Testimonio de la primera estudiante de intercambio de UNAHUR en Colombia

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Estudiar en la Universidad permite conocer otros mundos. A medida que los estudiantes avanzan en sus carreras acceden a una amplia cantidad de bibliografía que les permite adentrarse en el estudio de teorías, conceptos y hechos que sucedieron en nuestro país y en el extranjero. A dicha información acceden mediante todo tipo de documentos que se entretejen en las aulas, en la biblioteca y en las largas horas de estudio. También existe la posibilidad de acceder al conocimiento de primera mano y construir un testimonio propio. En ese camino se encuentra Romina Diestra, estudiante de la Licenciatura en Educación quien está realizando una experiencia de intercambio en la Universidad Libre de Colombia (UNILIBRE).

Desde principio de año Romina cursa materias que luego se acreditarán en su plan de estudios. La UNILIBRE está ubicada en la localidad de “El Socorro”, a menos de 300km de Bogotá. Allí disfruta de la serenidad de la naturaleza. Atrás quedó el ruido y el ajetreo del conurbano bonaerense. La universidad es muy espaciosa, está ubicada sobre la sierra, con una amplia vista desde la altura. Cuenta con diferentes edificios, desde administrativos, bloques con aulas y espacios comunes, cafetería, gimnasio, biblioteca y sala de estudio.

En este primer cuatrimestre, Romina tuvo asignaturas centradas en ciencias sociales: Metodología de la investigación, Investigación aplicada I, Currículo y pluralidad, identidad y valoración de la diferencia. En cada una de ellas tuvo compañeros y compañeras con quienes compartió horas de estudio y “tereré”, para sobrellevar el calor tropical. Tuvo un método de cursada distinto al de otras facultades de la misma institución, organizado por módulos, donde algunas materias se dan una vez por semana, concentradas en dos días fijos.

Además de estudiar, Romina está haciendo una pasantía en una “vereda” cercana. Así le llaman a las zonas rurales, con pocos habitantes. Allí realiza actividades recreativas para niños y niñas en una escuela con orientación técnica agropecuaria. Dicha institución tiene un modelo educativo flexible que integra a estudiantes de distintas edades y con orígenes culturales diversos.

Como estudiante de la Licenciatura en educación, Romina analiza el sistema educativo colombiano: «A nivel general, tiene la misma esencia que el de Argentina, pero tiene diferencias. La más evidente es que Colombia garantiza en su Ley general de Educación, la gratuidad hasta la educación media. Contrariamente, la educación superior no es gratuita con lo cual, tanto en universidades públicas como en privadas, hay que abonar para poder cursar estudios superiores. Además, el acceso a universidades públicas es restrictivo con puntaje mediante un examen, razón por la cual la oferta de universidades privadas es muy fuerte».

A fin de cuentas, como señala Romina, el intercambio «es una experiencia enriquecedora, tanto dentro y fuera del aula de clase» que le brinda la «posibilidad de comprender cómo es la relación de enseñanza-aprendizaje en este país» y de ir conociendo «el análisis crítico reflexivo que tienen tanto estudiantes/as como personas de diferentes ramas de la facultad sobre la realidad Colombiana y el sistema educativo».

«Tener la oportunidad de conocer a la gente del Socorro, a mis compañeros/as de clase, que ellos/as me cuenten de la historia Colombiana, de su día a día y de cómo salen adelante pese a la vicisitudes políticas que muchas veces desfavorecen al trabajador/a es una experiencia incomparable» dice Romina. Y agrega: «Disfrutar de la gente de aquí, compartir sus paisajes, que te abran las puertas de sus casas con todo el amor que tienen y que te dediquen su tiempo haciéndote partícipe de su cultura, de sus tradiciones, de sus comidas, no tiene precio».

Fuente-Universidad Nacional de Hurlingham

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