Colombia: Iván Duque y Gustavo Petro disputarán la presidencia en segunda vuelta el 17 de junio

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Colombia vivirá una histórica segunda vuelta entre izquierda y derecha

Más allá del paso de Iván Duque (Centro Democrático) y Gustavo Petro (Colombia Humana) a segunda vuelta y de convertir la final por la contienda presidencial en una carrera emocionante, de nervios, las elecciones de este domingo marcaron un hito en la historia política del país desde muchos puntos de vista.

Los resultados de las urnas no permiten por ahora a ninguno de los dos finalistas cantar una victoria segura anticipada. De acuerdo con el boletín 54 de la Registraduría –escrutados los votos del 100 por ciento de las mesas–, la ventaja de Duque (7’569.693 votos) sobre Petro (4’851.254 votos) es de 2’718.439 votos. Una cifra muy pequeña comparada con el número de colombianos que no votaron por ninguno de los dos, pero que sí fueron a las urnas, que llega a 7’207.762 votos.

Esto es lo que hace pensar que los 21 días que transcurrirán entre este lunes y el próximo 17 de junio, cuando se realizará la segunda vuelta, serán de una intensidad jamás vista.

Este 27 de mayo fue la primera vez que las urnas ungieron a un candidato de izquierda y a otro de derecha, claramente definidos por sus tendencias ideológicas, para enfrentarse por el poder, lo que deja ver la agudeza de la confrontación.

Fue la primera vez que cinco candidatos, todos de alta respetabilidad, representando la diversidad, llegaron a la primera vuelta presidencial con expectativas de elegibilidad.

Por primera vez, los colombianos le dieron su apoyo a un exguerrillero (Gustavo Petro), nacido a la política de un proceso de paz, para estar cerca de la primera magistratura del Estado otorgándole el pase a la segunda vuelta.

Jamás, en la historia política de la nación, las urnas se habían llenado tanto de votos. De acuerdo con el boletín 54 de la Registraduría, la participación ciudadana había sobrepasado el 53 por ciento, un nivel jamás alcanzado en una elección.

Castigo a partidos

Los partidos políticos tradicionales (el Liberal y el Conservador), que controlaron el poder durante más de 150 años hasta hace poco más de dos décadas, quedaron reducidos a su mínima expresión. Este domingo tuvieron su peor papel en la historia electoral.

El Partido Liberal, con su candidato Humberto de la Calle, apenas obtuvo 399.180 votos, su más precario respaldo en las urnas en toda su historia. Al punto de que no consiguió siquiera el suficiente apoyo para que el Estado le devuelva la reposición de los votos logrados.

De la Calle, derrotado electoralmente, pero erguido, dejó a sus seguidores en completa libertad para decidir en segunda vuelta y ahora tendrá que responder al Estado, con su partido, por los más de 9.000 millones de pesos de anticipo entregados para su financiar su campaña.

El liberalismo, tras su fracaso rotundo de este domingo, quedó profundamente dividido. El jefe de la colectividad, César Gaviria, ni siquiera apareció en medios, mientras la disidencia que lideran más de 20 congresistas y varios exministros y líderes anunció que tomará una decisión independiente de lo que decida la dirección de la colectividad, para la segunda vuelta.

El conservatismo, el otro de los partidos tradicionales, quedó también profundamente atomizado. Sus congresistas, que se habían dividido entre Iván Duque y Germán Vargas, por no tener candidato propio, buscan ahora refugio.

Un tercer derrotado, desde el punto de vista del fracaso de las maquinarias, fue Germán Vargas Lleras. Ni siquiera obtuvo los 2’150.000 votos que Cambio Radical, su partido, obtuvo para Senado en las recientes elecciones legislativas.

En cambio, Álvaro Uribe se consolidó una vez más como el gran elector de las últimas dos décadas.

Uribe fue el gran ganador de la jornada, como quiera que fue el creador de la coalición que obtuvo la mayor votación para pasar a segunda vuelta y el gran “padrino” del candidato Iván Duque. Uribe fue el creador de la estrategia ganadora.

Un voto más libre

Los comicios de este domingo estuvieron marcados también por un voto más libre de los partidos tradicionales, como lo testimonian los respaldos obtenidos por Gustavo Petro y Sergio Fajardo en las urnas.

Aunque Petro y Fajardo tuvieron el apoyo de estructuras partidistas pequeñas como el Polo y Alianza Verde, su gran votación provino de sectores independientes. De ciudadanos independientes y autónomos que ya no necesitan de los partidos para expresarse políticamente y han logrado un gran protagonismo a través de las redes sociales.

Comenzó la puja

Los dos candidatos ganadores, Duque y Petro, iniciaron desde la noche misma su ofensiva por la búsqueda de los votos que necesitan para ganar la segunda vuelta.
Duque, en su discurso, fue especialmente generoso con Fajardo, Vargas y De la Calle. Ponderó los programas que cada uno de ellos defendió en la campaña y encontró afinidades.

De Fajardo dijo que se sintió “sintonizado” con él en sus programas de educación y lucha contra la corrupción.

De Vargas Lleras dijo que presentó un “programa serio”, que hizo un “arduo trabajo” y lo invitó a “pensar en unir al país”.

A Humberto de la Calle lo felicitó por su “aporte a la campaña”.

Gustavo Petro también fue generoso. Invitó a Fajardo y a De la Calle a concurrir a su propuesta sobre un “acuerdo sobre lo fundamental”.

Inclusive tuvo palabras de reconocimiento para sus grandes contendores. “Un señor como Vargas Lleras y el uribismo merecen la pena seguir con los liderazgos políticos”.

Fajardo, tercero en las urnas, con 4’586.032 votos, no hizo ningún guiño. Por ahora no parece que quiere comprometer ningún apoyo con alguno de los dos ganadores.

Vargas (1’404.265 votos) salió a los medios a reconocer su derrota y dijo que va a “reflexionar” para tomar una decisión de cara a la segunda vuelta presidencial dentro de algunos días.

Con base en la elección del domingo y si a la segunda vuelta fuera el mismo número de colombianos a votar (19’612.728), Duque necesitaría obtener como mínimo 2.247.891 votos para ganar la Presidencia y Petro, 4’959.871 votos.

La mirada en 2019

Anoche, Sergio Fajardo fue el más claro en señalar un hecho político recobrará toda la vigencia después de que los colombianos elijan al nuevo presidente: la lucha por el poder regional.

Fajardo dijo que desde hoy mismo pondrá su mirada en las elecciones para gobernadores, alcaldes, concejales y diputados en 2019.

El hecho de que Fajardo, exalcalde de Medellín, haya ganado en una ciudad como Bogotá le hace ver la posibilidad que tiene de conquistar para su alianza la Alcaldía de Bogotá.

Petro, aunque no lo precisó de la misma forma, también está en lo mismo. El hecho de haber ganado en varios departamentos y capitales departamentales le hace poner su mirada en ese electorado, cualquiera que sea su suerte en la segunda vuelta.

El Tiempo


Colombia: por primera vez en la historia una mujer ocupará la Vicepresidencia

Pase lo que pase el próximo 17 de junio, en la segunda vuelta electoral, una mujer ocupará a partir del 7 de agosto el segundo cargo ejecutivo más importante del país: la Vicepresidencia de la República.

Así quedó establecido este domingo, luego de la primera vuelta en la que los candidatosIván Duque y Gustavo Petro lograron las votaciones más altas con 7,5 y 4,8 millones de votos, respectivamente.

Ambos, a pesar de proceder de orillas políticas distintas, coincidieron en elegir mujeres como fórmula vicepresidencial. Duque escogió a la exministra de Defensa y excandidata presidencial por el partido Conservador, Marta Lucía Ramírez. Petro, por su parte, se decantó por la excongresista y líder feminista Ángela María Robledo.

Un solo resultado habría mantenido en vilo que una mujer ocupara por primera vez la Vicepresidencia de la República: que Germán Vargas Lleras, y su fórmula Juan Carlos Pinzón, pasaran a segunda vuelta, pero les faltaron más de tres millones de votos.

Sergio Fajardo y Humberto De la Calle, los otros dos candidatos en contienda, también tenían a mujeres (Claudia López y Clara López) como fórmulas vicepresidenciales.

Los últimos cinco vicepresidentes, un cargo que ha tenido intermitencias en la historia de Colombia, fueron Óscar Naranjo, Germán Vargas Lleras, Angelino Garzón, Francisco Santos y Gustavo Bell.

La Opinión


Abstención del 46 %: la más baja desde el fin del Frente Nacional

Uno de los hechos históricos de la jornada de este domingo fue la caída de la abstención, que se situó en 46,62 por ciento, según la información recogida por la Registraduría Nacional del Estado Civil en las 97.663 mesas. Colombia no vivía una elección presidencial con tanta participación ciudadana desde 1974, cuando el liberal Alfonso López Michelsen ganó unos comicios marcados por una abstención inferior al 40 por ciento.

La comparación es muy significativa si se tiene en cuenta que la de 1974 fue la votación que le puso punto final al Frente Nacional; en otras palabras, la primera votación realmente abierta en 16 años, lo que generó una gran motivación para salir a sufragar. Cabe recordar que entonces solo había una vuelta, pero esta circunstancia hace que lo de este año sea aún más significativo, pues en la segunda vuelta la abstención suele ser más baja que en la primera.

La de este domingo fue también la primera elección presidencial con más de 16 millones de votantes (superó los 19,6 millones). Hace cuatro años, Juan Manuel Santos se impuso en una segunda vuelta en la que hubo más de 15,8 millones de sufragios, tras haber sido derrotado por Óscar Iván Zuluaga en la primera vuelta, en la que participaron más de 13,2 millones de personas.

Este año, el número de ciudadanos en las urnas aumentó un 48 por ciento en relación con la primera vuelta del 2014 y un 24 por ciento frente a la segunda.

Desde la promulgación de la Constitución de 1991, las presidenciales habían sido las segundas elecciones con el promedio de participación más bajo (44,3 % hasta las del 2014), solo superadas por las legislativas (41 %), de acuerdo con los análisis de la Misión de Observación Electoral (MOE).

¿Qué hay detrás de este auge en la participación? “Sin duda, la polarización fue clave, porque la gente se reconoció a favor o en contra de algún candidato. Esa es la razón principal”, opina Yann Basset, director del Observatorio de Procesos Electorales de la Universidad del Rosario. En este factor coincide Jairo Libreros, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado de Colombia. “La polarización de la sociedad encontró una forma de expresión al tener aspirantes claros en los extremos políticos. La irrupción de Petro como un candidato fuerte de izquierda llevó a la gente a votar con mucha más claridad, especialmente los jóvenes y la clase media, que movieron cifras importantes en las principales ciudades”, afirma. Y lanza un vaticinio provocador: “No creo que la diferencia entre los dos candidatos ganadores vaya a ser de más de cuatro puntos en la segunda vuelta”.

Libreros también le da importancia a la salida de la Farc de esta contienda. “La izquierda se quitó de encima el fantasma de la guerrilla, que le restaba. Eso hizo más atractivo el debate electoral, sobre todo para los jóvenes hasta los 26 años”, argumenta.

Para Basset, otra razón que explica la alta participación es que esta vez había un juego democrático más abierto. “Había cuatro candidatos con opciones, cinco con De la Calle, aunque fue perdiendo con el tiempo”, destaca. De hecho, entre el segundo y el tercer candidato más votado hubo menos de un punto y medio porcentual, mientras que hace cuatro años la diferencia fue de más de diez puntos.

El historiador y escritor Enrique Serrano, autor del libro ¿Por qué fracasa Colombia?, cree que buena parte de la explicación puede estar en las redes sociales: “El hecho de que más gente sepa qué van a votar los demás ha implicado un alza del voto de opinión. Un grupo relativamente importante de gente que antes no votaba ahora ejerce su derecho a tener una opinión política o son arrastrados a tenerla. Todo esto está basado en el principio de individuación: hacerse individuo y distinguirse del resto desde una posición política propia”.

Promotores del voto en blanco, otros derrotados

​Con apenas 60.312 votos (0,31 % del total), los promotores del voto en blanco fueron otros de los perdedores en la jornada del domingo.

A diferencia de la primera vuelta presidencial del 2014, el voto en blanco tuvo en esta ocasión dos casillas en el tarjetón. Junto a la opción tradicional, los electores encontraron una nueva casilla que pertenecía a los promotores del voto en blanco, impulsado por el Partido de Reivindicación Étnica (PRE).

Esta opción estaba liderada por el abogado Gustavo Adolfo Prado y el exsoldado discapacitado Wilson Rentería, quienes debían obtener un 4 % del total de votos para tener derecho al dinero de la reposición de votos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fijó en 5.625 pesos por sufragio. Pero no alcanzaron ni el 1 %.

Incluso, la casilla tradicional para el voto en blanco apenas alcanzó los 341.087 votos (1,76 % del total), cuando hace cuatro años llegó a 770.610 sufragios (5,99 %).
Diana Rodríguez, del centro de estudios De Justicia, atribuye estos resultados del voto en blanco a las opciones que tenía el elector y a cierta madurez política.

“Creo que se debió más a la cantidad de candidatos del espectro político que tenía el tarjetón. Además, creo que quiere decir que ya existe cierta madurez democrática y que los colombianos ya nos tomamos en serio el trabajo de analizar por quién votar”, dijo Rodríguez.

El Tiempo


Cinco cosas que demostraron las elecciones en Colombia

Más de 36 millones de colombianos asistieron a las urnas el domingo para elegir a su próximo presidente, estos son los primeros comicios en los que votaron miembros de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) tras el cese del conflicto armado entre este antiguo grupo insurgente y el Estado colombiano.

¿Qué se demostró en el proceso electoral en Colombia?
1. Conservadores y liberales quedaron atrás.

Aunque el candidato Gustavo Petro afirmó que Colombia «ya no tiene dos fuerzas tradicionales» y que el país se volvió diverso, la polarización entre la izquierda y el uribismo podría marcar el escenario político en el país latinoamericano de cara a los próximos procesos electorales.

Analistas políticos consultados por el diario La Tercera resaltaron el hecho de que la izquierda tenga posibilidades reales de llegar a la Presidencia de Colombia.

Con el 25 por ciento obtenido, Petro logró un resultado histórico para los sectores llamados progresistas en Colombia, analistas políticos coincidieron en que el acuerdo final de paz con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC- EP) ayudó a la izquierda a obtener esos resultados.

En cambio, el candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle obtuvo el 2 por ciento y quedó de último mientras el candidato apoyado por el Partido Conservador, Germán Vargas Lleras, obtuvo el 7, 2 por ciento.

La directora del Congreso Visible de la Universidad de Los Andes en Colombia, Laura Wills, afirmó: «El acuerdo de paz le abrió las puertas a la consolidación de la votación de la izquierda en el país».

2. Las encuestas acertaron, en parte.

Las encuestas acertaron al mostrar a Duque como ganador en una primera vuelta con una intención de voto de 37, 6 por ciento aproximadamente. El candidato por el Centro Democrático obtuvo 39,1 por ciento en los resultados de las elecciones.

Sin embargo, algunas encuestas anunciaron a Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, como contrincante de Iván Duque en la segunda vuelta pero Fajardo quedó tercero con el 23,7 por ciento.

Fajardo afirmó que respetaba los resultados obtenidos en las elecciones y envió una felicitación a los candidatos Gustavo Petro e Iván Duque.

Las encuestas también anticiparon que ninguno de los candidatos alcanzaría más del 50 por ciento de los votos necesarios para evitar la segunda vuelta en junio.

3. No hubo fraude pero sí irregularidades.

No ocurrió el «fraude masivo» comunicado por el candidato de Colombia Humana, Gustavo Petro, quien alcanzó el 25 por ciento y avanzó a una segunda vuelta contra Iván Duque.

Sin embargo, durante la jornada comicial fueron contabilizadas 1.239 denuncias sobre supuestos delitos electorales, según la Unidad de Recepción Inmediata Para la Transparencia Electoral (Uriel).

Las conductas irregulares más denunciadas fueron el constreñimiento al votante y la violación a los derechos humanos en el marco del proceso electoral.

Además se registraron presuntos casos de corrupción en relación con los votantes e intervención política por parte de los funcionarios.

Por su parte, la Misión de Observación Electoral (MOE) informó de 33 reportes sobre compra y venta de los votos, además de 24 reportes sobre la entrega de material publicitario durante la mañana del domingo.

Previo a la contienda electoral Petro denunció que la Registraduría Nacional y el Gobierno de Juan Manuel Santos buscarían favorecer al candidato del Movimiento Mejor Vargas Lleras, Germán Vargas Lleras, echando mano de las alteraciones de los algoritmos presentes en el software de la Registraduría.

4. El uribismo, ¿principal fuerza política en Colombia?

En la segunda vuelta electoral programada para el 17 de junio, se enfrentarán dos fuerzas políticas distantes: el uribismo con Duque y la izquierda con Petro.

Pero esta no es la primera vez que se enfrentan, en el 2006 el expresidente Álvaro Uribe se impuso en la primera vuelta al candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria, con el 62 por ciento de los votos.

Duque y Petro manejan dos proyectos de país muy diferentes, mientras el primero sostiene un plan proempresa y apoya la restructuración del acuerdo de paz con la FARC, en específico, la revisión de los beneficios judiciales que se acordaron para los combatientes movilizados, el segundo propone respetar los acuerdos, la descentralización burocrática, el fortalecimiento de la clase media y la reducción de las formas de desigualdad y discriminación.

5. Las elecciones tuvieron el más elevado índice de participación.

La cantidad de personas que participaron en las elecciones del domingo superó al abstencionismo característico en los procesos electorales en el país latinoamericano.

Un total de 19.628.564 colombianos asistieron a las urnas, es decir, el 53,37 por ciento.

Un análisis publicado por el medio El Espectador arrojó que entre 1978 y el 2010 el promedio de participación electoral en el país no superó el 45 por ciento.

TeleSur

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