Colombia: 7 partidos conforman la “bancada de la paz” y presentan 14 proyectos de ley

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Oposición debuta en el Congreso con 14 proyectos

50 congresistas de 7 partidos de izquierda, que se declararon este viernes como “bancada de la paz”, hicieron su debut presentando 14 proyectos de ley que tienen que ver con reivindicaciones de orden social. 

Esta bancada está conformada por congresistas del Polo, Alianza Verde, UP, Mais, Farc, Lista de la Decencia y Colombia Humana.

Este grupo, en el que se encuentra el excandidato presidencial Gustavo Petro, será el principal bloque de oposición al gobierno del presidente Iván Duque.

Además de esta bancada, otros congresistas también harán oposición desde sus propios partidos, como es el caso de Jorge Enrique Robledo

, máximo líder del Polo, pero que no es parte sustancial de la llamada “bancada de la paz”, donde Petro podría tener un liderazgo.

Según cuentas del propio Petro, la oposición contará con 25 senadores, independientemente de si hacen parte de dicha bancada o no.

Serán nueve senadores de la Alianza Verde, cinco del Polo, cinco de la Farc, tres de la Lista de la Decencia (Mais y UP), dos de la circunscripción indígena y un senador independiente del partido de ‘la U’.

De hecho, este grupo de parlamentarios apoyó conjuntamente la candidatura de Antanas Mockus para la presidencia del Senado aun sabiendo que no tendrían mayorías para lograrlo.

“Mockus nos representa a todos los que estamos en actitud de oposición. Este es probablemente el primer gesto claro de que vamos a hacer esfuerzos por unificarnos en torno a nuestra oposición al gobierno de Iván Duque”, explicó Robledo.

Este bloque estará por primera vez en la historia cobijado por un estatuto legal que brinda beneficios a la oposición, como el derecho a la réplica tras alocuciones presidenciales, entre otros.

Además, la oposición tuvo varios actos simbólicos que denotan un tono enérgico y fuerte. Por ejemplo, Petro dijo que las 3 curules del movimiento cristiano Colombia Justa Libres son “producto de un fraude”, y la Alianza Verde dejó en el recinto carteles de la consulta anticorrupción, reclamando así desde el principio la bandera de esta iniciativa.

El Tiempo


El día en que las Farc llegaron al Congreso

El 20 de julio de 2018 pasará a la historia de Colombia como el día en que las Farc llegaron al Congreso de la República. Atrás quedó medio siglo de guerra contra el Estado, una docena de intentos de paz y los más de cuatro años de negociación política en La Habana, que dieron como resultado un Acuerdo Final de Paz, que incluyó un proceso de concentración y la dejación de armas y de adecuación normativa de lo pactado.

Ha pasado año y medio desde la firma del Acuerdo del Teatro Colón, luego del triunfo del No en el plebiscito refrendatorio. Desde entonces, el país ha visto cómo la guerrilla más antigua del continente se concentró en 26 zonas, dejaron las armas e iniciaron su tránsito a la vida civil y política. También se inició un traumático proceso para traducir las 310 páginas del Acuerdo en una docena de reformas constitucionales, cerca de 50 leyes ordinarias y centenas de decretos presidenciales. Este proceso atravesó un fuerte pulso en el que el gobierno Santos se jugó todo su capital político en altisonantes debates en el Congreso.

Finalmente, ayer, toda la tensión de esos episodios quedó atrás. La expresión esencial del Acuerdo de Paz, que el exnegociador del gobierno Humberto de la Calle caracterizó como “el cambio de las balas por los votos” se cristalizó en un sencillo acto: los representantes de las antiguas Farc —ahora convertida en fuerza política— llegaron al Capitolio Nacional para defender sus ideas a través de la palabra y en desuso de la violencia.

Los encargados de dar el paso definitivo fueron Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Losada, Victoria Sandino y Sandra Ramírez, en Senado; mientras que a la Cámara llegaron Marcos Calarcá, Jairo Quintero y Olmedo Ruiz. De las diez curules que el Acuerdo dispuso para la exguerrilla, sólo siete fueron ocupadas. Las tres curules restantes estaban destinadas para Iván Márquez, exjefe negociador de la insurgencia que se negó a tomar posesión del cargo tras asegurar que no tenía garantías; Jesús Santrich, quien no pudo presentarse al Legislativo por encontrarse detenido y vinculado a un proceso de extradición, y Bayron Yepes, quien por problemas de salud cedió su credencial a Sergio Marín. El principio de la negociación entre el Gobierno y las Farc fue que en esta guerra no había vencedores ni vencidos. Por eso, cada paso tuvo una simbología intrínseca. La dejación de armas de la exguerrilla, ocurrida en junio de 2017, simbolizó un triunfo para el Estado; mientras la llegada de los excomandantes al Congreso es la victoria política de la FARC. Y en esta simbología, el hecho de que sólo llegaran siete de los diez designados de la exinsurgencia al Legislativo es la expresión de las turbulencias que ha enfrentado el naciente partido, que ha visto incumplimientos en temas como la reintegración, el asesinato de varios de sus miembros y la modificación de algunos detalles del Acuerdo. Todo sumado fue el argumento para que Márquez dejara vacía su silla en el Congreso.

Pero no es la primera vez que el excomandante guerrillero deja su credencial botada. En los años 80 salió elegido representante a la Cámara por la Unión Patriótica, pero la avalancha de crímenes contra los militantes de la colectividad, que incluyó el asesinato de sus principales congresistas y dirigentes, motivó que Márquez regresara al monte. Han pasado casi 30 años e Iván Márquez, nuevamente, dejó su curul vacía. Esto sucede, precisamente, al mismo tiempo que se produce el regreso de la Unión Patriótica (UP) a los pasillos del Capitolio Nacional. Regresa 24 años después de aquel 9 de agosto de 1994, cuando las amenazas en contra del último congresista del movimiento, Manuel Cepeda Vargas, se materializaron con su asesinato. Ayer, Aída Avella tomó la investidura de senadora e izó las banderas del movimiento arrasado por la violencia de Estado.

La última vez que la UP hizo presencia en el Legislativo fue a través de Leonardo Posada Pedraza, Pedro Nel Jiménez, Pedro Luis Valencia Giraldo, Octavio Vargas Cuéllar, Bernardo Jaramillo Ossa, Henry Millán González, Jairo Bedoya Hoyos y Octavio Sarmiento Bohórquez, quienes se convirtieron, entre 1986 y 2001, en víctimas del exterminio que sufrió el movimiento político, un fatídico episodio de la historia nacional en el que las cuentas superan los miles de muertos. Por el Congreso también pasó Carlos Enrique Cardona, conocido con su nombre de guerra como Brauilio Herrera, quien ante la matazón en contra de la UP se fue a engrosar las filas de las Farc en la selva y, posteriormente, al exilio.

Así pues, el Congreso 2018-2022 se instaló con un episodio inédito en la historia reciente del país: el renacer de las fuerzas de izquierda en el Capitolio. Unas por el apoyo popular y otras por el Acuerdo de Paz. Pero, además, llegan justo cuando el uribismo regresa al poder con la promesa de reformar lo pactado y para compartir recinto con el expresidente Uribe, declarado enemigo de la exguerrilla y representante de la derecha colombiana.

El Espectador


Ernesto Macías, nuevo presidente del Senado

Con 81 votos a favor, el senador uribista Ernesto Macías fue elegido nuevo presidente del Senado. El político huilense tenía el camino expedito para dicha función luego que su contendora dentro del Centro Democrático, Paola Holguín, declinara en su aspiración.

Macías, nacido en Neiva, es comunicador social de la Universidad Cooperativa de Colombia, carrera que ejerció en la cadena radial AS del Huila y como editor general del Diario del Huila, entre los años 2004 y 2006.

También fue alcalde de Altamira (Huila) en 1980, concejal de Garzón de 1980 a 1990, secretario general de la Asamblea del Huila entre 1987 y 1988 y diputado entre 1992 y 1995. Llegó al Senado en 2014.

Por su parte, el Eduardo Pulgar fue elegido en la primera vicepresidencia y la senadora Angélica Lozano ocupará la segunda vicepresidencia del Senado con 71 votos a favor.

En cuanto a la Cámara de Representantes, resultó electo el político cucuteño Alejandro Chacón como presidente de dicha institución. Chacón es abogado de la Universidad Libre y tiene una maestría en Derecho Penal, representa además los intereses de la bancada mayoritaria en la Cámara, es del Partido Liberal.

Contexto y votos

Con la posesión de Ernesto Macías Tovar, del Centro Democrático, el partido del expresidente Álvaro Uribe, logró cumplir un objetivo que tenía aplazado desde hace cuatro años, manejar la presidencia del Senado de la República.

Y es que el triunfo de Macías Tovar -un veterano político del Huila nacido en 1956, que es además periodista- fue relativamente sufrido, porque hasta última hora tuvo una puja muy fuerte al interior de su partido con su colega Paola Holguín, quien declinó su postulación ante la imposibilidad de tener un consenso.

Macías, durante los últimos cuatro años, se convirtió en una de las voces más críticas que tuvo desde el Congreso de la República el saliente presidente Juan Manuel Santos. Es además muy cercano al jefe de su partido, Álvaro Uribe, como también al presidente Iván Duque, a quien apoyó desde el principio de su postulación en la consulta interna del uribismo.

Su triunfo, aunque no fue apretado, tampoco fue por mayoría absoluta. Alcanzó 81 votos frente a Antanas Mockus, quien fue el candidato de la oposición que tuvo 23 votos, además hubo un voto nulo.

El Colombiano

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