Elecciones presidenciales en Colombia: Programas, continuidades y rupturas
Queda menos de una semana para las elecciones presidenciales en Colombia y los debates entre candidatos han marcado la agenda mediática. El mapa electoral se ajustó a cinco candidatos luego de que se barajaran más de 14 opciones a principios de 2018. El abanico de posibilidades tiende a cerrarse aún más con la marcada polarización que muestran los sondeos y las movilizaciones. Despuntan las candidaturas de Iván Duque (Centro Democrático) apoyado por el expresidente Álvaro Uribe, y la de Gustavo Petro, de Colombia Humana, quien encarna una opción anti establishment en el usual panorama conservador colombiano[1]
Los cinco candidatos que optan a la presidencia de la República se enfrentan a un escenario por demás difícil. Entre la aguda crisis que atraviesan los Acuerdos de Paz, las demandas de transparencia ante los escándalos de corrupción y las crecientes problemáticas sociales del país, el próximo ocupante de la Casa de Nariño deberá encarar las aspiraciones de “cambio” que se han consolidado en la sociedad.
Uno de los grandes retos será vencer la histórica abstención electoral que padece Colombia (59,9% en las últimas elecciones presidenciales). La cabal comprensión de los programas de gobierno que exponen los candidatos, podrá acercar a los 36.227.267 de votantes habilitados a la posibilidad real de ejercer el voto, más allá de maquinarias y campañas de miedo[2]. Aunque las contiendas electorales suelen matizar propósitos y planes, los ejes programáticos de las candidaturas en materias sensibles como salud, educación, pensiones, seguridad y ambiente, muestran ya el rumbo que podría tomar el país según cada opción.
Iván Duque, “el que puso Uribe”
Iván Duque encarna las propuestas del uribismo, una fuerza ultraconservadora que propone como centro de su programa la seguridad, lo que se traduce en más mano dura tanto en política interior como exterior. El programa de campaña se centra en un vasto listado de propuestas muy parecidas a las “Cien propuestas” de campaña de su mentor, en 2002 y 2006. Su planteo de gobierno se basa en el desconocimiento del núcleo central de los Acuerdos de Paz -justicia y participación política de los exguerrilleros- dejando claro que invalidará cualquier acuerdo anterior del Estado. Propone interferir en asuntos del Poder Judicial en materia procesal, afirma que “unificarán lineamientos y criterios para la jurisprudencia de las Altas Cortes”[3], contrario a lo expuesto en otro punto de su programa en el que se compromete a hacer una “muralla china” entre los distintos poderes.[4]
Duque promueve una reforma pensional que aumentará la edad de jubilación y las semanas de cotización. Mantendrá el sistema de salud tal cual existe en la actualidad (fue creado por iniciativa de Uribe en 1993). En materia educativa propone que se implemente la jornada única para todo el sistema educativo, y fortalecer las relaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) con el sector privado y “las necesidades de la economía”[5]. Asimismo, fomentará “el ahorro programado para la educación superior para que la clase media garantice la culminación de sus estudios”.[6]
En materia de justicia y seguridad su propuesta es ampliar el número de efectivos militares e impedir que sean juzgados por tribunales civiles, así como fortalecer las fuerzas militares y de policía en seguridad interna.
Gustavo Petro, el empuje del cambio
La educación es el eje central del programa propuesto por el candidato de Colombia Humana. Plantea desarrollar una educación de calidad, gratuita y universal en todos los niveles educativos, incluyendo el universitario, además de reconocer todas las garantías laborales de los docentes. En el eje cultural, Petro creará el Consejo Nacional del Saber, la Ciencia y la Cultura, dirigido desde la Presidencia de la República.
La política en salud del programa de Colombia Humana se basa en la descentralización y la promoción de un modelo de salud integral que priorice la prevención, la dotación de infraestructura y el acceso universal a los medicamentos. Propone eliminar las Empresas Promotoras de Salud (EPS) e implementar un sistema único de salud pública.
El exalcalde de Bogotá plantea una reforma pensional que no suba las edades de jubilación y reduzca la brecha entre hombres y mujeres, entre habitantes del campo y la ciudad y entre grupos étnicos y población general, y que incluya beneficios como los seguros de maternidad[7]. Su programa de gobierno contempla la paridad de género: las mujeres ocuparán el 50% de los cargos públicos en todos los niveles. Asimismo, plantea extender el permiso de maternidad a 24 semanas y reconocer -con estímulos económicos- el trabajo de las mujeres en el cuidado de la familia y la administración de los hogares.
Sobre el medioambiente, Petro propone superar la dependencia de energías fósiles, prohibir el fracking y desarrollar un sistema que diversifique la matriz energética a través del uso de energías renovables no convencionales. En ese sentido, plantea la electrificación del transporte público. En cuanto a la justicia, propone una reforma estructural del sistema jurídico que lo independice del poder político.
Sergio Fajardo, el tibio centro
Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, conformada por Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo y el movimiento Compromiso Ciudadano, luego de haber encabezado las encuestas durante los últimos meses de 2017, se fue en picada a posicionar el tercer lugar, en parte por la tibieza de sus posturas.
El candidato propone aumentar anualmente el presupuesto para el sector educación en un 10 % y crear el Plan Colombia por la Educación, conectando con su perfil de profesor universitario del cual toma, incluso, una de las consignas de la campaña: “Sergio Fajardo, de la ciencia a la política”. En salud, quiere evaluar las Empresas Promotoras de Salud (EPS), no eliminarlas. A su vez, plantea apoyar al gremio médico con garantías laborales y de preparación, así como con la formación de 5.000 nuevos médicos generales especialistas en medicina familiar.
A pesar de que en una entrevista televisada afirmó que subiría las edades de jubilación[8], en el programa actual se compromete a no hacerlo. Con respecto a las políticas públicas dirigidas a las mujeres, propone reducir la brecha salarial entre éstas y los hombres mediante un modelo de equidad creado por el Ministerio del Trabajo. Asimismo, formula la creación del Sistema Nacional de Cuidado y el programa de apoyo a las madres en situación de pobreza, el cual consiste en dos meses de pago de licencia por maternidad.
Sobre seguridad, el exalcalde de Medellín propone realizar un consejo de seguridad semanal para hacer seguimiento a la política de seguridad, e implementar el programa “Entornos Protectores” para jóvenes en situación de riesgo de entre 13 y 19 años. Completa su programa con ejes relacionados con derechos ambientales y hace explícita su apuesta por las energías renovables y la lucha contra el fracking.[9]
Germán Vargas Lleras, vigilar y castigar
El exvicepresidente de Juan Manuel Santos aspira llegar a la presidencia respaldado por el Movimiento Ciudadano Mejor Vargas Lleras, el Partido Cambio Radical, el Partido de la U y el Partido Conservador. Sus propuestas giran en torno a seguridad interna, defensa y seguridad nacional. Vargas Lleras propone fortalecer la Policía Nacional aumentando el número a 300 policías por cada 100.000 habitantes, crear 50.000 nuevos cupos carcelarios, bajar la edad de imputabilidad de 14 a 12 años y desplegar una flotilla de drones que vigilen las ciudades las 24 horas del día para “facilitar la persecución de delincuentes”[10].
Sobre educación y salud el candidato se atiene a los números; propone aumentar el presupuesto destinado al sector educación del 4,5% al 6% del PIB y alcanzar una cobertura de 63% en educación superior. En cuanto a la salud, plantea elevar el presupuesto de 7,4% a 9% del PIB.
Su plan “Mejor Mujer” promueve la creación de 360.000 empleos para mujeres, así como la puesta en marcha de la Red Nacional Casas de Acogida Mejor Mujer para brindar apoyo y protección. Se compromete a no subir la edad de jubilaciones, pero sí a realizar un ajuste en el sistema de pensiones para reducir algunos beneficios que “generan inequidad”. En uno de los debates presidenciales sobre temas energéticos, Vargas Lleras, refiriéndose a algunos de sus contrincantes, afirmó: “Prometen más salud, más educación, metas muy ambiciosas. Lo que no dicen es cómo se va a pagar eso…”.[11]
Acerca del ambiente, aprueba el fracking y promueve otorgar incentivos a las empresas que importen vehículos no contaminantes y desarrollar un bloque de búsqueda contra la minería ilegal.
Humberto de la Calle, la carta de la Paz
Humberto de la Calle, candidato del Partido Liberal, propone un programa extenso en una perspectiva de continuidad con las acciones que desarrolla el Gobierno actual, con algunas modificaciones que pueden leerse en el documento “Doce propuestas para los próximos cuatro años”[12]. Allí desarrolla planes para incorporar a las mayorías a las aulas, con el programa “Universidad para todos”; la sustitución del servicio militar obligatorio por un programa de servicio social; la reforma de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) para que compitan por los usuarios -asumiendo que esto generará calidad en el servicio-; la creación del Ministerio de la Mujer y; un programa para garantizar viviendas dignas.[13]
Para de la Calle, la defensa de los Acuerdos de Paz es fundamental para el desarrollo de las propuestas sobre seguridad consignadas en su programa. Dos de las más importantes son la creación del Plan Nacional de Desarme y un nuevo esquema de seguridad en el postconflicto, basado en el fortalecimiento de la presencia del Estado en las zonas rurales. En cuanto al medioambiente propone el uso de energías renovables y se abstiene de opinar sobre el uso del fracking.[14]
Reflexiones finales
Ninguno de los programas representa un cambio radical; por el contrario, se exponen más continuidades que rupturas. Candidaturas de derecha como la de Iván Duque y Germán Vargas Lleras coinciden ampliamente en darle un peso central a la vigilancia y la ampliación de la mano dura en materia de seguridad, mientras que candidatos como Gustavo Petro y Sergio Fajardo vertebran su programa en la educación como motor social. En los programas de Duque y Vargas Lleras las reformas en salud y educación son mínimas o nulas (como sucede con respecto al sistema de salud en la propuesta de Duque).
Más allá de matices que suelen adornarse en momentos de campaña, una lectura detenida de cada programa muestra la persistencia de la vía neoliberal en los casos de Duque y Vargas Lleras, e incluso de Fajardo y de la Calle. Se cruzan propuestas continuistas y de ruptura entre Petro, Fajardo y de la Calle, sin embargo, el tono propositivo en materia de derechos sociales y ambientales sigue teniendo mucho más peso en el candidato de Colombia Humana. El 27 de mayo los colombianos optarán por alguno de estos programas de gobierno que, sin duda, marcarán la hoja de ruta del país y de la región.