Chile: proponen reparación y una comisión investigadora por los casos de abuso en la Iglesia
Abusos sexuales en la Iglesia: proponen reparación económica a víctimas, comisión para la verdad y memorial
La Iglesia católica chilena se encuentra en un momento crítico. Las denuncias por abuso sexual han destapado esa «otra cara» que ha generado dolor y sufrimiento en muchas personas, como Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, víctimas del sacerdote Fernando Karadima, solo por mencionar algunos.
Los casos son múltiples y recorren varias regiones de Chile, como el encubrimiento de obispo de Osorno, Juan Barros, u otros más recientes, como el ocurrido en la Diócesis de Rancagua, donde una cofradía que se hacía llamar «La Familia» cometía delitos de orden sexual, panorama que, incluso, motivó la renuncia del obispo Alejandro Goic al Consejo Nacional de Prevención Abusos de la Iglesia Católica.
Ante esta situación, el académico de la Universidad de Chile, Sergio Micco, ex DC y conocido por sus vínculos e influencia en la institución católica, dio una fórmula concreta para que esta intente salir del pozo al que la llevó esta crisis y empiece el necesario proceso de transformación. Como primer punto, el profesor -en conversación con La Semana Política de El Mostrador- propuso una Comisión de la Verdad, algo similar a lo que fue la Comisión Valech en materia de tortura y violaciones a los derechos humanos en dictadura: «Esto ya está planteado, es decir, se da un plazo, se forma un grupo de personas de toda confiabilidad, y se abre un plazo para que se produzcan todas las denuncias. Esto del goteo es espantoso, para la sociedad y para la Iglesia».
Unido a eso, planteó como segundo paso la necesaria reparación económica a las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. «Yo creo que el arzobispado, junto con nosotros los laicos, si juntamos plata para la visita del Papa, yo no veo por qué no vamos a tener que juntar dinero para pagar toda la indemnización que corresponda».
El abogado consideró, como tercer elemento de la fórmula, la posibilidad de crear lugares de memoria, en los que no solo se retraten los aportes positivos de la Iglesia, sino también ese otro rostro de abusos. «Yo, cuando paso por la iglesia de El Bosque, se me revuelve el estómago. Hay otras sociedades que han dicho ‘¿sabes qué?, esto se va a transformar en un lugar de memoria, donde puedan aparecer todos los aportes positivos de la Iglesia católica, pero también este rostro’. Esas son medidas de corto plazo que hay que tomar», explicó.
Mirando más a mediano plazo, Sergio Micco cree que la forma en la que son nombradas las autoridades en la Iglesia debe cambiar, como también pensar en sacar a las mujeres del rol secundario que cumplen en la institución católica.