El turismo ecológico avanza en Venezuela
Gracias a que el país cuenta con una naturaleza muy rica y diversa, conformada por montañas, llanos, selvas, lagos, ríos, médanos y playas de ensueño, se puede decir que Venezuela es un territorio ideal para realizar turismo ecológico.
Venezuela, además de ser una tierra de exuberantes y atractivos paisajes naturales dispuestos en menos de un millón de kilómetros cuadrados, posee una de las mayores reservas de biodiversidad en el mundo, determinadas en 43 parques nacionales, 36 monumentos naturales, 65 parques de recreación y un sinfín de áreas que se encuentran protegidas por su riqueza biológica, cultural y social.
Astrid Caraballo, geógrafa y promotora del turismo alternativo, expresó que en la ciudad de Caracas “tenemos una variedad de sitios hermosos para practicar el ecoturismo”, y resaltó que lo importante es que “los visitantes puedan disfrutar de la naturaleza sin destruirla, que conozcan diversos ambientes sin dejar una huella negativa en ellos y que visiten los espacios sin ensuciar o contaminar”.
Destacó también que el hecho de que muchos de los ecosistemas se encuentren destruidos, afectados o alterados por la intervención del hombre, se debe a la falta de consciencia o a la ignorancia en temas ambientales de las personas que buscan recrearse en estos espacios, pero también a la búsqueda desesperada de ganancias económicas de algunos promotores turísticos.
Algunos de los espacios de los que se pueden valer los caraqueños para potenciar el desarrollo ecoturístico en la ciudad capitalina y en sus adyacencias son: el Parque Nacional Waraira Repano, el Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela, los parques Alí Primera, Los Caobos, Ezequiel Zamora y el Generalísimo Francisco de Miranda, además de las playas del Litoral Central del estado Vargas. En todos estos lugares el visitante podrá aprender, mediante la interacción con los ecosistemas, a apreciar la naturaleza que le rodea y contribuir con el rescate de la flora y la fauna que se pueda encontrar degradada.
En aras de contribuir con la formación de una nueva cultura ecológica, es importante que los visitantes respeten los señalamientos de los caminos, no arrojen desechos durante su permanencia en los espacios naturales, protejan y se abstengan de extraer, maltratar o perturbar la flora y la fauna; eviten hacer fogatas y prescindan del uso de cocinillas a gas, para así evitar incendios forestales.
Acciones de conservación
Con el objetivo de garantizar la protección y la conservación del patrimonio natural, es indispensable implementar acciones que permitan rescatar el equilibrio de los ecosistemas.
Algunas de las actividades ecológicas que pueden organizarse al momento de visitar un espacio natural son: las jornadas de recolección de desechos sólidos, que permiten la recuperación de los espacios verdes, y las de reforestación, que contribuyen a crear refugios para la fauna, produce oxígeno, purifica el aire, evita la erosión de los suelos y ayuda a reducir la temperatura.
En procura de promover la educación ambiental y las actitudes y valores ecológicos en la población, otro de los aportes que puede realizar el visitante al acudir a un parque o área protegida, puede ser la elaboración y colocación de señaléticas que indiquen a qué distancia o en qué lugar se encuentra la persona, cuáles son las especies endémicas que observará en ese sector y que especifiquen las actividades permitidas y prohibidas en el pasaje.
Qué significa?
El turismo ecológico presupone la conciencia, la responsabilidad y el respeto del turista por el ambiente que le rodea, lo cual conduce a la consecuente y necesaria conservación de los recursos del espacio que visita.
El ecoturista debe sentir aprecio por la naturaleza, saberla valorar y a su vez demostrar sensibilidad no solo en cuanto a los aspectos escénicos o la biodiversidad del lugar en el que se encuentre, sino también ante la presencia y genuina expresión de las culturas locales, procurando siempre que el impacto ambiental que genere con su visita sea mínimo.
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