Brasil | Entregaron Electrobras, Embraer, el petróleo…¿qué excusas usarán para entregar el Acuífero Guaraní? – Por José A. de Lima Cardoso

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Por José Álvaro de Lima Cardoso*

Pasados ​​ya más de dos años del golpe de Estado, es evidente para una parte significativa de la población que los que tomaron el poder por asalto lo hicieron para entregar las riquezas, destruir derechos y aumentar el nivel de explotación de los trabajadores. Si no fuera éste un proceso golpista, ¿qué país abriría entregaría la explotación de una inmensa reserva de petróleo comprobado, listo para iniciar la producción y recaudar inmensas cantidades de divisas para el país?

¿Qué gobierno nacional en lugar de adoptar una postura soberana, se apresuraría a cumplimentar nada más que la agenda codiciada por las multinacionales del petróleo, que ayudaron a financiar el golpe? Una agenda que es bien conocida: apropiarse de las reservas de petróleo brasileño al menor costo posible y garantizar sus beneficios y el suministro de energía para sus respectivas empresas trasnacionales y países.

¿Qué gobierno, sino el que está al servicio de una potencia extranjera, trataría de vender el sistema eléctrico del país, estratégico desde todos los puntos de vista, y que es un verdadero tesoro como fuente de ingresos, que sólo puede dar pérdidas a causa de la corrupción o de una gran incompetencia gerencial?

¿Qué gobierno intentaría quemar un sistema que vale 370 mil millones de reales, como Eletrobrás, por menos del 10% de su valor? ¿Qué gobierno dejaría de usar su poder de veto para impedir que una de las más importantes empresas brasileñas, fundamental para el sistema de defensa del país como Embraer, se transforme en una división de Boeing, el gigante multinacional del sector aeroespacial: sólo un gobierno ¿enemigo de Brasil?

¿Entregar el Acuífero Guaraní?

Sin embargo, quizá nada consiga revelar a más nitidez la naturaleza del gobierno de Michel Temer que los fuertes y recurrentes, indicios de que los golpistas piensan en entregar a las multinacionales la mayor reserva subterránea de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní.

¿Qué argumentos utilizarán para donar uno de los mayores sistemas acuíferos del mundo, con un área total de 1,2 millones de kilómetros cuadrados? Por más confusos que se encuentren parte de los brasileños en este momento, la pregunta que pueden hacer es: ¿bajo qué alegato el país va a entregar gratuitamente más de un millón de kilómetros cuadrados de agua dulce a las multinacionales de los países ricos?

Aún más, si consideramos el hecho de que, al ritmo actual de consumo, las reservas hídricas del globo se reducirán un 40% para 2030, lo que deberá provocar una «guerra por el agua» en todo el mundo. Sería difícil alegar que se está entregando el Acuífero porque él está dando «perjuicio», o porque se trata de un sistema «ineficiente».

Todo esto es aún se complica más si se tiene en cuenta que EEUU y Europa enfrentan un grave problema de falta de agua, en función de la contaminación de la mayoría de los ríos estadounidenses y del Viejo Continente.

Estados Unidos, que coordina el golpe, bien sabe que no hay nación que pueda mantenerse dominante sin agua potable en abundancia, por eso también su interés en intensificar el dominio político y militar en la región, además del acceso al agua existente en abundancia. Ciertamente no es por casualidad que la cuestión del asalto a las riquezas nacionales está en el centro de las cuestiones políticas y económicas en Brasil de estos días.

Volver al mapa del hambre mundial

Según el Boletín de Empleo, del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socio-Económicos (Dieese) de julio de 2018, con la crisis económica aumentó el número de brasileños trabajando por cuenta propia. En 2017, cerca de 23 millones de trabajadores estaban en esa condición y de ellos, cinco millones se habían vuelto a su situación original hace menos de dos años.

Este análisis fue elaborado con base en los datos de la Pnad Continua (Investigación Nacional por Muestra de Domicilios) del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística). Según el DIEESE, los que ingresaron en la condición de trabajadores por cuenta propia, después de la crisis, presentan un rendimiento un 33% menor que aquellos que estaban más tiempo en ese tipo de ocupación.

Según el Boletín, el trabajador que se hizo cuentapropista tras la profundización de la crisis, ingresó en trabajos con menor protección social, con menos cualificación y con una remuneración más baja.

Hay un dramático proceso de empeoramiento del mercado de trabajo causado por la crisis económica, pero también por acciones deliberadas para reducir el costo de la fuerza de trabajo en Brasil, aliviando así los impactos de la crisis hacia el capital.

Al mismo tiempo que empeoran dramáticamente los indicadores del mercado de trabajo, los de pobreza y extrema pobreza también se agravan rápidamente. Un levantamiento de Action Aid Brasil (organización internacional que lucha por la igualdad y la erradicación de la pobreza) indica que entre 2015 y 2017 el país volvió al nivel de 12 años atrás en cuanto al número de personas en situación de extrema pobreza.

Brasil, que había salido del Mapa del Hambre de la ONU en 2014, en uno de los momentos más importantes del combate a la pobreza de la historia de Brasil, con el golpe de 2016 volvió a abandonar las políticas de protección social y deberá vergonzosamente retornar al citado mapa.

(*) Economista y supervisor técnico del DIEESE en Santa Catarina, Brasil.

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