abierta al Pueblo de Dios publicada este lunes tras el informe revelado por la Corte Suprema de Pensilvania, Estados Unidos.

«Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas. Hemos descuidado y abandonado a los pequeños», aseguró el pontífice.

El Vaticano supo desde, al menos, 1963 de los abusos sexuales que sufrieron más de 1.000 menores de edad por parte de 300 religiosos durante siete décadas en Pensilvania, lo que fue revelado durante la semana pasada por exhaustivo informe judicial de la Corte Suprema de ese estado.

En la misiva, Jorge Bergoglio comentó que «en los últimos días se dio a conocer un informe donde se detalla lo vivido por al menos mil sobrevivientes, víctimas del abuso sexual, de poder y de conciencia en manos de sacerdotes durante aproximadamente setenta años».

«Si bien se pueda decir que la mayoría de los casos corresponden al pasado, sin embargo, con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen y nos obligan a condenar con fuerza estas atrocidades, así como a unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte; las heridas ‘nunca prescriben’. El dolor de estas víctimas es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado. Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar o, incluso, que pretendieron resolverlo con decisiones que aumentaron la gravedad cayendo en la complicidad», aseveró.

Recalcó que «mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse».

«El dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor, por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad», manifestó.

«Nos hemos demorado en aplicar sanciones tan necesarias»

Además, indicó que «nos hemos demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias, pero confío en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro».

«Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión», expresó el papa.

El portavoz del Vaticano, Greg Burke, comentó la carta abierta al Pueblo de Dios de Francisco, aclarando que la misiva es tanto para Estados Unidos como Irlanda y también para Chile.

«Es significativo que el Papa se refiera a los abusos como un crimen, no solo un pecado. El Papa lo subraya, las heridas nunca prescriben», aseguró.

Recalcó que «el Papa Francisco dice que se necesita urgentemente que los culpables rindan cuentas. No solo quienes cometieran esos crímenes, sino también aquellos que los cubrieran, lo cual, en muchos casos, incluye a los obispos».

Ante ello, el vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro, sostuvo que la disposición de los obispos chilenos es a colaborar y que la prioridad son las víctimas.

«Pensando que muchas de las víctimas están en el anonimato todavía es que la actitud de los pastores hoy es una sola posible: Colaborar con la justicia para que su daño, el daño que han recibido sea esclarecido. Luego viene la determinación de la justicia y en Chile, así como hay un derecho canónico que obliga al obispo y al superior religioso a tomar medidas, todos los ciudadanos chilenos estamos obligados a cumplir la ley chilena y los abusos sexuales están tipificados», aseveró.

Tras las palabras del papa, uno de los denunciantes del caso maristas, Jaime Concha, pidió acciones y no sólo declaraciones de perdón.

«Lo que uno echa de menos es que esas palabras de rechazo se acompañen de acciones concretas. Creo que en el caso chileno ya ha pasado el tiempo suficiente para que avancemos más en las heridas más profundas», sentenció.

Cooperativa


Víctimas de abuso sexual eclesiástico realizan velatón en la Catedral de Santiago

Víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la iglesia católica chilena se manifestaron este lunes frente a la Catedral de Santiago para exigir justicia, sensibilizar a la sociedad y desterrar definitivamente el «cascarón de silencio» impuesto por las autoridades eclesiásticas en todo el mundo.

Con velas encendidas en representación de la verdad que ilumina el camino de las víctimas y con flores por aquellos que aún sufren en silencio, decenas de personas se sumaron a la proclama «Otra iglesia es posible».

Estamos presentes «porque todavía hay muchas personas que no pueden hablar, hay personas que han sido silenciadas por el abuso, silenciadas por el trauma, silenciadas por la jerarquía de la iglesia», dijo a la AFP Juan Andrés Murillo, víctima de abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.

«Este año se ha marcado por una ruptura de ese cascarón de silencio, hay muchas victimas, cientos de miles de víctimas a lo largo del mundo, que están sacando la voz», advirtió Murillo, uno de los pilares de la lucha en Chile por desbaratar décadas de impunidad.

Murillo destacó la carta publicada este lunes por el Vaticano. En la misiva, el papa Francisco condenó «las atrocidades» cometidas por sacerdotes en Pennsylvania, Estados Unidos, contra más de 1.000 niños.

Asimismo, el activista subrayó que la justicia chilena llamará a declarar al arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, imputado por encubrir abusos sexuales de otros sacerdotes. La declaración de Ezzati, prevista en primera instancia para el martes, se pospuso para una fecha aún sin determinar.

«Que él (Ezzati) tenga que sentarse en el banquillo de los acusados para nosotros ya es un triunfo y una validación por parte del Estado del sufrimiento que muchos han tenido que cargar en silencio durante años», concluyó Murillo, que junto a otras víctimas chilenas fue recibido en el Vaticano por el pontífice.

Por su parte, Helmut Kramer, integrante de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, advirtió que «no es suficiente seguir escuchando la palabra perdón, lo que sí, esperamos desde el Vaticano y desde la iglesia, que entreguen toda la información que tienen» a la justicia.

La catarata de denuncias de abusos sexuales cometidos por sacerdotes ahondó la crisis de la iglesia chilena.

La semana pasada, la fiscalía realizó allanamientos en oficinas del clero de ese país en busca de información que agilice las causas penales abiertas.

Hasta el momento son 73 personas investigadas judicialmente en 38 causas en curso que afectan a un centenar de víctimas, la mayoría de ellas menores de edad al momento de cometerse los crímenes.

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