Análisis de los consumos culturales de los argentinos
Consumos culturales: qué leen, miran y escuchan los argentinos
Por Mg. Héctor Ariel Olmos | Director de la Licenciatura en Gestión Cultural | UNDAV
Ante la Encuesta de Consumo Cultural 2017 publicada por el Ministerio de Cultura de la Nación, surgen gran cantidad de reflexiones.
Las dificultades económicas llevan a la retracción en el consumo de aquellas prácticas que demanden gastos -sobre todo en los sectores de bajos recursos-. De todos modos, no existe población alguna que no realice consumos culturales: habrá quienes no compren libros y aún ni siquiera lean o no vayan al teatro ni a recitales, pero asisten a alguna procesión religiosa, fiesta popular, ven televisión. De todas estas cuestiones “habla” la encuesta.
Comparada con el sondeo anterior realizado en 2013 se verifica:
1) un crecimiento exponencial del uso de Internet y en el soporte de teléfonos celulares -también el más utilizado para escuchar música-, sobre todo a medida que se desciende en las franjas de edad. El soporte permite la realización de varias prácticas a la vez. Ahí se ubica el mayor gasto mensual por consumo.
2) un descenso del 57% al 44% en libros. Los niveles más altos de lectura se dan asociados a la escolaridad y a los estudios universitarios con un 50% de autores argentinos. Géneros: historia y narrativas; sobre todo, en papel.
3) que en música, con un promedio de escucha diaria de 2 horas y 45 minutos, los géneros más escuchados son: rock nacional, cumbia, reggaetón, folklore, romántico/melódica y pop. Hay una acentuada disminución de concurrencia de los estratos bajos a recitales en vivo (16%) -de artistas argentinos en su mayoría-.
4) que asiste a bailes, bailantas, bares y boliches casi un 40% de la población. Sobre todo, jóvenes entre 18 y 29 años (68%).
5) que de los consumos culturales menos industriales o seriados, el más frecuentado es el circo (el 70% de la población visitó uno al menos una vez), seguido por los carnavales, las ferias y exposiciones artesanales (54%), las peñas musicales (48%) y las fiestas religiosas (35%).
6) una sensible disminución (40%) de la concurrencia a teatros y museos (hábito con mayoría de público femenino, de clase media alta y formación superior).
7) que la vertiginosa caída (37%) del cine por razones económicas y falta de tiempo se contrasta con las 3 horas y media por día de televisión -cable y aire, sumando You Tube y Netflix como hábitos en ascenso-.
Fuente-Universidad Nacional de Avellaneda