Sin mencionar Malvinas, Argentina y el Reino Unido se acercan para fortalecer el comercio

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Nuevos gestos de acercamiento del Gobierno con el Reino Unido

Entre gestos históricos, apoyos y promesas, pero sin abordar el debate sobre la soberanía de las Malvinas, la Argentina y el Reino Unido ratificaron ayer la voluntad de dar mayor profundidad a los vínculos políticos y comerciales entre ambos países.

El canciller británico, Boris Johnson, concluyó ayer su visita oficial de tres días al país -la primera de un alto funcionario del Reino Unido en 22 años- con una presentación conjunta con su par argentino, Jorge Faurie, y una audiencia privada con el presidente Mauricio Macri, con quien se reunió durante 40 minutos en la Casa Rosada. Ambos acordaron darle un nuevo impulso al vínculo.

Dos días después de haber protagonizado un inédito homenaje a los caídos en Malvinas, el primero de un canciller inglés en suelo argentino, Johnson abandonó el país dejando atrás un respaldo explícito a las reformas económicas que encara el Gobierno, a las políticas de «inserción inteligente de la Argentina en el mundo», a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la postulación de nuestro país para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

«Tenemos una relación histórica de gran profundidad», señaló Johnson, quien destacó la gestión de su «viejo amigo» Macri desde que era jefe de gobierno porteño. Al mismo tiempo, destacó los «grandes acuerdos» que se gestaron en materia de cooperación bilateral desde 2016, cuando una declaración conjunta entre ambos países estableció las bases para un estrechamiento de los lazos entre ellos.

Ese documento funcionó como una hoja de ruta para reducir la tensión con las islas Malvinas. Ambos cancilleres destacaron los trabajos de identificación de los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin y las negociaciones para ampliar la oferta de vuelos comerciales desde el continente, aunque todavía no arrojaron resultados. «Agradezco al Gobierno por los avances sobre el tema. Quiero ser uno de los primeros pasajeros en ese vuelo. Quizá no logre ser el primerísimo, pero voy a tratar de hacerlo lo antes que pueda», bromeó Johnson.

Pero, pese a las sonrisas y los gestos políticos, la cuestión de soberanía sigue sin abordarse. En ese sentido, el Gobierno aclaró que pese a la mejora sustancial en el vínculo, el reclamo se mantiene firme.

«Todo muestra la riqueza del relacionamiento bilateral, sin menoscabar nuestro reclamo sobre la soberanía que continúa válida para la Argentina con los títulos históricos que la asisten», sostuvo Faurie, ante la mirada atenta de Johnson. Y agregó: «Cada uno es consciente de las posiciones que respectivamente respaldamos sobre los títulos de soberanía y este es un aspecto de la relación bilateral, pero no es el único. Hay, además, un conjunto de áreas de cooperación en las cuales nos interesa reconstruir la confianza».

«Nuestras posturas son bien conocidas, pero eso no debería impedir todo lo que estamos haciendo para construir alianzas en distintas áreas e intensificar las relaciones comerciales», respondió el británico.

Johnson viajó ayer a Santiago de Chile, donde concluirá su gira por la región.

 

La Nación


Aún sin Brexit, Argentina y el Reino Unido ya hablan de un «comercio libre sin restricciones»

El canciller británico Boris Johnson y el presidente Mauricio Macri mantuvieron este mediodía un encuentro de trabajo en Casa de Gobierno, donde discutieron las posibilidades de aumentar el comercio bilateral a través de un acuerdo especial por celebrar una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea, como consecuencia del Brexit, y el desenlace del proceso argentino de accesión a la OCDE que, según fuentes ministeriales, podría mostrar avances “en los próximos días”.

Antes de arribar a la Casa Rosada, Johnson mantuvo un encuentro privado de aproximadamente 30 minutos con su par, el ministro de Exteriores Jorge Faurie, donde repasaron la agenda bilateral en las áreas de común interés, pero sin discutir algún avance específico en la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.

Al término del encuentro, ambos ministros ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que destacaron el nuevo impulso que tomaron las negociaciones desde la firma de una “hoja de ruta”, en septiembre de 2016, en la que se expresaba la voluntad de facilitar la cooperación en inversiones, comercio y otras áreas, aunque particularmente en pesca e hidrocarburos. Tal comunicado levantó suspicacias en la oposición y continúa siendo denunciado como “una entrega de soberanía” sobre las islas.

Faurie respondió a tales críticas al sostener que la amplia agenda trazada con Londres “muestra la riqueza de la relación”, pero “sin menoscabar el reclamo sobre nuestra disputa de soberanía, que continúa válida para la Argentina, con los títulos históricos que la asistan, pero en un contexto actual para tener un dialogo constructivo”.

Un futuro acuerdo comercial

Johnson celebró las “buenas conversaciones” de estos tres días en Buenos Aires y habló de las “ventajas” de “acercar las uniones aduaneras”. El exalcalde de Londres, miembro emblemático del Partido Conservador, sugirió el inicio de conversaciones entre el Reino Unido y el Mercosur, una vez que se selle la salida británica de Europa.

“Ambos prosperaremos en acuerdos de libre comercio sin restricciones”, vaticinó Johnson. El hombre de la cabellera revuelta puso por ejemplo el éxito del vino argentino, cuyo segundo mercado de exportación es el Reino Unido, pese a no haber preferencias arancelarias.

El diplomático nacido en Nueva York, pero nacionalizado británico, también se refirió al interés británico por invertir en el país. Particularmente se mostró interesada con la posibilidad que la compañía administradora del Metro de su capital, Transport for London (TfL), compita en la licitación abierta para operar la red porteña de subterráneos.

Mientras en Buenos Aires culmina la visita de Johnson, en Londres se inició esta mañana una reunión de empresarios argentinos en la residencia del embajador, Carlos Sersale di Cerisano, interesados en seducir capitales británicos para proyectos en el país.

Cronista


Ahora preparan en Londres un homenaje argentino a los caídos británicos en la guerra de Malvinas

Después del homenaje que este domingo realizó el canciller Boris Johnson a los caídos argentinos en la guerra de las Malvinas, los gobiernos de ambos países preparan una ceremonia similar para los británicos caídos en el archipiélago. La encabezará en Londres el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

La noticia trascendió el fin de semana, cuando Johnson llegó a Buenos Aires, por la Press Association, y luego fue confirmada a Clarín por fuentes del Gobierno. Sin embargo, la ceremonia que se le prepara a Peña en la St. Paul Cathedral (catedral de San Pablo) está en preparativos y se enmarca en un viaje más amplio que tiene objetivos puestos en mantener contactos financieros y que harán a la capital británica y a Nueva York, Peña, el ministro de Finanzas Luis Caputo y el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo.

El viaje tiene fecha inminente: del 4 al 6 de junio. Y se enraíza en el rescate que ha pedido la Argentina al FMI, que ​ha sido por cierto tema en esta cumbre de cancilleres del G20 que se realiza en Buenos Aires. Tanto el presidente Mauricio Macri como el canciller Jorge Faurie expresaron su agradecimiento por el apoyo mostrado numerosos países de ministros presentes.

En cuanto al homenaje de Peña en la St. Paul, será un gesto de retribución al de Johnson este domingo en Plaza San Martín, ante el monumento a los 649 muertos que tuvo la Argentina en su guerra de 1982 con el Reino Unido. El lado británico contabiliza 255 bajas. Fue el ex presidente Carlos Menem quien en 1998 hizo un homenaje similar en el monumental templo que con sus 110 metros de altura se considera la segunda catedral más grande del mundo, por detrás de la Basílica de San Pedro de Roma. Es del culto anglicano.

Johnson llegó el fin de semana a Buenos Aires en una visita histórica, puesto que hacía más de dos décadas que no venía un canciller británico. Por eso llamó la atención que la Cancillería evitara que la prensa local asistiera a su emotivo homenaje en la Plaza San Martín, donde estuvieron los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Oscar Aguad (Defensa) y sólo los periodistas británicos que acompañaban al canciller, quien pidió caminar hasta la llamada Torre de los Ingleses de Retiro. El ministro británico también quiso conocer la estación de trenes pero por razones de seguridad no se hizo.

«Las relaciones entre el Reino Unido han transitado un largo camino en los pocos años pasados y esta visita será la oportunidad para construir y aumentar más aún la cooperación en el comercio, la inversión, los lazos culturales, el combate a la corrupción y el crimen organizado y puede incrementar los lazos de ciencia y tecnología», señaló Johnson, citado por la prensa de su país.

El propio funcionario puntualizó los intereses que mueven hoy a su país en su acercamiento y deshielo de la tensión que imperó entre Londres y la gestión K por la malvinización del vínculo.

«Como el Reino Unido deja la Unión Europea, mi mensaje es el Reino Unido está abierto a los negocios. Estoy buscando un nuevo capítulo en nuestra relación, que haya un boom de las perspectivas comerciales después de que el Reino Unido deje la Unión Europea», señaló el canciller de Theresa May.

Con respecto al reclamo por Malvinas, el Gobierno argentino bajó el tono de la conflictividad, pero los logros son inciertos porque los isleños se muestran aún muy renuentes. Este lunes, por ejemplo, se encontraban por las redes festejando el desembarco de las tropas británicas del 21 de mayo de 1982.

Muy lejos del enfrentamiento, Johnson firmará con la ministra Bullrich este lunes ​un acuerdo que establecerá el reconocimiento del interés mutuo en combatir el crimen y las amenazas a la seguridad. Es un Memorando de Entendimiento que tiene por objeto apuntalar un programa de cooperación en materia de seguridad, que incluya, entre otros aspectos, los siguientes: Delitos complejos y crimen organizado (tráfico ilícito de estupefacientes y delincuencia organizada transnacional); cibercrimen; amenazas al orden público; seguridad en grandes eventos; lavado de activos y trabajo forzado, esclavitud moderna y trata de personas.

Clarín


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