Cuba: ¿Por qué votamos el 11 de marzo? – Por Andrés García Suárez

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Andrés García Suárez*

No pregunto por quién, sino por qué. La decisión de elegir tal o cual candidato corresponde a cada uno de nosotros, ciudadanos cubanos con mayoría de edad. Los hemos propuesto y aprobado nosotros mismos en nuestros barrios. Nos los proponen en otras instancias las Comisiones Electorales integradas por compañeras y compañeros de las organizaciones de masas. Sabemos que elegiremos personas confiables, con valores personales y condiciones revolucionarias. De entre ellos elegiremos a los que tienen méritos reales. No está la influencia de millonarios y politiqueros que son los que gobiernan en sociedades capitalistas. Los de más edad padecimos eso durante medio siglo antes de 1959, cuando nadie nos respetaba. Hoy el mundo respeta y agradece a Cuba.

Votaremos por quienes sean expresión de los valores que recoge la concepción de Revolución, lo que necesitamos para que desempeñen funciones de dirección política en nuestra sociedad, la cual transita por un proceso de transformación socialista, cuyo objetivo es llevar adelante esa evolución con nuestros propios esfuerzos, y con una actividad mucho más eficiente que la simple administración de la sociedad. Los que elijamos deben ser capaces de conducir al pueblo a la actuación de todos, en función de nuestras necesidades familiares, y del progreso de la sociedad en su conjunto. Es justo defender la posibilidad de transformarnos nosotros mismos. Hacerlo más eficientemente. Regresar al pasado es morir. ¿Cómo vamos a creer en los yanquis que siempre nos han agredido?

Por eso mi pregunta no es por quién, sino ¿por qué votamos el 11 de marzo?

En primer lugar, por nuestra libre y espontánea voluntad de ciudadano o ciudadana que poseemos ese derecho y aceptamos esa responsabilidad. Evadir esa obligación moral es desaprovechar la oportunidad de mostrar nuestra confianza en el futuro mejor de nuestra Patria, que es posible. No hacerlo, es ser desagradecido. Los agradecidos, acompañan a Fidel. Y votan.

Votamos, para que no nos ocurra como a algunos otros pueblos hermanos latinoamericanos que se dejaron confundir, y perdieron lo ganado por gobiernos progresistas y regresaron al pasado del capitalismo feroz. Ahora sufren. No es lo mismo cuando gobiernan mandatorios de clase, revolucionarios, que cuando los ricos retoman el poder y vuelven a expoliar a los desposeídos. No es lo mismo, gobierno del pueblo que gobierno de minorías de explotadores capitalistas.

Si mantenemos el poder del pueblo podremos resolver todos los errores y defectos que podamos tener. Si perdemos el poder del pueblo, lo habremos perdido todo: dignidad, escuelas, hospitales, viviendas, cultura, dicha, seguridad social…; y entonces volveremos a tener a los yanquis metidos en casa. Ellos, quienes nos han menospreciado y despreciado siempre. Votamos para que Trump, ese que ha dicho sobre los latinos, caribeños y africanos que somos “pueblos de mierda”. ¡Por favor, no nos de órdenes!

Votamos, para no dejar morir la idea, la memoria de nuestro invicto Fidel; para no perder jamás las esencias heredadas de los padres fundadores quienes indicaron el camino de la resistencia y el triunfo final, el cual alcanzaremos nosotros mismos, sin injerencias ni mentiras de los que siempre nos aplastaron. Para poder mantener y desarrollar la economía patria y las libertades plenas de nuestros hijos y nietos. Para que ellos tengan la oportunidad de forjar su país y no debérselo más que a nuestros mártires y a sus propios esfuerzos.

Votamos por el fortalecimiento del sistema de Gobierno, desde la base hasta el Parlamento, para dinamizar y empoderar la mayor participación ciudadana, con toma de decisiones y mayor control, con más democracia socialista. Eso es continuar para poder decidir mejor en nuestro país. Tenemos que votar para poder mejorarnos.

Votamos, para que Cuba y los cubanos podamos vivir en paz y tranquilidad ciudadana; en aras de seguir forjando la Patria de todos. Votamos, en este proceso de elecciones generales, sosteniendo en alto el puño de la unidad y el protagonismo del pueblo, y para celebrar la más grande y feliz fiesta de la verdadera democracia. ¡Votamos por Cuba y nosotros en ella!

(*) Escritor.

5 Septiembre


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