Cumbre de presidentes de América o “cumbre borrascosa” – Por Milcíades Ruiz

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Por Milcíades Ruiz*

Como en la novela de la escritora británica Emilia Brontë “Cumbres Borrascosas”, la Cumbre de las Américas encierra contradicciones dramáticas latentes en nuestro continente. Latinoamérica ha sido maltratada por siglos por el potentado hacendado norteamericano. Es inevitable el rencor por tanta humillación, desprecio y falsos halagos, el atropello militar contra la soberanía de nuestros pueblos, el uso indigno de nuestros gobernantes adulones para sus planes hegemónicos, arrebato de territorios a Méjico, Cuba y Panamá, conspiración y financiamiento de golpes militares, castigos totalitarios contra la libertad de gobierno y mucho más.

La cumbre de las Américas a desarrollarse en Lima los días 13 y 14 de este mes, tiene como consigna política “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción” pero todos sabemos que los propósitos son otros primando los intereses estadounidenses que protegen a traidores corruptos como Toledo y a dictadores sangrientos de nuestro continente.

Será una edición más de esta escalofriante historia de sujeción que tiene como telón de fondo la doctrina Monroe de “América para los (norte) americanos”. EE UU está urgido de apoyo por la necesidad de recuperar el terreno perdido en su hegemonía. Necesita el respaldo incondicional de Latinoamérica pero ya es muy tarde, las condiciones han cambiado en su “patio trasero” haciendo irreversible la pluralidad de asociación comercial multipolar dejando atrás la unipolaridad que condiciona políticamente. El feudalismo político estadounidense está en los estertores de su agonía.

Ya desde 1885, cuando EE UU fracasó al tratar de imponer de contrabando la “Unión Aduanera” se encontró con resistencias legítimas a su enganche como comercio libre de un solo lado. José Martí alzó la voz para advertir que “tendría que declarase por segunda vez la independencia de América latina. Esta vez, para salvarla de Estados Unidos”.

Por muchos años utilizó a su antojo a la OEA hasta dejarla estéril. Lanzó entonces su proyecto “Cumbre de las Américas” – Miami 1994, al propio tiempo que ponía en marcha su estrategia de tratados de libre comercio para tener mercados cautivos. Empezó con México y Canadá creando el NAFTA y pretendió ampliarlo con el “Área de libre Comercio de las Américas” –ALCA, para el resto del continente, menos Cuba.

Pero esta jugada de sujeción tropezó con una fuerte corriente continental de gobiernos populares en Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Nicaragua, Uruguay, Chile. Bajo el liderazgo de Hugo Chávez, la pretensión norteamericana fue rechazada desenmascarando el contrabando en la IV cumbre realizada en Argentina en el 2005.

Y Chávez fue más allá creándose el ALBA –Alternativa Bolivariana de las Américas” y posteriormente UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas) y la CELAC- Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Todos estos organismos continentales sin la injerencia de EE UU. Se la tenía jurada a Venezuela.

Los países del ALBA resolvieron no asistir a la Cumbre de las Américas a realizarse en Panamá en el 2015 si no se admitía la presencia de Cuba. Obama cambió de estrategia con una hipócrita reconciliación y Raúl Castro acudió a la cita mostrando los documentos desclasificados de la CIA y sus métodos terroristas contra Cuba. A Obama le cayó toda una andanada de reproches y no le quedó otra que admitir como errores los sabotajes norteamericanos a la par que Raúl castro lo exculpaba de decisiones ajenas.

Se pensó que al fin de medio siglo volvía la paz con Cuba y se dejaba tranquila a Venezuela, pero no fue así. Todo fue solo una treta porque luego vendrían las represalias y sabotajes a Cuba y Venezuela. Entonces, ¿Qué podemos esperar de esta cumbre a realizarse en nuestro país impidiendo la presencia de Venezuela? ¿La gobernabilidad democrática del continente significa servilismo? ¿Qué beneficios vamos a obtener de esta mascarada? Si no nos sirve de nada, deberíamos repudiarla ¿No les parece?

Pero hay otro encuentro continental popular que va como contrapartida a la cumbre de gobernantes. Es la CUMBRE DE LOS PUEBLOS” a realizarse del 10 al 14 de este mes en la ciudad universitaria de San Marcos- Lima, como Gran Acto de Solidaridad que tiene como consigna: “Por la Articulación Social de Nuestra América” a la cual asistirán muchos movimientos populares de nuestro continente entre, organizaciones ancestrales, sindicales, estudiantiles, científicas, políticas, culturales, artísticas, trabajadores sectoriales, líderes de todos los ámbitos, etc.

Es una obligación moral que toda la izquierda esté presente y una exigencia la presencia de todos los parlamentarios identificados con las causas populares. Si no lo hacen, deberían recibir su merecido. Construir y potenciar el poder popular es nuestra opción si de verdad queremos vencer al imperialismo.

(*) Milcíades Ruiz es especialista en desarrollo rural.

La Patria

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