Ecuador: los cuerpos de los periodistas secuestrados en Colombia llegarán mañana al país
Cuerpos de equipo periodístico llegarán a Ecuador el 27 de junio
El Gobierno Nacional ratificó su compromiso de acompañamiento permanente en el proceso de repatriación de los cuerpos de los tres integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio, una vez confirmada su identidad, anunció el canciller José Valencia.
En rueda de prensa, el diplomático señaló que el traslado de los cuerpos desde Colombia a Ecuador está previsto para el próximo miércoles 27 de junio, en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Su arribo se producirá a las 10:00.
Valencia hizo extensivas las «profundas condolencias y sentimientos de solidaridad» por parte del presidente Lenín Moreno y el Gobierno a las familias, para quienes también solicitó respeto.
«Fue compromiso del presidente Moreno buscar que se esclarezcan estos hechos, y por tanto levantó la reserva de información», apuntó el Canciller.
Las autoridades colombianas concluyeron este lunes 25 de junio el «protocolo de verificación» de los cuerpos hallados la localidad de Tumaco y confirmaron que corresponden al periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), secuestrados y asesinados por un grupo disidente de las FARC al mando de alias «Guacho».
Los cadáveres fueron recuperados el jueves 14 de junio. Los exámenes forenses y el cotejo de ADN que permitieron identificar plenamente los restos se llevaron a cabo en Cali.
«Este horrendo crimen no va a quedar en la impunidad y muy tempranamente actuará la justicia para que se establezcan las responsabilidades correspondientes», sostuvo el fiscal general colombiano Néstor Humberto Martínez.
El equipo periodístico de El Comercio cayó en poder del grupo que dirige «Guacho», cuando realizaban un reportaje en la convulsa frontera donde operan bandas narcotraficantes.
Los tres fueron asesinados en cautiverio en Colombia, según anunció el gobierno ecuatoriano el 13 de abril. Los captores pretendían la excarcelación de allegados a «Guacho» presos en Ecuador, a cambio de la liberación de los rehenes.
En un comunicado, las familias de los comunicadores asesinados indicaron que la identificación de los cuerpos es el inicio del camino en la búsqueda de la verdad.
Familiares comenzaron proceso de repatriación de los cuerpos
Javier Ortega, Efraín Segarra y Paúl Rivas, integrantes del equipo periodístico de este Diario, volverán mañana (miércoles 27 de junio del 2018) a Ecuador luego de tres meses de su secuestro en Mataje, en Esmeraldas, y su posterior asesinato. Sus restos se encuentran ahora en la ciudad colombiana de Cali, a 350 kilómetros de la frontera.
Ayer 25 de junio del 2018, el fiscal General de Colombia, Néstor Humberto Martínez, confirmó que los cuerpos hallados el jueves pasado en una zona rural de Tumaco, en Colombia, corresponden a los tres trabajadores.
Este anuncio lo hizo desde las gradas de ingreso del Instituto de Medicina Legal de Cali, en donde se realizaron los exámenes forenses respectivos.
Con la confirmación, los familiares iniciaron inmediatamente el proceso de repatriación. A las 16:30, una funeraria local recibió los cadáveres del equipo periodístico. Un experto tanatólogo prepara los cuerpos para su retorno al Ecuador. El proceso tardará 24 horas.
Se tiene previsto que el traslado de los cuerpos a Quito sea a las 08:10 de mañana (miércoles 27 de junio del 2018), en un vuelo de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Allí también retornarán sus familiares y funcionarios ecuatorianos que los acompañaron.
En el ámbito judicial, Martínez señaló que la investigación penal continuará en Colombia. “He empeñado la palabra del Estado colombiano y de La Fiscalía para manifestarle a las familias que este horrendo crimen no va a quedar en la impunidad”, dijo el funcionario.
No dio más detalles sobre la muerte de los trabajadores, y explicó que no lo hace por respeto a las familias.
Junto al funcionario se encontraba Javier Andrade, abogado de las familias, quien resaltó el compromiso que había hecho el Fiscal colombiano durante una reunión previa que tuvo con los allegados.
Ese compromiso también incluyó el permitir el acceso directo a los expedientes judiciales y a todas las investigaciones realizadas sobre este caso.
Otra razón por la cual o fueron revelados más detalles es porque en Bogotá y en Quito se encuentran abiertas dos indagaciones reservadas. Entre tanto, el Fiscal adelantó que ya existe información sobre la identidad del cuarto cuerpo localizado junto con los tres.
Las investigaciones
Antes de la confirmación de las identidades, Andrade señaló a este Diario que el informe pericial sobre los cuerpos será trasladado a Quito, para que aporte a la investigación.
En el documento debe constar la identidad de los cuerpos, las causas y el tipo de muerte. Estos datos servirán para el proceso que se sigue y para obtener, en un futuro, una sentencia contra los autores de los crímenes.
Para los familiares, la confirmación de la identidad de los cuerpos era algo esperado. La noticia de su asesinato se conoció 18 días después del secuestro, a través de fotografías difundidas en redes sociales.
La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia señaló que los cuerpos localizados eran de los periodistas, antes de los peritajes. Esa declaración molestó a las familias y al Gobierno de Ecuador, que envió una carta de protesta a Colombia.
Con el hallazgo de los cuerpos, los familiares podrán despedirlos. La expectativa de poder llevarlos a casa genera sentimientos encontrados. “Me duele que le hayan quitado su futuro, que no podrá hacer periodismo, como tanto amaba. Pero ya podrá estar cerca, en su casa”, dijo Galo Ortega, padre del periodista, antes de la confirmación de los resultados forenses.
Para Christian Segarra, hijo del conductor, su mayor deseo después de conocer la muerte de su padre era poder abrazarlo de nuevo.
Las familias entregaron a la funeraria la ropa con la que despedirán a sus seres amados. En el caso de Javier, su madre compró una camiseta del Barcelona de España, equipo de fútbol que le apasionaba.
Por la tarde, los familiares emitieron un comunicado en el que dijeron: “Asumimos la confirmación (de las identidades) con profundo dolor y consternación por este repudiable crimen y por ello insistimos en nuestro pedido de no olvido, no impunidad, no repetición. Este secuestro y asesinato no puede formar parte de una lista de la normalidad, no puede ser naturalizado…”.
Los parientes, además, dijeron que la identificación de los tres cuerpos es el inicio de un camino en la búsqueda de la verdad. “Si bien uno de nuestros principales objetivos, desde el pasado 13 de abril, era el retorno de sus cuerpos al Ecuador para darles una despedida digna y a su altura, esto no constituye un cierre o el final de esta historia”.
Además, reconocieron “las acciones que se realizaron y que condujeron al hallazgo e identificación de los cuerpos”.
La reacción en Quito
Luego de que en Cali se confirmara la identidad de los cadáveres, en Quito se pronunció el canciller José Valencia. “La toma de rehenes y la muerte de civiles, en particular de comunicadores sociales como es el caso, es condenable desde cualquier punto de vista”, dijo.
Sobre la solicitud de una nota de protesta remitida a Bogotá por el mal manejo de la información, Valencia respondió: “Una cosa es ser informado de manera privada, mediante una llamada, de que hay la posibilidad de que se identifique un cuerpo, y otra confirmarla a través de las redes sociales. La protesta se encaminó a eso, a que las redes no son un canal, por respeto y también por seguir los procesos para informar a los familiares”.
Las autoridades colombianas dijeron que sí habían comunicado a las autoridades ecuatorianas el hallazgo de los tres cuerpos en Tumaco.
El Canciller pidió respeto y solidaridad con las familias. “Nos duele el asesinato de tres periodistas ecuatorianos. Una situación como esta ha unido a nuestro país en el pesar, en la tristeza. Y por tanto empezamos por solicitar el respeto y la solidaridad con las familias”.
El funcionario recordó que el presidente Moreno se comprometió a esclarecer “estos hechos” y que por ello “levantó la reserva de información”.
Según el Ministro, esto permitió “tener el resultado que tenemos ahora, que es triste, pero que confirma al menos el fallecimiento (…)”.
Familias de periodistas asesinados piden acceso a investigación
Las familias de los tres periodistas ecuatorianos, que fueron asesinados en límites entre Colombia y Ecuador y cuyos cuerpos fueron recuperados la semana pasada en Tumaco (Nariño), quieren contar con el compromiso de que el Gobierno colombiano investigará a fondo los crímenes y que no habrá impunidad.
Desde Cali, Javier Andrade, representante de las familias de las tres víctimas, solicitó, teniendo a su lado al fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, y quien viajó a la capital vallecaucana para confirmar las identidades de los tres extranjeros asesinados, que estas familias esperan poder conocer los avances de la investigación. La solicitud consistió en que: «Tengamos el acceso directo al expediente».
Las tres víctimas que pertenecían al periódico El Comercio, de Ecuador, y que fueron asesinados, luego de su secuestro el 26 de marzo de este año, eran Javier Ortega, el periodista de este medio de comunicación; el fotógrafo Paúl Rivas; y el conductor Efraín Segarra.
Andrade dijo, además, que se ratificaba el compromiso del gobierno de Ecuador en hacer un trabajo conjunto con el Gobierno Nacional, para aclarar los hechos para conocer toda la verdad de lo ocurrido.
A su vez, el fiscal Martínez señaló que se comprometía por el Gobierno de Colombia en no dejar estos asesinatos en la impunidad. El Fiscal confirmó en Cali las identidades de los tres cuerpos hallados en zona rural de Tumaco.
El defensor nacional del Pueblo, Carlos Negret, también estuvo el fin de semana en Cali y se reunió con las familias de los ecuatorianos en Cali. El Defensor solicitó rigurosidad en la identificación de los cadáveres, luego de que se conoció que las cartas de dentales de los cuerpos no fueron suficientes para confirmar en un comienzo, las identidades de estas víctimas.