Las alternativas populares, como forma de lucha y transformación social
Los Pueblos nunca están quietos. En ellos nacen, se desarrollan, se transforman o mueren para dar lugar a algo nuevo, proyectos de diverso alcance.
La organización es condición sine quanon para que cualquier alternativa pueda sostenerse en el tiempo y cumplir sus objetivos. Pero ¿De qué hablamos cuando decimos alternativa?
Alternativa, etimológicamente, está formada por raíces latinas y significa “opción entre dos o más cosas”. Se refiere a aquella versión u opción disponible para escoger o seleccionar, siendo por lo tanto una parte fundamental en la toma de decisiones, ya que frente a una situación debemos reconocer si tenemos o no alternativas y qué implica cada una de ellas, que por lo general además de ser distintas son excluyentes
Cualquier alternativa definida desde las bases como todo proceso social, se cocina en un tiempo y un lugar determinado por condiciones materiales, culturales e históricas más amplias que el entramado de voluntades en cuestión. Es una trama de decisiones que se teje colectivamente en una cancha marcada por el contexto.
Y como tal, contiene y expresa intereses de clase. Los proyectos pueden ser una fuerza instituyente que cuestione el orden establecido o por el contrario, ser una fuerza conservadora del status quo.
En el ámbito económico, nos encontramos con la Economía Social y Solidaria (ESS), como un gran espacio de quiebre de la lógica del sistema dominante. Espacio donde confluyen infinidad de proyectos alternativos para la producción y la distribución de bienes y servicios. Ya no con el principal objetivo capitalista que es la permanente acumulación económica de aquellos que son dueños de los medios de producción. Sino, poniendo al ser humano en primer plano.
La ESS está definida por una serie de valores y principios de acción que colectivizan el trabajo, los ingresos económicos y las decisiones, que se toman democráticamente.
Un ejemplo de fuerza instituyente es la Feira Nacional da Reforma Agrária organizada por del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que se desarrolló recientemente en Brasil, del 3 al 6 de mayo de 2018. Esta fue la tercera edición del encuentro entre 1.215 productores organizados y consumidores. Convocó a 260.000 personas (90.000 más que en 2017) quienes pudieron adquirir a precio justo sus alimentos en el Parque da Agua Branca, Sao Paulo. El volumen comercializado alcanzó las 420 toneladas de alimentos, entre frescos y elaborados, ya que se pudo compartir más de 75 platos típicos brasileños. Junto con el alimento para el cuerpo hubo alimento para el espíritu, con la participación de 367 artistas populares. Además se podía encontrar artesanías, semillas y ropa.
No se trata exclusivamente de producir, comercializar y consumir. Objetivos que también se cumplen -fuera de la lógica del intercambio que privilegia la ganancia económica-. El gran encuentro popular es además una creativa manifestación dirigida al gobierno nacional de M. Temer, en defensa y reclamo del cumplimiento de la ley de la Reforma Agraria aprobada por el gobierno de Dilma Rousseff en 2011.
Milton José Fornazieri de la coordinación nacional del sector productivo del MST, afirmó que el desarrollo de la feria demuestra que la Reforma Agraria funciona, produciendo alimentos saludables y estableciendo una vía privilegiada de diálogo directo con la población que participa de ella durante los 4 días.
Al abrir este espacio de comunicación entre feriantes y consumidores sin los intermediarios habituales, la Feria constituye un ámbito de intercambio de información e ideas. Es además, expresión de valores identitarios del Movimiento tales como el cuidado y respeto por la tierra a través de prácticas agroecológicas y el repudio al agronegocio que explota, despilfarra y concentra los recursos naturales.
En la misma línea, como espacio de acción política, se desarrollaron seminarios con representantes de movimientos populares, la sociedad civil, instituciones y entidades para el abordaje de problemáticas como: democracia, alimentación sana en la educación escolar, biodiversidad, comercialización de productos de la Agricultura Familiar, políticas públicas, valor del agua, la salud universal y el uso de agrotóxicos en Brasil. Con énfasis en la cuestión de la militarización de Río de Janeiro, la persecución y asesinato de dirigentes y militantes sociales, como el reciente de la concejal Marielle Franco (PSOL).
No todos los proyectos alternativos son iguales. No todos buscan el mismo horizonte, no comparten necesariamente la visión de sociedad. La gran Feira Nacional da Reforma Agrária del MST en el Brasil de Lula preso, es parte de una fuerza amplia, organizada, alternativa, profundamente popular.