Lenín Moreno aclara que no dispuso la salida de Assange de la embajada y dice que es «un problema heredado»

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Presidente Moreno no ha dispuesto salida de Assange de la embajada

El Gobierno de Ecuador, a través de la Secretaría Nacional de Comunicación, aclaró que el presidente de la República, Lenín Moreno, no ha dispuesto, en ningún momento, la salida del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de la embajada en Londres.

La aclaración es de unas declaraciones que hiciera el mandatario ecuatoriano durante una visita que cumple en España.

El comunicado oficial explica que, ante una pregunta acerca de cuál es la situación de asilo de Assange, en la que una periodista en España dice que «no se puede prolongar eternamente y que en algún momento habrá que darle una salida», el presidente Moreno respondió que «sí, pero que esa salida deber darse mediante conversaciones entre los gobiernos de Ecuador e Inglaterra».

«Si nosotros estamos hablando que el diálogo es el mejor mecanismo de acercamiento y entendimiento, hemos de ser nosotros los primeros en practicarlo», apuntó Moreno en su respuesta.

Las agencias recogen, incluso, que el mandatario sostuvo que el caso es asunto que se está tratando también con los asesores legales de Assange.

Según Moreno, «inclusive es hasta violatorio de los derechos humanos que una persona permanezca demasiado tiempo asilada».

Reiteró, no obstante, que «nunca» estuvo de acuerdo con que se intervengan correos privados para obtener y difundir información, por más valiosa que sea, sobre ciertos actos «indeseables» de gobiernos.

Moreno señaló que «no está dentro de la normativa internacional, ni dentro de nuestro deseo, ni de los deseos del señor Assange, permanecer refugiado toda la vida», indicando, por tanto, que en algún momento «tenemos que dar solución a este problema heredado».

Assange, que obtuvo la nacionalidad ecuatoriana en 2017, está requerido por la justicia de Estados Unidos y permanece refugiado en la embajada del Ecuador en Londres desde 2012.

El Telégrafo


Presidente Moreno no ha dispuesto salida de Assange de la embajada

La Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) aclaró este viernes en un comunicado oficial que el presidente Lenín Moreno «no ha dispuesto, en ningún momento, la salida de Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres».

La Secom precisó que ante una pregunta en Madrid acerca de cuál es la situación de asilo del fundador de WikiLeaks, en la que un periodista en España dice que «no se puede prolongar eternamente y que en algún momento habrá que darle una salida», el presidente Moreno respondió que «sí, pero que esa salida debe darse mediante conversaciones entre los gobiernos de Ecuador e Inglaterra. Si nosotros estamos hablando que el diálogo es el mejor mecanismo de acercamiento y entendimiento, hemos de ser nosotros los primeros en practicarlo».

Indica el texto que, además, el Primer Mandatario señaló el pasado 5 de julio, en un conversatorio con medios internacionales que: «nosotros somos respetuosos de los derechos humanos y la normativa internacional. Lo vamos a proteger en lo que a su vida se refiere».

También añadió que «no está dentro de la normativa internacional, ni dentro de nuestro deseo, ni de los deseos del señor Assange, permanecer refugiado toda la vida», indicando, por tanto, que en algún momento se tendrá que dar solución a este problema heredado.

El australiano, nacionalizado ecuatoriano en 2017, permanece asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 tras pedir protección a este país andino alegando temores por su vida luego que en 2010 hiciera una filtración masiva de cables de Estados Unidos.

El Gobierno ecuatoriano anunció en marzo de este 2018 la suspensión de toda comunicación hacia el exterior de Assange, por incumplir un compromiso escrito que asumió con el Gobierno a finales del año pasado para que no emitiera mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados.

Andes


¿Qué pasaría con Julian Assange si Ecuador le retirase el asilo diplomático?

Julian Assange llegó a la embajada de Ecuador en Londres hace casi seis veranos. Era, sin dudas, una semana con menos temperatura que la que se vive por estos días en la capital británica, catalogada como la más caliente desde 1976. Londres parece un sitio en ebullición por donde quiera que se le mire y no solamente por lo que marcan los termómetros.

A los desacuerdos del «brexit» y el cuestionado liderazgo de la primera ministra Theresa May, se suma ahora el tema de la posible salida de Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres, y todo lo que eso podría desencadenar.

El vicecanciller ecuatoriano, Andrés Terán, dijo que se conversa sobre el futuro de Assange a altos niveles. Ahora mismo, la cancillería ecuatoriana y el Ministerio de Relaciones Exteriores (Foreing Office) de Reino Unido están buscando un descenlace para la situación del ciberactivista.

Esta semana, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, visita Reino Unido para asistir a la Cumbre sobre Discapacidades. Las fuentes oficiales dicen que Moreno no vino a hablar sobre Assange, pero varias publicaciones de medios independientes, como The Intercept, aseguran que sí, y que la estancia de Julian Assange en la sede diplomática ecuatoriana se acerca a su fin.

Lo que le espera a Assange si sale de la Embajada de Ecuador
Si Ecuador retira el asilo diplomático a Assange, este deberá salir de la Embajada de Ecuador en Londres. Reino Unido nunca ha reconocido el asilo diplomático concedido a Assange por parte de Ecuador, simplemente se ha limitado a respetar los tratados internacionales en los que los Estados se comprometen a no entrar por la fuerza en embajadas de otros países en su territorio, pues son consideradas predios internacionales.

Cuando Assange ponga un pie fuera de la Embajada de Ecuador, sería arrestado de inmediato por violar las condiciones de fianza en las que se encontraba en 2012 cuando buscó refugio en la embajada. Este no es un crimen grave, podría resolverse con tres meses de cárcel y una multa. Luego podría quedar libre. Pero este es solo uno de los escenarios.

«Lo que preocupa a Assange y a sus seguidores es la posibilidad de que, una vez en custodia de las autoridades británicas, se reciba un pedido de extradición por parte de Estados Unidos.» De hecho, nadie sabe si eso ya ocurrió. No lo sabemos” dijo en entrevista con DW Mattew Happold, experto en Derecho Público Internacional.

Y hay motivos para sospechar que este pedido de extradición pueda estar en camino, o incluso ya en manos de autoridades británicas, sin que se haya hecho público. El actual secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, durante su mandato como director de la CIA, describió a WikiLeaks, el portal que lidera Julian Assange, como «un servicio de inteligencia hostil no estatal, a menudo instigado por actores estatales como Rusia». En 2010 Wikileaks publicó más de cien mil documentos clasificados relacionados con la guerra de Afganistán e Irak.

El largo y difícil camino de la extradición
Si finalmente apareciera en la escena esta ya famosa petición de extradición de Julian Assange por parte de Estados Unidos, esta pasaría entonces a las cortes de Reino Unido, y así empezaría un largo proceso en el que Assange podría apelar en todas las instancias. Un proceso que es bastante familiar para Julian Assange, pues siguió el mismo camino para desahacerse del pedido de extradición a Suecia, donde la Justicia lo buscaba por una acusación de abuso sexual a dos mujeres.

Pero para el profesor Happold, la situación sería diferente esta vez, simplemente porque los países involucrados serían Estados Unidos y Reino Unido, con un tratado de extradición vigente desde 2003.

Una vez el pedido de extradición esté en cortes británicas, habrían elementos que la defensa de Assange podría usar para impedir una extradición. «Assange puede, en su defensa, decir que está siendo requerido por delitos políticos y nadie puede ser extraditado por delítos políticos. Hay una excepción en la extradición para estos casos”, dijo a DW.

En todo caso, la petición de extradición recorrería un largo camino en las cortes británicas que duraría seguramente poco menos de dos años hasta llegar a la Corte Suprema británica, y luego Assange podría incluso presentar su caso ante la Corte Europea de Derechos Humanos. «Esa corte podría poner también en modo de espera la orden de extradición”, sostiene el especialista.

Un ecuatoriano asilado en la embajada de su propio país
Desde diciembre del 2017, Assange no es solo australiano sino también ecuatoriano. La entonces canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa optó por concederle la ciudadanía para, según ella, abrir el camino a la salida de Assange de la embajada de su país en Londres. Estratégicamente, las autoridades ecuatorianas presentaron a Julian Assange como miembro del cuerpo diplomático ecuatoriano ante las autoridades británicas, así, podría gozar de inmunidad diplomática y abandonar la embajada sin ser arrestado. Como era de esperar, Reino Unido negó las credenciales diplomáticas a Assange.

Pero ahora el ciberactivista australiano-ecuatoriano se convierte en un caso singular, casi único. Es un asilado en los predios de su propio país. Aunque, según Happold, «esto no cambia en absoluto su situación, puesto que cualquier proceso de extradición no está basado en nacionalidades sino en la jurisdicción del país al que se solicite y en los tratados vigentes.»

Final incierto
Aunque Ecuador insiste en que no se tiene a la vista una solución a corto o largo plazo para Assange, sí se ha notado un cambio en el tratamiento al ciberactivista dentro de la embajada en los últimos meses. En marzo se le cortó el acceso a internet y en mayo se le retiró la seguridad adicional con la que contaba y por la cual el gobierno de Ecuador recibió críticas, pues gastó alrededor de 5 millones de dólares en la protección de Assange.

Ahora bien: ¿cuán cerca está la salida de Assange de la embajada de Ecuador en Londres? Eso está aún por verse. Seguramente, ambos gobiernos buscarán el momento políticamente más oportuno para proceder.

De momento la «ola de calor” política que vive Reino Unido parece que no es el escenario más propicio para reavivar el caso Assange, un caso de grandes proporciones mediáticas e implicaciones políticas, si un proceso de extradición llegara a ponerse en marcha con May y Trump en el poder.

El Universo


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