Rodrigo Rivera, alto Comisionado para la Paz de Colombia: “Ojalá el próximo gobierno sepa cuidar de esta paz”
Por Olga Patricia Rendón M.
El alto Comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, espera que, en democracia, el próximo Gobierno entienda la magnitud de lo alcanzado por el de Juan Manuel Santos en materia de paz, y que no se dé ni un paso atrás en la construcción de la paz territorial. EL COLOMBIANO habló con él a pocos días de terminar su gestión.
¿Cómo cierra el Gobierno en materia de paz?
“Entregamos al país sin Farc, que como organización armada ilegal ya no existe. Gracias al Acuerdo de Paz se resolvió ese problema, se ha dado su tránsito hacia la vida civil, y se ha convertido en un partido político para hacer efectivo aquello que es el corazón del Acuerdo: cambiar las armas por las ideas”.
Se logró la dejación de las armas, pero ¿cómo va la implementación?
“Destacaría las primeras fases de implementación del Acuerdo, dentro de ellas la promoción de la reconciliación, de la proscripción de la violencia que estaba tan legitimada en la cultura de muchas regiones y la promoción de políticas de no estigmatización que nos permitan dar un salto cualitativo en la civilidad política del país”.
¿Cómo va la negociación con el Eln?
“Estamos haciendo un esfuerzo muy grande frente al Eln, que por supuesto, no demanda solamente la voluntad del Gobierno, también la del Eln, y eso es lo que la hace más difícil, pero creo que hemos tenido avances que en 50 años no habíamos tenido con esa guerrilla: el primer cese el fuego bilateral, verificado, que produjo alivios muy sustanciales en las comunidades de influencia del Eln, que tuvimos entre octubre del año pasado y enero de este, y una agenda pactada y en desarrollo, no para hablar por hablar sino para ponerle fin a ese conflicto y acabar con su violencia”.
¿Por qué no estuvo la figura del alto comisionado en la negociación con el Eln?
“Son decisiones que toma el presidente. Él ha integrado el equipo negociador con personas de muy altas capacidades y condiciones y yo, como alto comisionado, participo en la definición de la estrategia, pero la ejecución misma de la negociación la está adelantando este equipo”.
En cuanto a la implementación, ¿qué cree que quedó haciendo falta y que será tarea primordial del futuro Gobierno?
“Lo que se ha avanzado en los primeros meses de implementación es lo que yo llamaría los cimientos del edificio de la paz, que eran reformas constitucionales y legales básicas para crear una nueva institucionalidad que permita que el Acuerdo se pueda cumplir y proyectar, y las decisiones presupuestales para garantizar que en el marco fiscal de mediano y largo plazo esos 129 billones de pesos que va a costar la implementación del Acuerdo en los próximos 15 años estén adecuadamente reservados. Quedan faltando las capas que siguen: las decisiones sobre la política agraria, los temas de tierras tienen avances, pero la parte gruesa se tendrá que dar en los próximos años, el catastro multipropósito, reformas para hacer más productivo el campo colombiano, la aprobación y ejecución de obras en materias de vías terciarias y amoblamiento institucional en esas zonas rurales colombianas. Eso toma más tiempo”.
¿Por qué falta el 6 % de los miembros de las Farc por acreditación?
“Hemos acreditado 13.003 exintegrantes de las Farc, eso significa que han sido plenamente identificados, tienen su documento de identidad y han sido verificados con todas las agencias de inteligencia y seguridad del Estado, pero todavía quedan pendientes 347 postulados que están bajo observación y verificación porque han recibido alguna observación por parte de las agencias que hacen parte del comité técnico interinstitucional y estamos en la mesa técnica con Farc si ellos aceptan esas observaciones para excluirlos de la lista, y hay 482 nombres que todavía no han sido objeto del proceso de identificación, porque están pendientes de ser ubicados”.
¿Por qué se demora el proceso de quitarles los beneficios cuando reinciden?
“Ellos pueden ser excluidos de esos beneficios una vez haya una decisión judicial, y si no se toma una, siguen teniendo sus derechos”.
¿Tiene preocupaciones frente al nuevo Gobierno?
“Creo que el Acuerdo está muy balanceado, que tiene incentivos muy poderosos para que ambas partes lo cumplan. Confío en nuestro Estado de derecho, que hay instituciones, que la democracia es fuerte y que la masa crítica en favor de las decisiones que se han tomado es suficientemente poderosa y grande para mantener el rumbo”.
“Muy serio, franco, respetuoso, cordial, compartiendo como debe ser en un tema como este que es altamente estratégico para la seguridad nacional”.
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