“Trump no pagaremos tu muro”, así recibieron al mandatario de EEUU en la frontera con México

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Los muros protegieron a Trump (además de los federales mexicanos)

La visita del presidente Donald Trump a San Diego California provocó protestas de mexicanos y estadounidenses en Tijuana.

El mandatario norteamericano fue a conocer los prototipos del muro que quiere poner en los límites con México ,una de sus promesas de campana mas populares entre sus seguidores.

Desde un día antes varios tractocamiones fueron colocados entre la actual cerca y los prototipos, bloqueando la vista de los manifestantes

Defensores de los migrantes planeaban quemar una piñata con el rostro de Trump para expresar su rechazo a la propuesta del Muro.

Pero se encontraron con un enorme despliegue policíaco en el que también participaron autoridades norteamericanas.

Por momentos parecía que los estadounidenses coordinaban las medidas de seguridad desde México mientras militares y policías vigilaban por encima de la malla divisoria.

La policía federal mexicana impidió que la protestas llegaran al límite territorial.
Les permitieron colgar sus mantas con consignas contra la política norteamericana, pero no eran visibles del lado estadounidense.

Manuel Galaviz es uno de los que vino de California para protestar desde México… Nació en Jalisco y llego ilegalmente a la Unión Americana cuando era niño.

Hoy es estudiante de posgrado en la Universidad de Texas y quiere que a las nuevas generaciones no se les niegue la oportunidad de progreso que él y su familia tuvieron.

Otros ciudadanos norteamericanos llegaron desde Los Ángeles pues en San Diego las protestas solo fueron permitidas en lugares designados por la autoridad y muy alejados del mandatario.

Sin mucho ruido pero de manera elocuente repudiaron a su presidente

Uriel González dirige el principal albergue para menores de edad en esta frontera y también permaneció en la colonia Las Torres frente a los prototipos aunque nunca vio a Donald Trump,

Esta convencido de que las actuales políticas norteamericanas están separando familias de manera injusta.

También llegaron medios de comunicación de México, de Estados Unidos y Agencias internacionales de noticias. Parecía que había más prensa que policías y más policías que manifestantes.

Al final la movilización se realizó sin incidentes mayores y los activistas se regresaron sin poder quemar su piñata .

Retiraron su pancartas de la malla mientras Donald Trump viajaba a Los Ángeles, su siguiente parada en California un estado que voto mayoritariamente contra él.

Pero a estos manifestantes probablemente ni los escuchó ni los vió.

Tijuana Press


Manifestación en Tijuana contra la llegada del presidente estadounidense Donald Trump


Si no tienen un muro, no tendrían país, dice Trump

Desde uno de los últimos coches de la caravana presidencial, Donald Trump sonreía y levantaba el pulgar. El presidente de Estados Unidos había estado casi una hora revisando los ocho prototipos de muro que se erigieron en un solar de San Diego (California), a escasos metros de territorio mexicano, y todos sus poros exultaban felicidad.

“Sin un muro no hay país”, repitió una y otra vez. Trump se puso su corbata roja característica, y se paseó por todos y cada uno de los modelos.

En una visita en la que estuvo EL UNIVERSAL, Trump preguntó mucho, gesticulando, aprobando y desaprobando. Sabía lo que estaba haciendo: toda su vida se dedicó precisamente a eso, a supervisar obras monstruosas que iban a estar relacionadas de por vida con su nombre.

Trump parecía un pavo real, desplegando sus plumas entre el fango del solar de construcción. Tenía lo que quería: una fotografía con su obra maestra, la más grande de sus promesas. El magnate inmobiliario admiraba el proyecto de su obra más deseada. “Lo mejor que hago es construir”, dijo.

El mandatario sabe lo que quiere y tiene algunos prototipos preferidos. El ideal estaría conformado por una parte inferior con una reja en la que se pueda ver a través de ella; arriba un bloque de hormigón, y un toque final con una estructura redondeada que sirva de elemento disuasorio para aquellos que quieran superarla por arriba.

Los prototipos han sido probados de todas las formas posibles, incluso con “escaladores de montañas profesionales” para evitar que fueran sobrepasados, explicó Trump. Se intuye que por eso quiere muros de más de nueve metros de alto, imponentes e impenetrables. “Pueden decir lo que quieran: esto es una cuestión de vida”, insistió el presidente. Lo es al menos para su ideario.

Trump basa parte de la movilización de su base electoral en la entrega a tiempo y con un presupuesto ajustado una muralla que evite el cruce de migrantes y drogas.

El nuevo muro, para el que todavía no tiene el dinero suficiente, tiene que servir precisamente para ello. “En México hay muchos problemas, mucho crimen. Y tienen a los cárteles [del narcotráfico]”, recordó.

Para los agentes de la Patrulla Fronteriza que estuvieron en el recorrido, el muro es fundamental.

“Funcionan”, repiten todos y cada uno de ellos, cansados de poner parches a las rejas metálicas que cada día, al amanecer, aparecen rasgadas.

“El muro será bueno incluso para Tijuana, que verá cómo no hay actividad [ilícita] en los alrededores de la valla”, explicó uno de ellos.

A lo lejos, al otro lado de una frontera que parecía parte de otro mundo, medio centenar de curiosos subieron a montañas de chatarra con carteles antiTrump. “No queremos el muro”, se oyó a lo lejos. “Fuera Trump”, gritó otro, en una petición inaudible.

Pero no todos estaban en contra. A poco más de una milla de distancia, y desde primera hora de la mañana, Jeannette López ondeaba una bandera roja con la palabra Trump. Hija de una inmigrante filipina —“llegó legal”, enfatiza—, explicó a EL UNIVERSAL que se escapó del de trabajo para saludar al presidente.

En su opinión, el magnate está haciendo un trabajo “espectacular” al frente del país. “Por fin está haciendo que Estados Unidos vuelva a ser lo que fue”, aseguró, feliz por tener un mandatario preocupado por la inmigración y dispuesto a construir un muro que es “totalmente necesario”.

A su alrededor, decenas de personas cantan un rap dedicado al muro que en una de sus estrofas dice: “Construye el muro, ya sea de dos, 10 o 100 metros de alto”, mientras sostienen carteles en favor de Trump y contra los inmigrantes.

A una distancia prudente de cuatro o cinco cuadras, los antiTrump dieron la bienvenida a la comitiva presidencial con carteles en los que se leían mensajes concretos como “traidor” e “idiota”.

El Universal


Un hombre rompe la bandera de México en EU

Un hombre, simpatizante de Donald Trump, rompió la bandera de México y estuvo a punto de quemarla mientras gritaba «Fuck mexicans», durante la visita del mandatario a California.

En un video publicado en las redes sociales se muestra al hombre que porta sandalias y una gorra y sudadera con el nombre de Trump pisoteando al símbolo nacional, mientras desgarra la bandera con unas llaves.

«A la mierda con los mexicanos, esto es Estados Unidos», gritaba el hombre con visibles rasgos asiáticos y tez morena.

Mientras rompía y pisoteaba la bandera de México, las personas alrededor de él lo animaban a quemarla, «ellos quemaron nuestra bandera en su país, hay que quemar la suya en el nuestro», gritaba un hombre.

«Estados Unidos, Estados Unidos, quémenla, quémenla», gritaban otros.

En otra parte del video se muestra a una mujer que le da al hombre que rompió la bandera un encendedor para quemarla, ante esto, otra simpatizante se acerca e impide que le prenda fuego.

Las protestas en contra y a favor del mandatario se dieron durante la visita de Trump a San Diego, California, para supervisar los ocho prototipos del muro fronterizo.

Milenio


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