Brasil: Amnistía Internacional presiona para que se esclarezca el asesinato de la concejala Marielle Franco

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Anista Internacional cobra solução para caso Marielle

A Anistia Internacional divulgou um comunicado reiterando a pressão sobre as autoridades de segurança para uma solução acerca da morte da ex-vereadora do Rio Marielle Franco (Psol) e do motorista dela, Anderson Gomes. Os dois foram assassinados em 14 de março no centro do Rio e a suspeita é a de que o crime tenha sido encomendado.

De acordo com Jurema Werneck, diretora executiva da Anistia Internacional Brasil, «a cada dia que se passa as chances de que um caso de homicídio seja resolvido diminui. Não podemos deixar que o assassinato de Marielle fique sem resposta porque a impunidade alimenta o ciclo de violência».

«Sem pressão, não haverá solução. A mobilização das pessoas foi fundamental para que o mundo tomasse conhecimento da execução de Marielle, que chocou a todos e ainda causa dor todos os dias. Mas precisamos continuar cobrando os responsáveis pela investigação do crime. Quem matou e quem mandou matar Marielle Franco? Estas perguntas não Podem ficar sem respostas», continua.

«Temos nos mobilizado para que as autoridades não deixem de dar a resposta que toda sociedade, não apenas no Brasil, mas em todo mundo, precisa: Quem matou e quem mandou matar Marielle Franco? Não descansaremos até que este assassinato seja esclarecido. Convocamos todas as pessoas a assinar nossa ação urgente pedindo uma investigação imediata, completa, imparcial e independente sobre o caso», complementa.

A diretora reforçou que, no mês passado, a entidade pressionou «as autoridades responsáveis pelo Twitter e a hashtag #MarielleFranco chegou a ficar em 3º lugar dos tópicos mais comentados no Brasil. Agora é fundamental que todos assinem a ação urgente». «E para as mais de 12.000 pessoas que já assinaram a ação, compartilhe o link com seus amigos e familiares para que a mobilização se torne ainda maior», disse.

Marielle era ativista de direitos humanos e vinha denunciando a abandono das populações marginalizadas e a truculência policial nas favelas. Os criminosos escolheram um ponto cego, sem câmeras, para a execução do crime.

Outro detalhe é que imagens de uma câmera de segurança flagraram o momento em que a parlamentar sai do evento e entra no carro com a assessora e o motorista Anderson Gomes. As imagens, acessadas pela Globo, mostram um carro que sai logo após o veículo de Marielle sai (confira aqui a partir de 1min05s). Menos de meia hora depois, Marielle e Anderson foram mortos a tiros no bairro do Estácio, na região Central do Rio.

Brasil 247


Marielle Franco siempre estuvo ahí para apoyarnos y ahora nosotras estamos ahí para apoyarla a ella

De Ana Paula Gomes de Oliveira, from the group Mothers of Manguinhos Brazil

El 14 de mayo de 2014, un agente de la Unidad de Policía Pacificadora de Manguinhos, Río de Janeiro, mató a mi hijo, Johnatha de Oliveira Lima. Poco después me llamó por teléfono una mujer que dijo que se llamaba Marielle. Yo no sabía quién era.

Entonces no era la concejala municipal elegida con la quinta proporción mayor de votos de Río; todavía no. Pero trabajaba en la Comisión de Derechos Humanos de la cámara legislativa del estado, donde estaba en contacto con personas que habían perdido a hijos, hermanos o padres.

Yo sabía que había una Comisión de Derechos Humanos porque lo había visto en la televisión. El mismo día que Johnatha murió, Marielle me llamó y me dijo que estaba ahí para ayudar en lo que pudiera. Lo recuerdo perfectamente. Esto es lo que me dijo:

“Hola, Ana Paula, me llamo Marielle. No me conoces. Trabajo en la Comisión de Derechos Humanos, pero quiero que sepas que, ante todo, estoy aquí por ti como mujer, como la madre que eres igual que yo. No puedo ni imaginar el dolor que estás sintiendo. Quería darte mis condolencias, todo mi apoyo, y ojalá pudiera estar ahora ahí contigo y abrazarte en persona. Estoy segura de que tendré ocasión de hacerlo.”

Siguió en contacto conmigo, con mi familia, con mi hermana, y nos invitó a la comisión, donde me encontré por primera vez con ella. Aquí, en Manguinhos, estuvo en la manifestación que hubo un año después de la muerte de Johnatha, y posteriormente, en actos culturales.

Marielle era como nosotras. Se pasó por mi casa con la comisión, y reuní a toda mi familia para que los vieran. Nuestra conexión se hizo aún más fuerte, porque ella siempre estaba ahí para apoyarnos. A veces con llamadas de teléfono, y muchas veces presentándose en las vistas judiciales, y no sólo por mi hijo. La veía en las manifestaciones frente los juzgados, apoyando a otras familias en las vistas, junto con otras madres a cuyos hijos habían matado, y solía pasar a vernos para darnos un abrazo y decirnos unas palabras de consuelo, de aliento. Siempre que la veíamos preguntaba cómo estaba mi familia, y hablaba de mi hijo. Traía un soplo de paz y era siempre muy cariñosa.

Cuando me enteré de que habían matado a Marielle, yo estaba en Jamaica. Amnistía Internacional me había invitado a participar en un acto con familiares de personas a las que había matado la policía en Jamaica, Brasil y Estados Unidos. Habíamos ido a compartir nuestras historias y darnos mutuamente fuerzas.

El 14 de marzo por la noche, tras un intenso día de actividades, estaba tan cansada que no salí. Me quedé en el hotel, viendo fotografías de mi hijo y de las protestas en el teléfono móvil. Ese día hacía tres años y diez meses que habían matado a mi hijo. Reflexionaba sobre todo lo que había pasado tras su muerte y todo lo que me había llevado a aquél lugar, Jamaica, que estaba tan lejos de mi hija, de mi familia y de mis amigos. Mientras pensaba en ello, supe que si estaba allí, era por un motivo. Así que saque una fotografía de mi hijo y comencé a escribir. Como si estuviera hablando con él: “Hijo, mamá te quiere. Jamás voy a olvidarte”. Nada más subir la foto con ese pie a las redes sociales, mi teléfono comenzó a sonar. Era Denize, una madre a quien había conocido a través de Marielle y de la Comisión de Derechos Humanos. Habíamos intimado por la terrible realidad que compartíamos: a su hijo también lo había matado la policía.

Fue Denize quien me dio la noticia de que habían matado a tiros a Marielle. Me quedé anonadada. Era como perder a alguien de mi familia, a una amiga querida. Sabía que siempre que la llamara, fuera de día o de noche, contestaría.

Es intolerable que la vida de Marielle haya llegado a su fin de una manera tan cruel y que quienquiera que sea el responsable no haya sido llevado aún ante la justicia.

Marielle estaba siempre ahí para apoyarnos a todas nosotras, defensora incansable de nuestros derechos. Y ahora nosotras, las madres a las que siempre tendió una mano cuando la necesitamos, estaremos siempre ahí para apoyarla a ella y a las personas de su vida. Nuestras voces no descansarán y seguiremos luchando por Marielle hasta que se haga justicia. Exige respuestas a las autoridades brasileñas firmando la petición de Amnistía Internacional. Como decimos en Brasil, ¡Marielle está todavía presente, hoy y siempre!

Amnistía Internacional

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