Dos miradas sobre la crisis en Nicaragua
¿Rebelión o contrarrevolución Made In USA en Nicaragua?
Por Achim Rödner
Muchos se preguntan si los Estados Unidos están involucrados en las protestas estudiantiles del último mes en Nicaragua tratando de desestabilizar ese país. Los medios occidentales no escriben nada sobre el tema al mismo tiempo que escenarios similares se han presentado en Venezuela, Brasil, Cuba, Honduras, Bolivia y otros países en los que la izquierda ha hecho avances. En estos momentos tres estudiantes de Nicaragua realizan una gira por Europa y Suecia en busca de apoyo para su campaña. Al menos una de las estudiantes representa a una organización financiada y creada por los Estados Unidos.
Las protestas estudiantiles en Nicaragua se describen en los medios occidentales como protestas legítimas de los jóvenes nicaragüenses que espontáneamente se han unido para combatir a la supuesta dictadura. Seguramente hay muchos jóvenes que se han sumado a la lucha con esas ideas. Seguramente muchas personas aquí en Suecia se han sumado y apoyan esa lucha. Pero hay mucho que indica que no se trata solo de protestas espontáneas. Hay muchos indicios de la organizaciones dirigidas por los Estados Unidos esperaron el momento adecuado para crear el caos, exacerbar las contradicciones para desestabilizar al gobierno democráticamente electo de Nicaragua.
– Tenemos más de 2,000 líderes jóvenes en Nicaragua que inciden en la sociedad civil, dice la organización estadounidense Instituto Nacional Democrático (NDI, por sus siglas en inglés) en su página web.
Una de las tres estudiantes de gira en Suecia en estos momentos es Jessica Cisneros, activa en temas de integración y participación juvenil en los procesos políticos. Ella es miembro del Movimiento Cívico de Juventudes (MCJ). Esa organización es financiada, creada y parte del Instituto Nacional Democrático. El NDI es una organización que trabaja para cambiar la sociedad en otros países. La presidenta del NDI es Madeleine Albright, ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos. El Secretario General del MCJ, Davis José Nicaragua López, que aparece como fundador de la organización, también es coordinador del NDI en Nicaragua y activo en una serie de organizaciones similares en Nicaragua y El Salvador.
Extracto de la web del NDI: «El Movimiento Cívico de Juventudes (MCJ) ha sido parte de un proyecto del NDI que comenzó en 2015 con el fin de expandir el liderazgo de los jóvenes y su compromiso político aportando capacitación práctica en técnicas de organización de las comunidades. Varios de los miembros del grupo son graduados del programa de Certificación en Liderazgo y Conducción Política (CLPM, por sus siglas en inglés) que el NDI ha apoyado en conjunto con las universidades nicaragüenses y organizaciones de la Sociedad Civil».
Yerling Aguilera es de la Universidad Politécnica (UPOLI) de Managua y se ha especializado en investigaciones sobre la revolución y el movimiento feminista. También ha sido empleada y consultora del IEEPP en Nicaragua, que trabaja con el fortalecimiento de la capacidad de los actores políticos, estatales y sociales para un público mejor informado a través de servicios creativos e innovativos. IEEPP ha recibido apoyo de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) por 224,162 dólares entre 2014 y 2017.
Madelaine Caracas participa en el diálogo nacional que actualmente tiene lugar en el país. Además es activa en el movimiento feminista y ambientalista.
Los Estados Unidos aumentan su apoyo para cambiar la política de Nicaragua
Del año 2015 en adelante los Estados Unidos ampliaron su apoyo a Nicaragua, sobre todo por medio del apoyo a cursos de liderazgo y dinero para los jóvenes en las universidades, escuelas, ONGs y partidos políticos. Se han priorizado las organizaciones que trabajan con movimientos feministas y mujeres, derechos humanos y el medio ambiente. Esto escribe el NDI en su página web:
«Para asegurar que la próxima generación de líderes estará equipada para gobernar de manera democrática y transparente, desde el 2010 el NDI se ha asociado con universidades nicaragüenses y organizaciones cívicas para conducir un programa de liderazgo juvenil que ha ayudado a preparar más de 2,000 líderes juveniles actuales y futuros en todo el país. El NDI también ha contribuido a los esfuerzos de Nicaragua de aumentar la participación política de las mujeres e iniciativas para disminuir la discriminación contra las personas LGTB, así como compartido las mejores prácticas para el monitoreo de procesos electorales.» La injerencia extranjera en la democracia y las elecciones, ¿es buena para Nicaragua pero inaceptable para los Estados Unidos y Suecia?
También es interesante comparar lo que sucede en Nicaragua con lo que pasa en otros países. El NDI también trabaja en Venezuela, también allí con labores subversivas. La actividad de los EEUU y del NDI en América Latina se debe comparar con el debate sobre la injerencia de potencias extranjeras en los sistemas electorales de Estados Unidos, Suecia o Europa. Por ejemplo, ¿aceptarían esos países que Rusia forme y apoye organizaciones que capacitan líderes políticos en Suecia o Estados Unidos? Así describe el NDI sus actividades en Venezuela en su página web:
«El NDI comenzó a trabajar en Venezuela a mediados de los 1990s en respuesta a pedidos de intercambio de experiencias internacionales sobre enfoques comparativos de gobernanza democrática. Luego de cerrar sus oficinas en Venezuela en 2011, el NDI ha continuado, partiendo de solicitudes, ofreciendo recursos materiales a los procesos democráticos, incluyendo enfoques internacionales sobre transparencia electoral, monitoreo de procesos políticos y organización cívica y política. Además el Instituto promueve el diálogo entre los venezolanos y sus pares cívicos y políticos a nivel internacional sobre temas de interés mutuo.»
Presupuesto millonario en Venezuela – Expulsados de Bolivia
Organizaciones de EEUU trabajan con el desarrollo de la democracia y la injerencia extranjera en Nicaragua. Según su página web, el Instituto Democrático Nacional, NDI, tiene 2,000 líderes jóvenes en Nicaragua. La NED, Fundación Nacional para la Democracia, es otra organización que según sus propias versiones desde la década de los 1990s se ha dedicado a hacer la labor que antes la CIA hacía en secreto. Impulsa la desestabilización de otros países. La NED trabaja con una serie de otras organizaciones, medios, páginas web y ONGs en Nicaragua. Oficialmente, su apoyo a Nicaragua anduvo por los 4,2 millones de dólares entre 2014 y 2017. La USAID trabaja oficialmente con ayuda médica y contra catástrofes. Pero como el NDI y la NED apoya a una serie de organizaciones que trabajan con temas de mujeres, niños, medio ambiente y derechos humanos. En su página web escriben que quieren: «Promover la democracia capacitando a líderes jóvenes y emergentes y dándoles ayuda técnica para que fortalezcan la participación civil y mejoren la conducción local». No dicen la democracia de quiénes quieren fortalecer, si es la visión de la democracia de los EEUU y la CIA o la del pueblo de Nicaragua.
Anteriormente, la USAID trabajaba en Bolivia pero fue expulsada del país en 2013 cuando se constató que llevaba adelante actividades desestabilizadoras contra el país. En la misma redada resultó expulsada del país una organización danesa. Eso no quiere decir que esa organización necesariamente se dedicara a actividades ilegales, pero sí que trabajaba con una organización que recibía dinero de los Estados Unidos. La USAID también trabaja en Venezuela, y también ahí dice trabajar en el fortalecimiento de la «sociedad civil». Su presupuesto en Venezuela en 2015 era de 4.256 millones de dólares. Sus socios en Venezuela eran entre otros Freedom House y el NDI.
¿Quién creará cambios en Nicaragua? ¿Y será violentamente o por medio de elecciones?
La USAID, el NDI y la NED tienen una extensa actividad en Nicaragua, con miles de activistas capacitados para «cambiar la sociedad», cientos de ONGs, universidades y partidos políticos que reciben dinero y material para esas organizaciones. Los Estados Unidos participan en ese proceso y son sus intereses desestabilizar al democráticamente electo gobierno sandinista. Creer que los Estados Unidos no están involucrados en los disturbios en Nicaragua es una ingenuidad.
La situación en Nicaragua es grave y es necesario un diálogo por la paz. Los responsables de la violencia, los incendios criminales, los disturbios, la destrucción y los saqueos deben responder por ellos, tanto del lado de los manifestantes, como de los elementos crminales, los grupos políticos de jóvenes y los políticos responsables. Si como los dirigentes estudiantiles dicen, Daniel Ortega ha ordenado a la policía disparar a matar, adelante, que se juzgue al presidente. Y si han habido injerencia extranjera en los asuntos internos de Nicaragua, que los responsables de ello respondan, tanto de parte de los activistas en Nicaragua como de los políticos en EEUU.
Muchas cosas pueden cambiar para mejor en Nicaragua. Pero debe ser obra de los propios nicaragüenses y no de que el dinero y la agenda de Estados Unidos determinen los cambios.
Rebelión en Nicaragua y las entelequias de Achin Rödner (Especial para Nodal)
Por Mónica Baltodano*
El 30 de mayo, día de la Madre en Nicaragua, mientras más de medio millón de nicaragüenses marchábamos detrás de las Madres de Abril, que agrupa a las madres y familiares de los asesinados por el régimen de Daniel Ortega entre abril y mayo, Achim Rödner escribía un artículo titulado Nicaragua: ¿Rebelión o Contrarrevolución Made in USA?
Seguramente mientras finalizaba el artículo, las fuerzas de Ortega disparaban contra la marcha, asesinando en el acto a 11 jóvenes más, y dejando más de 70 heridos, mientras en otros departamentos ejecutaban otras 6 vidas inocentes como parte de la dantesca represión que ha bañado en sangre a este pequeño país de 6 millones de habitantes.
En su escrito Rödner concluye de manera interesada y simplista, que las protestas de los jóvenes son auspiciadas por organizaciones de los Estados Unidos, y presenta como prueba, que una de las muchachas del movimiento estudiantil, estuvo entre quienes recibieron seminarios de liderazgo juvenil financiados por la National Endowmet for Democracy (NED).
¡Cuánta pobreza argumental! Por ninguna parte de su “brillante disertación” dedica ni una sola línea a hablar de los más de cien muertos entre ellos varios niños, miles de heridos, centenares de muchachos capturados, torturados y desaparecidos, crímenes que Ortega ha cometido en solo una jornada de protestas, que comenzaron apenas el 18 de abril.
Para nuestro “escribano” y sus fantasías, pareciera que fue la NED y estos organismos del imperio, los que mataron a los nicaragüenses con disparos certeros a su cabeza, para provocar la ira popular. Para él pareciera que fueron ellos, los imperialistas los que entraron a la Universidad de Ingeniería y registrando aula por aula, terminaron asesinando a muchachos indefensos, cuyas únicas armas eran sus ideas, su aspiración por la recuperación de la autonomía y la dignidad. En su afán por defender a Ortega muestra su desprecio por nuestra gente y los estudiantes sacrificados. A nuestro escribano poco le importa que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Amnistía internacional y Human Rights hayan certificado que en Nicaragua el gobierno usó la policía, francotiradores y grupos de choque – cuerpos de civiles armados- , para disparar a matar, cazando como animales a jóvenes que simplemente protestaban.
Se hace el desentendido con las agresiones a los medios de comunicación, que fueron cerrados o incendiados, y no analiza por ningún lado qué tipo de políticas públicas ejecutaba el régimen. Si lo hiciera, si tan sólo tratara de indagarse, entendería de dónde viene la decisión de millones de nicaragüenses, no solo de estudiantes, que están resistiendo. Miles de campesinos de Zelaya Central, Chontales, Boaco, que tenían ya 4 años de marchar contra la concesión canalera más entreguista de la historia de Nicaragua, ahora tienen más de un mes haciendo tranques, bajo sol y lluvia, a lo largo de cientos de kms de carretera. Los pobladores de los barrios marginados y de los municipios, hasta los más alejados, marchan diariamente. En Masaya los aguerridos indígenas de Monimbó y la población mantienen sin armas, el control del Municipio. En Managua, en los primeros días cayeron también jóvenes marginados, y son los pobladores de los barrios los que marchan sin cesar, junto a los estudiantes, y quienes construyen las barricadas para las defensas de los recintos estudiantiles tomados. Todos ellos son la base de esta protesta, que comenzaron los estudiantes y que se ha extendido a todos los estratos de la población nicaragüense. Resulta ridículo y hasta ofensivo para el pueblo que se quiera vincular este poderoso y autónomo movimiento de los de abajo, a unos cursitos de liderazgo.
Fueron los crímenes, Sr. Rödner, los que hicieron que el pueblo entero, no solo se levantara, sino que decidiera que un gobierno que ordena a sus represores a disparar a matar no tiene por qué seguir en el poder. Por eso de la protesta se pasó a la resistencia cívica más envolvente de nuestra historia nacional.
El Sr. Rödner parece ignorar, que esta explosión social se produjo inicialmente contra una reforma neoliberal de la seguridad social, y contra un gobierno que durante estos 11 años ha sido considerado por el FMI y el Banco Mundial y por el propio gobierno de los Estados Unidos como un modelo a seguir por sus éxitos económicos, por su alianza con el gran capital, por sus facilidades – entreguismo del país- a las transnacionales extranjeras para quienes Nicaragua es un paraíso, por su mano de obra barata, porque no cobra impuestos al gran capital, por las facilidades para repatriar sus ganancias, por la impecable interlocución con un gobierno opresor de sus trabajadores. En un país donde las huelgas están prohibidas o simplemente son declaradas ilegales, y los obreros que se rebelan son mandados a la cárcel, como ocurrió con 7 de ellos que aún tienen casa por cárcel.[1]
Daniel Ortega ha sido para los Estados Unidos, un socio al que de vez en cuando le gusta hacer uso de la retórica antiimperialista, pero en la práctica, en los hechos, era un paladín de las políticas del imperio: de la desregulación comercial, de los tratados de libre comercio y fiel cumplidor de las políticas migratorias y de seguridad de los Estados Unidos. En ningún otro país Centroamérica el gobierno se ha atrevido a matar migrantes cuyo destino era esa nación del Norte, o detener sin miramientos a miles de cubanos, africanos, y sudamericanos en su frontera con Costa Rica, para congraciarse con el norte, como lo ha hecho Daniel Ortega
No les gusta a los oficiosos escritores de turno que defienden la dictadura de Ortega que en Nicaragua, en donde hicimos una revolución armada para derrocar al dictador Somoza en 1979, ahora nos levantemos en una verdadera insurrección cívica, enarbolando las mismas banderas confiscadas: libertad, justicia, derecho a la libre movilización y la protesta, derecho a tener elecciones libres y transparentes, libertad de información, y la oportunidad de construir una sociedad con nuevas reglas, sin corrupción, sin ventajas para las élites, donde tengamos derecho a rechazar concesiones extractivistas, hacer realidad derechos de las mujeres; en otras palabras, nunca más otra dictadura, verdadera democracia y participación ciudadana.
No pueden entender las estrechas mentes de estos “escribanos” que aquí todo el pueblo, comenzando por las propias bases del orteguismo, cientos de sandinistas que luchamos con las armas en la mano contra Somoza, comandantes de la Revolución y guerrilleros, combatientes que defendieron la revolución de los años ochenta, maestros, trabajadores, pobladores, campesinos, enfermeras, médicos, prácticamente lo más brillante de la intelectualidad de la Revolución como Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, Gioconda Belli. Los cantautores Carlos Mejía Godoy y Luis Enrique Mejía. Todos estamos unidos para bajar cuanto antes a este dictador que además de haber destruido la poca institucionalidad democrática que se había podido construir en un país fracturado por la pobreza, por las guerras y por el atraso, ahora se ha convertido en un asesino que el pueblo repudia.
Lo que está ocurriendo en Nicaragua es una verdadera sublevación popular. En algunos lugares la participación es tan masiva que a manos limpias han cercado y capturado a decenas de policías y antimotines, los que han sido devueltos intactos, en una expresión de humanismo, ante los organismos de DDHH. Estamos asistiendo a una verdadera insurrección y lo que queremos es otra REVOLUCIÓN. Cansados de las guerras queremos que ésta sea cívica. Y no sólo queremos que cambie al presidente, como lo hicieron otros pueblos en la historia de sublevaciones populares: en Perú (Fujimori), Bolivia (Sánchez de Losada), Ecuador (Bucaram), Brasil (Color de Melo), y tres en Argentina en 2001 y más reciente en Guatemala (Otto Pérez M). Queremos una Revolución Ciudadana que barra con toda la podredumbre en todos los poderes, estercolero del orteguismo cuyo propósito era perpetuarse en el poder y amasar cuantiosas fortunas para la élite orteguista, comenzando por su familia.
Usted Sr. Rödner quizás no se da cuenta, pero usa exactamente los mismos argumentos que usara el dictador Somoza, quien culpaba a los luchadores de ser parte de una conspiración y complot internacional, para desacreditar la lucha del pueblo.
No dudo que el imperialismo norteamericano hace hoy en Nicaragua lo de siempre en todos los países del mundo: usar a sus agentes para tratar de conseguir ventajas de la situación, cuidando sus intereses y el fortalecimiento de su cuestionado poderío. Sobre todo porque su presencia en el país ha sido armoniosa con el gobierno de Ortega todos estos años, con el que ha trabajado financiando diversos programas a través de instituciones del Estado. Comenzando por el Ejecutivo y – aunque parezca asombroso -con el Ejército de Nicaragua y la Policía. Nunca antes habían recibido tantas contribuciones de los Estados Unidos para la formación de sus oficiales, buques y armamentos, con el pretexto del combate al narcotráfico. Así que no puede estar más despistado este señor sobre lo que realmente ocurre en Nicaragua
Aquí estamos resistiendo no solo los jóvenes, sino también los adultos, los viejos, los veteranos de la Revolución Sandinista, unidos todos por ese objetivo, porque queremos un mínimo de oportunidad para salir adelante, recuperando la dignidad y la vergüenza, frente a tanta ignominia que soportamos ya más de 11 años. No dude señor, esto es la lucha por una verdadera Revolución, la revolución que Ortega y sus serviles traicionaron para construir una nueva dictadura.
Aquí estamos, todo el pueblo unido, en pie de lucha, resistiendo y sufriendo diariamente la represión, marchando, trancando, cantando, recitando poemas, haciendo revolución. Le guste o no a usted, a la USAID al NDI o la NED. El pueblo, las masas, sujetos y verdaderos protagonistas de nuestro historia, que nunca han necesitados de los talleres de liderazgo de los organismos del imperio, al igual que no los necesitó Sandino. Y una vez más triunfaremos.
*Comandante Guerrillera de la Revolución Sandinista. Ex miembro de la Dirección Nacional del FSLN. Historiadora, autora de Memorias de la Lucha Sandinista
[1] https://www.laprensa.com.ni/2016/06/29/economia/2060600-juicio-a-obreros-de-zona-franca