Ecuador, ¿de país soberano a sumiso? – Por Eloy Osvaldo Proaño

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Por Eloy Osvaldo Proaño*

Un giro económico y  político se está produciendo en Ecuador, de la mano de los medios de comunicación hegemónicos y las élites empresariales y políticas antinacionales, que promociona a la inversión extranjera directa (IED) como uno los ejes centrales de una supuesta reactivación económica, mientras se inclinan ante la injerencia de Washington en los asuntos internos del país.

 La realidad es que tras esta promesa de IED (tantas veces repetidas y desmentidas por la realidad en los gobiernos neoliberales) se esconde el retorno a los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), la liberalización y desregularización de la economía que, en definitiva significan pérdida de soberanía y mayores privilegios y ganancias a las transnacionales y los grupos de poder de siempre, en detrimento del bienestar de las mayorías.

El enfoque no es nuevo, ya que la Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Creación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal (Trole 3) fue aprobada, sustentada por este engaño en el que más IED y un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos resolverán los problemas.

No es casual que es nueva ofensiva de la derecha y de las trasnacionales haya sido acompañado por una visita del vicepresidente estadounidense Mike Pence, llena de propuestas y amenazas veladas. Para Washington, la inversión y un Tratado de Libre Comercio (TLC) no llegarán sin que antes el Ecuador haga lo que ellos plantean: condicionar al país; infiltrándose y manipulando la seguridad nacional, política exterior y la macroeconómica.

Lo cierto es que desde el 2002 al 2017, el 40% de toda la IED que llegó a Ecuador corresponde a la explotación minera y petrolera, que no permite ni facilita cadenas productivas; la maquinaria, los materiales e incluso la mano de obra son importados, lo cual deja poco o nada al Ecuador, reforzando el modelo extractivo en el que las naciones periféricas son explotadas por sus recursos naturales con alto costo para la naturaleza y sociedad.

El embajador estadounidense en Quito lo adelantó y lo refrendó Pence en su visita: para lograr el TLC, que busca el ministro de Comercio Exterior Pablo Campana, los inversionistas extranjeros (en especial las trasnacionales estadounidenses)  necesitan una “protección adicional”, lo que significa reinstaurar los TBI.

En palabras de Campana, “son básicos e importantes para lograr nuevas inversiones. Sin TBI difícilmente lograremos atraer inversión privada directa”. Una visión sumisa que significas la pérdida de soberanía.

Juan Paz y Miño, historiador y analista político, manifestó que la Ley de Fomento Productivo recientemente aprobada da cuenta del tipo de burguesía o empresarios que tiene el país, ligados a las Cámaras de Producción con mentalidad conservadora y no proyectiva para el Ecuador del futuro.“Contradice todo lo que se ha venido analizando en América Latina para cambiar el modelo”, añadió.

A propósito de la reducción de impuestos que apunta la normativa, el experto recordó que desde 1925 en adelante cuando se registran regulaciones tributarias, instituciones sociales y regulaciones de salarios, ha existido una constante resistencia del empresariado en este tema que solo busca intereses privados por sobre los públicos.

Paz y Miño indicó que los gobiernos que han cedido a las presiones del empresariado han tenido un resultado nefasto, en ese sentido ejemplificó con lo sucedido entre 1996  y 2006 donde los gobiernos de turno se subordinaron a los sectores neoliberales dejando a su paso un feriado bancario, siete gobiernos en tan solo diez años y tres de ellos derrocados. El analista cuestionó, asimismo, la falta de pronunciamiento de las organizaciones sociales que han sido coptadas por las líneas gubernamentales.

Con esta nueva normativa, las importaciones continuarán incrementando, mientras que las exportaciones no podrán igualar la tasa de crecimiento. Ya sucedió en Colombia: un informe del Centro de Trabajo de ese país detalla que desde la firma del TLC con EEUU las exportaciones han caído un 54,1% (2012-2016). Colombia pasó de tener un superávit comercial de 8.244 millones de dólares a un déficit de 1.414 millones.

Pence y la frontera norte

En Ecuador Pence anunció una donación de 1,5 millones de dólares para luchar contra la corrupción y reforzar a la sociedad civil, en una aspiración para “iniciar un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales”. El presidente Lenin Moreno mencionó coincidencias en temas de economía, comercio, desarrollo, seguridad y migración, y dijo que se acordó ampliar la cooperación para combatir el crimen transnacional en la frontera norte, donde “Ecuador captura toneladas de narcóticos cada año”.

Moreno pidió mejorar el acceso de productos no petroleros al mercado estadounidense con una reducción de aranceles,  Nada dijeron sobre las pretensiones del Comando Sur de EEUU de restablecer la base militar de EEUU en Manta.

La posición actual del gobierno ecuatoriano no es de amistad con Estados Unidos sino de sumisión”, enfatizó el exvicecanciller Kintto Lucas, quien agregó que en el régimen de Rafael Correa, Washington buscó firmar un acuerdo entre las dos cancillerías que les posibilitaba realizar cualquier tipo de intervención. Sin embargo el país no cedió a este tema por lo que el acuerdo constituye para su soberanía.

Los analistas coinciden en que hay dos temas fundamentales que quiere imponer EEUU: acciones conjuntas entre militares ecuatorianos y estadounidenses  y el tratado de Libre Comercio. Si bien el gobierno de Donald Trump se está cerrando a los mercados de Europa o China, sabe que con Ecuador la tiene fácil porque podrá imponer sus condiciones que le servirán únicamente a tres o cuatro empresarios como lo sucedido con el TLC con la Unión Europea, añadió Lucas.

El exvicecanciller destacó que tanto Colombia como Estados Unidos, quieren involucrar a Ecuador en un conflicto que no le pertenece, al cuestionar la actuación del Gobierno de Lenín Moreno sobre el problema fronterizo. El aún presidente colombiano, Juan Manuel Santos juega con su discurso al indicar, primero, que el problema de los secuestros está en Ecuador y luego confirma que los cuerpos de los periodistas ecuatorianos secuestrados están su país.

“Es un problema de ellos (Colombia) que nunca cubrieron la frontera y quieren que Ecuador se involucre en el conflicto”, reiteró Lucas al destacar que la respuesta del Gobierno de Moreno a su homólogo colombiano debió ser ofensiva, poniéndole –diplomáticamente- contra la pared.

“ Hay muchas cosas alrededor  (de la actuación de grupos narcotraficantes colombianso en la frontera norte ecuatoriana) y muchas cosas huelen a servicios de inteligencia y a servicios de EEUU que quieren involucrar a Ecuador, el cual parece estar perdido en el mundo distinto como si no conociera la historia”, explicó.

Lucas manifestó que el hecho de aceptar una intervención estadounidense provocaría que la gente de la zona se desplace para bombardear la frontera; “Y así terminaremos como México”, dijo el exvicecanciller al señalar que es obvio que el cartel de Sinaloa es el que maneja la zona norte del país.

(*) Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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