Venezuela | Henri Falcón, candidato presidencial opositor: “No me siento presionado por nadie”
Por P. Martínez / M. Delgado / H. Morales.
Henri Falcón, candidato presidencial por los partidos Avanzada Progresista (AP), Copei, MAS, entre otras organizaciones políticas, tiene claro que su ‘talón de Aquiles’ para las presidenciales del 20 de mayo es la abstención por lo que no desistirá en pedir más condiciones para la contienda que animen al electorado.
“Yo no me siento presionado por nadie, ni me atormento con cosas como el Twitter. Mi Twitter es mi conciencia”, dijo en la conversación que sostuvo con PANORAMA, en su reciente visita al Zulia. Adelantó que para su equipo de Gobierno sumará a “figuras que gozan de mucha credibilidad (…) por su coherencia en el discurso”.
— No cree que Henrique Capriles se sume a arrimar la votación hacia usted…
— Capriles es de la tendencia de la participación de Primero Justicia. Allí entiendo que la tendencia es a la no participación, a la abstención es mayoritaria, pero Henrique ha sido en eso consecuente. Yo decía que nosotros pudiéramos tener enfoques tácticos diferenciados Henrique y yo, como también la Mesa de la Unidad y el propio Frente Amplio en cuanto a la participación. Ellos plantean participación exigiendo condiciones y garantías desde afuera, nosotros planteamos exigiendo condiciones y garantías desde adentro, pero el enfoque estratégico es el mismo, él y ellos tienen el mismo propósito que el nuestro, de manera que nosotros pudiéramos tener esa diferencia que regular, pero la coincidencia es superior, el propósito es salir del Gobierno, derrotar a Maduro, poder iniciar un programa real y efectivo de recuperación de la economía del país, pacificar a Venezuela, iniciar un proceso de reinstitucionalización del Estado venezolano, lograr que los grandes desequilibrios que hoy nos muestran las estadísticas en torno a la baja de la calidad de vida fundamentalmente de los sectores más pobres, que podamos incidir en una política bien estudiada, responsable en el marco de un país diferente, que podemos llamar al concurso de la recuperación del país, a las fuerzas productivas, a la inversión nacional, a la inversión extranjera, para lo cual Venezuela tiene que asumir un rol más determinante y más diplomático en el contexto de las naciones.
— ¿Todavía hay ánimo como para seguir exigiendo más y mejores condiciones?
— Siempre, porque nunca frente a gobiernos de corte autoritario-dictatorial como éste jamás las condiciones serán las óptimas.
— ¿De dónde se siente usted más presionado del Gobierno o de la oposición?
— Yo no me siento presionado por nadie, yo me siento libre, por eso no me presiono, ni me atormento con cosas por ejemplo como el Twitter. Hay gente que se siente presionada por el Twitter.
— Es primera vez que un político de oposición lo dice, porque algunos creen que el país es el Twitter…
— Así es… Reciben una inercia desde el Twitter por temor, por miedo. Mi Twitter es mi conciencia, no hay otra razón que mi responsabilidad frente al país, y por eso yo decidí dar un paso al frente y darle la cara al país. Mi cara es mi verdad, yo no puedo apelar a otra cosa que es la coherencia de mi planteamiento, pero también en mi acción.
De allí que, nosotros vivimos una situación verdaderamente desastrosa que nos muestra una escena caótica que nos puede conducir a una situación, a un desenlace crítico que a su vez pudiera generar una guerra fratricida entre nosotros como hermanos, ¿quién quiere la violencia, qué deja la violencia?, ¿qué le podemos ofrecer al país entre el camino de la racionalidad, de la lógica y el sentido común y el camino de la nada como dice Fernando Mires: ‘la abstención es la nada, la abstención no tiene utilidad, no tiene sentido, no ofrece salidas, es más no ha habido, dice este intelectual reconocido en el mundo, cuáles son los éxitos que puede exhibir la oposición venezolana y dónde no ha tenido éxito’. Todos los éxitos han sido electorales, no ha habido éxito sobre la abstención’, la no participación lo que se conoce como boicot en el ámbito internacional que también ha sido materia de estudios de extraordinarios politólogos que se han dedicado a analizar casos por casos en el mundo.
Ejemplos claros en el caso venezolano: ‘de los que dicen no participar, pero no ofrecen ninguna salida, ni hay un plan que nos convenza sobre qué vamos a hacer el día 21 (de mayo), la idea sonsa sería neutralizarnos y esperar que una fuerza militar extrajera, que sería algo vergonzoso para nosotros, venga a resolvernos los problemas o entonces alguien pudiera aspirar por una salida militar pensando que eso abona el camino a la paz, por el contrario; no hay golpe de estado bueno, no existe en ninguna parte, o el Grupo de Lima, países que están tan preocupados por nosotros porque la crisis se trasladó también a sus países, pero ellos tienen su forma de resolverlos nosotros los venezolanos tenemos los nuestros y una Constitución para ello.
Nosotros no queremos la violencia, no es la bala es el voto. Ahora de allí que nosotros ojalá en el nombre de Dios, que no queremos que ocurra seis años más de tragedia, seis años más de Maduro ¿quién lo quiere?. Tres millones de venezolanos han emigrado; bueno, y en diciembre serán 13 millones y el año que viene esto será una isla para ellos, quién puede hoy sostener buena argumentación que demuestra la viabilidad de una salida distinta a la constitucional, democrática-electoral, nadie lo puede lo sostener.
Allí están todos los estudios de opinión quieran esconderlos, quieran generar las presiones, que no yo no recibo en lo absoluto, pero eso de buscar decir mentiras, por ejemplo los que dicen: ‘¡pedimos observación internacional’!, pero vas a Naciones Unidas y dices: queremos que Naciones Unidas sobre la base de una comisión exploratoria, de evaluación que determine, que se entreviste con los factores que sostienen la tesis del abstencionismo, y los que sostienen la tesis de la participación, entrevístese con el órgano electoral, con el Gobierno, con todos. Después ustedes Naciones Unidas dígannos, si hay condiciones garantías o no y qué hacer y no sometemos a ello, pero eso mientras eso lo estamos haciendo nosotros, otro sector por los caminos verdes, de esos mismos de doble discurso, que dicen queremos observación fueron a decir, no, no vayan y mandaban comunicaciones, son los mismos que se ponen de acuerdo para implosionar, boicotear el sentimiento de la mayoría de los venezolanos que quiere cambio, pero lo quiere en paz, que quiere participar, así lo dicen los estudios de opinión la última encuesta: 65% de los venezolanos quiere participar con unas condiciones políticas que son más relevantes que las propias condiciones electorales, un Gobierno con el 80% de rechazo, un 65% de los venezolanos que quiere participar, un proceso hiperinflacionario en curso. No hay posibilidad de que ese Gobierno ni gane, ni pueda sostener la estabilidad del país.
—¿Por qué cree que en este mejor momento la oposición no se preparó para participar, no tenía un candidato, porque en algún momento 2018 iba a llegar y llegó, cuál es esa vocación autodestructiva de no querer medirse cuando ya en el 2015 tuvieron un éxito con este mismo CNE?
— Dos cosas: No es la oposición porque la oposición es el 80% que rechaza el desempeño del Gobierno, ésa es la verdadera oposición. Es parte una dirigencia desentendida de la realidad de una población, que no asume la política sino la antipolítica porque eso no existe, porque los políticos y los partidos tienen que ser intermediarios, interlocutores en las resoluciones de los problemas de la gente no esconderse, para evadir sus responsabilidad.
Los partidos de oposición en Venezuela no representamos el 16%, pero el 82% que es la verdadera unidad superior, no la unidad exclusiva de partidos, dice que queremos una salida y rechazamos a este mal Gobierno por incapaz, por inepto, ahora no me refiero a ese 16%, uno pudiera pensar, hablando con la verdad que es una sola, no hay medias verdades, si hubo de ocurrir que si el candidato fuera otro y no Henri Falcón mucha gente no estuviera pidiendo condiciones.
También opera allí el egoísmo, la mezquindad, el cálculo político y los intereses partidistas por encima de los intereses del país, eso no puede ser porque mientras piensan con ese criterio subalterno la mayoría de los venezolanos se están muriendo de hambre.
Muchos abuelos mueren de mengua porque no hay medicinas en el país, mientras ellos piensan de manera reducida, el problema de la mortalidad materna, infantil crece, y las universidades se están quedando vacías y la deserción escolar supera el 52%, los problemas de servicios no agua, no hay luz, no hay gas, éste es el único país donde compras dinero, por eso hablo de la racionalidad, es la razón más allá de la pasión, no es el momento de la política de partidos, es el momento del país y la prioridad que exige ese país es la resolución de sus problemas que son económicos y que esos problemas económicos han generado serios desequilibrios en el orden de lo social, dónde está la responsabilidad de la dirigencia política de este país que son los mismos que no le dicen a la gente con la verdad que es lo que vamos a hacer el día 21, ¿ver el techo? o vamos a querer, porque hoy la abstención se convierte en una forma de votos hacia Maduro, uno siente que no tiene sentido, para muchos pareciera que el adversario entonces es Henri Falcón y no es Nicolás Maduro.
— ¿Hay gente de la oposición que prefiere a Maduro que Falcón?
— Pareciera. Y entonces andan buscando ver como presionan y no hay presión contra Henri Falcón. no existe. Esta candidatura ganadora no tiene marcha atrás. Nosotros vamos a asumir la conducción de Venezuela y por eso hablamos de Gobierno de unidad, transición y salvación nacional. No es un Gobierno de mi partido, no es un Gobierno de partidos, no es el Gobierno de un hombre aquí se acabó la figura del mesías, el salvador es un Gobierno de la verdadera unidad nacional que recoja no solamente un sentimiento, sino también el intelecto, las capacidades, el compromiso, la responsabilidad frente al país, un Gobierno que transcienda los partidos, un Gobierno que resuelva, que solucione, un Gobierno que convoque a la paz, al encuentro, que convoque a la gran concertación como lo hiciera Chile en su momento, cómo es que esos pueblos lo lograron en condiciones mucho más adversas que las nuestras.
— Cuenta con el músculo electoral para proteger esos votos…
— Cuento con todos los venezolanos, y allí estamos haciendo un gran esfuerzo. Claro cuando tú tienes una planificación determinada por un diagnóstico, de allí entonces puedes prefigurar escenarios ideales que participáramos todos tal cual 2015, unidos de verdad, una sola narrativa, una sola línea discursiva, una organización y eso es poderoso porque eso puede abatir cualquier iniciativa de ventajas, de trampa, nadie puede desconocer que estamos frente a un Gobierno tramposo, un Gobierno derrotado ni siquiera derrotable, ya derrotado y he allí la diferencia entre las condiciones electorales y las condiciones políticas. Dónde se fragua la trampa, en la mesa, en los centros.
Por eso decía que es un primer escenario ideal, todos concurrimos, la coincidencia de los factores políticos de oposición frente al pueblo opositor, al pueblo venezolano. Ahora en ese sentido, un segundo escenario, puede ser aquella lógica que planteó el desarrollo de la inteligencia de la gente frente a un lineamiento abstencionista en 1952 con Jóvito Villalba. Una línea partidista, insistiendo en la abstención y una militancia que a la final le pasó por encima a los partidos y decidió asumir su papel histórico frente al país en aquel momento. Nosotros nos venimos reuniendo en todos los estados con dirigentes de base, dirigentes medios de todos los partidos PJ, de Voluntad Popular, de Un Nuevo Tiempo con todos, incluso, dirigentes de alto nivel donde las bases pudieran concursar en esa organización, de resguardo de la voluntad popular en los centros electorales.
Un tercer escenario, que lo vamos a trabajar con mucha fuerza, ¿cuántas horas pierde un abuelo para cobrar una pensión?, se levanta a las 2:00 de la mañana y recibe 20 mil bolívares, que no le alcanza para una empanada, a golpe de 10:00 de la mañana, ¿cuánto tarda una madre dando tumbos día a día para conseguir un kilo de harina de maíz subsidiado?, ¿cuánto recorre un familiar para conseguir un medicamento?. Ya la gente no va ni a los trabajos, la administración pública está desolada, la gente se retira y ni siquiera va a cobrar sus prestaciones , el salario lo pulverizó la hiperinflación, cuánta angustia, cuánta desesperanza, cuánta frustración hay en la gente, cuánto tiempo se invierte día a día (…) y yo pido un día de tu vida por Venezuela , no es solo ir a votar en esa estrategia de escenario de política estructurada. No es solo sufragar es ser guardianes de esa expresión originaria de la democracia, que tú puedas ser guardián en un centro, en una mesa, pero también en la calle. Eso lo estamos estructurando con una buena metodología, un esquema práctico que nos permita habilitar las nuevas tecnologías, el casa por casa.
— Y el voto asistido…
— No solo el voto el asistido, estamos hablando de los puntos rojos, cierres de centro, parabanes. Por eso digo, que no ha habido en los últimos 20 años de vida política en este país, y además de concurso de la oposición venezolana en función de generar una verdadera transformación sin este Gobierno mejor oportunidad que la que tenemos por delante, no la ha habido.
— Usted ha planteado una propuesta de transición que pasa por las elecciones , ¿y la venia militar que está bastante politizada y es Gobierno?
— Pero también es pueblo y pasa hambre (…), pero no solamente eso los cuarteles están mandando a los soldados a sus casas porque no hay comida en los cuarteles, el nivel de apresto operacional es muy bajo, nosotros somos una solución de alternativa para nuestros hermanos de la Fuerza Armada que también son pueblo, que tiene su familia que va al mercado, que padecen el día a día del ciudadano común, por eso no generalizamos cuando nos referimos a la Fuerza Armada Nacional, y por eso cuando planteamos un proceso de transición para la salvación en la unidad nacional.
Bueno, al día siguiente tiene que iniciar de verdad un espacio muy amplio de concertación en el país, la verdadera posibilidad de entendimiento, no puede ser caricatura, de diálogo aquellos nunca entienden el diálogo en la realidad de la gente sino en la realidad de sus cálculos, tiene que ser un diálogo productivo, eficaz, productivo, concreto, pero respetuoso, sincero y además ajustado a la expectativa de toda una población, no es posible, no será posible desarrollar acciones que permita de verdad recuperar la economía que es el verdadero problema de Venezuela en el marco de una situación de confrontación, de violencia, de pelea permanente.
De allí que nosotros entendemos que un primer paso tiene que ser, debe ser la estabilidad política de Venezuela para la gobernabilidad y eso pasa por acuerdos políticos que pudieran, incluso, llevarnos a hacer revisiones de la Constitución, y revisiones del marco legislativo para que pueda fluir la iniciativa privada, para poder tomar las grandes decisiones en la macroeconomía, un verdadero plan de estabilización macroeconómica y podamos adelantar un conjunto de acciones que permitan atender a los sectores vulnerables que son los grandes golpeados por un Gobierno que les ofreció el cielo y les dio un infierno.
— El 21 de mayo, aparte del equipo económico que ya está armado, quién sería su fórmula para Vicepresidente, qué haría además para solventar el hueco político que va a generar la salida del chavismo, si usted resultara vencedor…
— No queremos adelantarnos en señalamientos e individualidades, por ahora, porque llegará su momento que nos tocará mostrar a un equipo, un grupo de venezolanos, figuras que gozan de mucha credibilidad no solo por el respeto que tienen por la población, sino por su coherencia en el discurso y en la práctica. Ahora cuando nosotros planteamos un Gobierno de una unidad nacional, no queremos a un Gobierno de partidos, ni de cuotas, queremos un Gobierno de compromiso de intelecto, de capacidades.
— Algún chavista molesto podría estar allí…
— Un Gobierno de inclusión sin exclusión. Ahora nosotros hemos planteado una salida objetiva frente al país, sobre la construcción de un modelo que recoja no solamente la expectativa de la gente, sino también que recoja la necesidad en la toma de decisiones en las áreas que definimos como prioritarias: la economía, lo social. Por eso, cuando se ha planteado la dolarización de los salarios, que es un tema para el debate, es porque hay un equipo de 35 economistas trabajando, también estamos trabajando el tema de seguridad como un problema multifactorial que deviene también de los grandes desequilibrios de la economía, y estamos trabajando una política social activa, de allí la necesidad de condiciones de gobernabilidad para poder trabajar las tres áreas en paralelo; y cuando decimos dolarización del salario es porque es una realidad que todos los bienes y servicios están dolarizados en este país.
La dolarización no la estamos planteando como una propuesta aislada sino como un conjunto de decisiones de políticas económicas que permitan generar una estructura de recuperación el área más sensible que afecta a la mayoría de la población, ahora para ello en lo político tienes que generar confianza, las condiciones de seguridad jurídicas necesarias, restablecer las relaciones en el ámbito de la comunidad internacional con los socios estratégicos fundamentales, no puedes vivir tipo carrito chocón peleando con todo el mundo.
Se trata de una posibilidad cierta de generar las mejores condiciones para que la principal empresa estatal petrolera sea atractiva en el concurso de la inversión en el Estado y la inversión privada, recuperar Petróleos de Venezuela, despartidizarla; hacerla productiva y ello demanda inyección de recursos lo que quiere decir que nosotros tampoco tenemos complejos en acudir a financiamientos internacionales, multilaterales de los cuales Venezuela es parte, incluso, Banco Mundial, Banco Interamericano, el Fondo Monetario Internacional hemos conversado con ellos y hay que hacer una buena inyección de recursos, la necesaria reestructuración de la deuda externa, que permita la postergación de pagos sobre unas condiciones acordadas negociadas en esa materia, una revisión exhaustiva de todos estos procesos de expropiación y confiscación que acabaron con la capacidad productiva del país donde podamos reconocer la titularidad de por lo menos el 98, 5% de esos espacios expropiados que hoy no funcionan, las cementeras, Agroisleña que fueron confiscados porque ni siquiera fueron indemnizadas y donde el Estado más allá de indemnizarlos debe acompañarlos financieramente y de allí que, vamos a necesitar recursos y tenemos que ser muy eficientes en el manejo de los mismos y que puedan de verdad vayan a representar una salida con decisiones en el marco de una estabilidad política y esto tiene que conducirnos también a un conjunto de programas complementarios en el orden de lo social que puedan amortiguar en esos sectores los efectos de las decisiones que tenemos que tomar en materia económica, además de cero paquetazo.
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