Amnistía eleva la cifra de muertes a 83 y marcha de las Madres de Abril exige justicia
Amnistía Internacional eleva a 83 la cifra de muertos en protestas de Nicaragua
Amnistía Internacional elevó ayer a 83 el número de muertos en Nicaragua en el contexto de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, durante la presentación de un informe sobre la situación actual de este país.
Esta cifra incluye al civil y al agente policial que murieron este lunes en los alrededores de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde hubo fuertes enfrentamientos
El organismo internacional manifestó que las autoridades en Nicaragua han reprimido manifestaciones a través del uso excesivo de la fuerza, ejecuciones extrajudiciales, el control de los medios de comunicación y el uso de grupos parapoliciales.
Estas conclusiones son parte del informe «Disparar a matar: estrategias de represión de la protesta en Nicaragua», que fue presentado por la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas; la presidenta y directora ejecutiva de la Fundación de Derechos Humanos, Bianca Jagger, Bianca Jagger; la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez; y Graciela Martínez, hermana de Juan Carlos Martínez, una de las víctimas que falleció durante las protestas.
«El Estado (de Nicaragua) debe dejar de inmediato de reprimir a las personas que se manifiestan, y particularmente a jóvenes estudiantes, y respetar su derecho a criticar las políticas públicas», instó Guevara Rosas.
Una delegación de Amnistía Internacional viajó a Nicaragua del 2 al 13 de mayo para verificar la información sobre violaciones de derechos humanos en las ciudades de Managua, León, Ciudad Sandino y Estelí.
El informe se basa en más de treinta entrevistas a profundidad, 16 casos específicos, el estudio de docenas de testimonios y documentación de organizaciones locales.
En él se documenta el uso que la Policía nicaragüense hace de armas letales, el gran número de personas heridas por armas de fuego, la trayectoria de los disparos efectuados, la concentración de heridas de bala en la cabeza, el cuello y el pecho de las personas muertas.
«El gobierno del presidente Ortega debe permitir la creación de una comisión internacional que lleve a cabo una investigación inmediata, imparcial y efectiva y, si procede, formular cargos contra todas las personas que sean sospechosas de cometer u ordenar ejecuciones extrajudiciales o uso excesivo de la fuerza, así como violaciones graves de derechos internacionales», dijo Guevara Rosas.
Las madres exigen justicia
Demesia Aburto lloraba este martes, un día antes del Día de la Madre nicaragüense, sobre el cuerpo de su hijo metido en un ataúd celeste, adornado con flores blancas recién cortadas. Apretaba su cabello canoso, empuñaba sus manos en la tela de su falda negra y exclamaba al cielo: “Dios mío, ayudame a soportar este dolor tan bárbaro que me está matando, porque yo sola no puedo”.
Desde el 21 de abril no hay día en que Cela Urbina no llore la muerte de su hijo en Ticuantepe. Al despertarse, al comer, al anochecer y al rezar, la tristeza viene a ella constantemente.
Amanda de Gahona, madre del periodista Ángel Gahona, muerto a balazos en Bluefields, sostiene que “todas las madres que han dado a sus hijos para la libertad de Nicaragua, recibirán un justo reconocimiento”.
Este es un día diferente para al menos 83 madres nicaragüenses que perdieron un hijo durante las protestas, que iniciaron el 18 de abril. A todas las embarga la tristeza, pero también la sed de justicia por lo que marcharán esta tarde en Managua durante la denominada: Movilización en homenaje a las Madres de Abril.
Ahí estarán Cela Urbina, de Ticuantepe; Amanda de Gahona, de Bluefields; Jessica Patricia, Rivas, y Lizeth Dávila, de Managua. Todas son parte del Movimiento Madres de Abril, que surgió tras la masacre de ese mes.
Muerta en vida
El pasado lunes Demesia Aburto, de 61 años, no pudo despedirse de su hijo, Gerardo Aburto, de 27 años. Él salió desde muy temprano para vender camisetas en Managua. Los estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) se habían atrincherado en protesta contra el Gobierno y al pasar por la zona, encontró la muerte.
“La policía me lo mató, cuando llegaron a dispersar a los chavalos ahí me lo golpearon como quisieron, lo dejaron en calzoncillo y me le dispararon a matar, lleva dos tiros”, cuenta Demesia con dificultad, abatida por el llanto en la pequeña sala de su casa de piso de tierra y paredes de tablas, con la mirada fija en el rostro de su hijo.
Demesia dice que hoy 30 de mayo no tiene nada que celebrar. “Para mí no habrá más alegría el Día de las Madres”, reafirma. La muerte de su hijo el pasado lunes en el centro de Managua “me ha matado en vida”, explica.
Busca paz
Jason Antonio Chavarría Urbina, hijo de Cela Urbina, era un joven de 24 años. Murió al sumarse a las protestas contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) que desataron las manifestaciones antigubernamentales que hoy cumplen 43 días.
“A mi hijo lo mató la policía, la gente fue testigo, identificamos al oficial y hasta ahora las autoridades no han hecho nada. No quiero un mártir, ya Nicaragua tiene muchos, lo que quiero para poder tener una pizca de paz, es justicia”, exclama Cela.
La marcha de hoy
El Movimiento Madres de Abril convocó para este miércoles a una marcha nacional en Managua, a partir de las 2:00 p.m.,el recorrido saldrá de la rotonda Jean Paul Genie y culminará en las afueras de la Universidad Centroamericana (UCA).
En los departamentos del país está previsto que hayan réplicas de la manifestación que se realizará en la capital. Diferentes sectores han expresado su respaldo a esta marcha.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia confirmó que asistirán a la marcha. “Al igual que el resto de manifestaciones departamentales, debe ser una muestra contundente de unidad contra la represión y la injusticia”, destacó la Alianza Cívica.
FSLN hará contramarcha este miércoles, día en que las madres protestan
Mientras la vicepresidenta designada Rosario Murillo siguió descalificando las protestas ciudadanas diciendo que las protagonizan “delincuentes llenos de odio”, el líder de los sindicatos del oficialismo, Gustavo Porras, convocó a los simpatizantes de su partido a “tomarse las calles” en todo el país para este miércoles, justo cuando está prevista la gran marcha de las madres que demandan justicia por la masacre de abril y mayo.
El Movimiento Madres de Abril realizará este 30 de mayo una marcha desde la rotonda Jean Paul Genie hasta la Universidad Centroamericana (UCA) a las 2:00 de la tarde, y será para exigir justicia al gobierno de Daniel Ortega, después de la brutal represión que ha dejado más de ochenta muertos, centenares de heridos y gente encarcelada desde abril pasado, cuando estallaron las protestas.
La contramarcha del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) también está prevista a las 2:00 de la tarde de este miércoles, pero en la Avenida de Chávez a Bolívar, en Managua. El evento es llamado Oración y cantata a la madre nicaragüense, y asistiría Ortega, según se divulgó en redes sociales a los simpatizantes del Gobierno.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) autorizó, a través de un comunicado a sus empleados, a participar en las manifestaciones en respaldo a Madres de Abril, ya que la población autoconvocada protestará en Managua, León, Estelí, Somoto, Rivas, Masaya y Matagalpa.
Respaldo a madres
Madres de Abril cuentan con el respaldo de un grupo integrado por mujeres de la sociedad civil de Nicaragua, aseguró la feminista Ana María Pizarro.
Esa agrupación de apoyo ha denunciado en el exterior la masacre de abril, por ejemplo, ante la sociedad de abogados latinoamericanos. Según Pizarro, este 30 de mayo anunciarán la adhesión de Madres Plaza de Mayo, una organización argentina formada durante la dictadura de Jorge Videla (1976- 1981) con el objetivo de recuperar con vida a los detenidos y desaparecidos.
Ese organismo argentino cuenta con mucho prestigio por la lucha que han mantenido durante cuarenta años y “porque lograron que se establecieran los tribunales de lesa humanidad, que se juzgara a los criminales”. “Esto te habla de la tenacidad de las madres y yo espero que en Nicaragua sea mucho más corto el tiempo que encontremos justicia”, añadió Pizarro.
A la fecha no todas las madres han sido organizadas porque no solo les respetan los procesos individuales, sino porque hay madres que han sido amenazadas para que no denuncien, dijo Pizarro.
La feminista explicó que también muchas de las madres “tienen miedo porque vuelven al barrio donde están los atacantes”, por lo que deberán esperar “hasta que ellas procesen y puedan salir a hacer una denuncia pública”.
La orden de Porras
El Ejecutivo ha recrudecido la represión desde el lunes pasado, valiéndose de grupos paramilitares y de los antimotines de la Policía y pese al compromiso de cumplir las recomendaciones que realizó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre estas el cese del ataque a la población.
En un video que circula en las redes sociales, producido por el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT, brazo sindical del FSLN), Gustavo Porras —también presidente de la Asamblea Nacional— dejó claro su mensaje a los orteguistas.
“Convocamos a todos los sindicatos, federaciones centrales y trabajadores a hacernos presentes, a tomarnos las calles, a sumarnos a la movilización en defensa de nuestro gobierno constitucional, en defensa de la Constitución de la República, en defensa de la paz, en defensa de la revolución el miércoles 30 de mayo. Nosotros, con paciencia y determinación, vamos a movilizarnos en todo nuestro país y particularmente a todos los managuas”, aseguró el sindicalista y diputado Gustavo Porras.
Nueva estrategia
En las manifestaciones y los tranques en diferentes departamentos los ciudadanos exigen la renuncia de Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, pero además el adelanto de las elecciones. Ella orientó a los secretarios políticos estrategias que busquen acuerdos con la gente en los tranques y con los organizadores en las manifestaciones para hacerlos desistir. Esos acuerdos locales serían llevados al diálogo para debilitar la postura de la alianza cívica.
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