Entrevista de NODAL a Luis Quintana, analista internacional venezolano: «Maduro, a pesar de las sanciones, no tiene las manos atadas»

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Entrevista a Luis Quintana, analista internacional venezolano

Por Cecilia Escudero, de la redacción de NODAL 

Nicolas Maduro acaba de ser proclamado como presidente reelegido para gobernar Venezuela hasta el 2025. Este domingo, el dirigente que Hugo Chávez señaló para que continuara con su legado ganó con el 67,7% de votos frente al 21,1% de su principal rival, Henri Falcón. La participación fue del 46% en medio de un insistente llamado opositor a la abstención. En diálogo con NODAL, el venezolano Luis Quintana, analista internacional y profesor de Geopolítica, opina que si bien el presidente Maduro necesitaba un nivel de concurrencia a las urnas mucho más elevado, en el contexto de la crisis económica y del boicot nacional e internacional a las elecciones “no es nada despreciable lo que ha logrado”.

En términos generales ¿qué balance hace de los resultados electorales de este domingo?

El Presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones en medio de una de las crisis económicas más profundas de la historia venezolana contemporánea. Ganó a pesar del boicot del sector dominante de la oposición, en medio una intensa intervención extranjera orientada a deslegitimar el proceso y con un bombardeo mediático sin precedentes dirigido a desacreditar al árbitro electoral. Ganar con el 30% del padrón electoral en estas circunstancias es una proeza política del chavismo, aún más si consideramos que los jefes de gobierno más beligerantes contra Venezuela fueron electos con una proporción menor de votos respecto a la totalidad del registro de electores de sus países.

Sin embargo, ese porcentaje de apoyo es mucho menor de lo que los líderes del chavismo esperaban y necesitaban para jugar en mejor posición en el frente nacional e internacional. Si bien con esta elección el chavismo consolida su hegemonía institucional, no consigue legitimidad suficiente como para estabilizarse internamente y, sobre esa base, entablar una negociación con sus adversarios en el mundo. Por otro lado, la oposición democrática perdió la oportunidad de conseguir un líder en Henry Falcón al momento en que éste desconociera el resultado y, por lo tanto, echara por la borda el capital político expresado en 2 millones de votos. La abstención y la actitud de Falcón despeja parte del camino a la oposición radical que, aunque sigue muy dividida, juega a través de los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados regionales. En concreto, la oposición radical tiene la oportunidad de re-agruparse con base en el sólido apoyo internacional y en el aprovechamiento de este resultado electoral. Esto no significa que podrá generar un terremoto político que haga tambalear al chavismo, pero sí podría beneficiarse de un agravamiento de la crisis económica que se genere como consecuencia de la imposición de más severas sanciones por parte de Estados Unidos y los países vecinos. Es decir, la oposición más importante que tiene el Gobierno en este momento no son los partidos que conformaban la MUD, sino las sanciones internacionales.

¿Cómo analiza la baja participación en las elecciones incluso en las filas del chavismo (46% del padrón fue a votar) y la pérdida de votos en términos absolutos respecto de las elecciones de 2013 (de 7,5 millones de votos cayó a 6,7 millones)?

La abstención es un fenómeno que tiene muchas causas. Creo su principal explicación en esta oportunidad se encuentra en la desesperanza y frustración que genera la crisis económica en las clases populares. El pueblo demanda que su gobierno se concentre mucho más en resolver los problemas económicos y menos en la diatriba política. El pueblo espera que lo que el Gobierno promete en esta materia, se cumpla. Si el nivel de participación se compara con procesos presidenciales previos, la reducción es muy significativa. Pero si la analizamos en el contexto de la crisis económica y del boicot nacional e internacional a las elecciones, podría afirmarse que esos 6,7 millones de electores se lograron contra la ley de la gravedad. En cualquier país del mundo la abstención sería mucho mayor y el presidente no sería reelecto. ¿En qué país del mundo un gobierno se reelige con el 30% de padrón electoral cuando se enfrenta a una de las peores crisis económicas de su historia? No cabe duda que el Presidente Maduro necesitaba un nivel de concurrencia mucho más elevado, pero no es nada despreciable lo que ha logrado, pese a las circunstancias tan adversas y pese a que la mayoría de la gente, según encuestas, le atribuye buena parte de la responsabilidad de la crisis económica. Es un fenómeno digno de estudios más profundos.

El oficialismo sumó una nueva victoria, aunque la oposición no la reconoció. En estas condiciones, ¿cómo puede darse el diálogo nacional al que convocó Maduro?

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Si Henry Falcón tiene un mínimo sentido de la sobrevivencia política, se sentará eventualmente con el Gobierno a dialogar. Al Gobierno le convendría, pero le convendría más aun a Falcón porque puede labrar progresivamente un liderazgo respetable en la base opositora y en los independientes que no quieren las vías violentas y que al mismo tiempo están sobresaturados de la alta conflictividad política. Así que creo que por mero cálculo político y por el propio bienestar futuro del país, Falcón y el resto de la oposición democrática deberá negociar y acordar un pacto de mínimos con el Gobierno. De lograrse, esto podría atenuar la presión internacional.

¿Considera que un nuevo gobierno de Maduro puede arreglar la grave situación económica del país mientras siguen las amenazas de intervención extranjera? ¿cómo piensa hacerlo?

El Gobierno del presidente Maduro, a pesar de las sanciones, no tiene las manos atadas. Tiene aliados mundiales de primer orden como China y Rusia, que suelen sortear las sanciones estadounidenses y europeas. Sigue manteniendo aliados en la propia región que no se adhieren a la estrategia de las presiones y el aislamiento. Pero lo más importante, es que el Gobierno es el que administra la colosal riqueza de la principal reserva de petróleo del planeta. El gobierno debe centrarse en la recuperación de la producción petrolera. La reducción ha sido muy drástica en los últimos meses y ahora que los precios están alrededor de los 80 dólares por barril, Venezuela no puede permitirse el lujo de que su principal fuente estable de recursos en dólares esté tan disminuida. La reserva petrolera ha sido, es y seguirá siendo la principal riqueza del país, la base para el financiamiento de las políticas públicas y la plataforma de su relacionamiento geopolítico con el mundo. El desarrollo de las demás potencialidades económicas de Venezuela depende en buena medida de la recuperación de los niveles de producción. Desde mi perspectiva, la capacidad de superar la crisis económica sigue dependiendo del petróleo. Venezuela no tiene ningún motivo para renunciar a esa colosal fuente de poder.


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