Entrevista a Carlos Negret, Defensor del Pueblo de Colombia: «Pedimos a los excombatientes que construyan desde la legalidad”

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Entrevista a Carlos Negret, Defensor del Pueblo de Colombia

Por Luca Guillén, de la redacción de NODAL

El abogado Carlos Alfonso Negret Mosquera es el actual Defensor del Pueblo de Colombia. Su gestión está marcada a fuego por la celebración de los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc y su proceso de implementación.

En 2016 y tras 52 años de guerra, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el gobierno de Juan Manuel Santos firmaron la paz. Luego de abandonar las armas y la selva, la organización se integró a la vida civil. Pero los territorios que eran ocupados antiguamente por las Farc se convirtieron en eje de conflictos. La llegada de nuevos grupos armados, fuerzas armadas, paramilitares, y conjuntos sublevados de las ex guerrillas forjaron un nuevo conflicto armado en zonas de comunidades como Tumaco.

Desde entonces, los líderes comunales y sociales fueron los más vulnerados, amenazados y atacados. El primer año de la labor de Negret como Defensor del Pueblo, asesinaron a cerca de 200 líderes en todo el país.

-Un informe de Indepaz asegura que solo en enero fueron asesinados 23 líderes sociales en Colombia, que se suman a los más de cien registrados el año pasado. ¿A qué se debe la sistematicidad en el tiempo de este tipo de crímenes? ¿Qué vínculo tiene con el postconflicto?

La sistematicidad en el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos le corresponde establecerla a la Fiscalía General de la Nación, que viene trabajando en la investigación de los casos. En lo que le corresponde a la Defensoría, podemos decir que estas violaciones a los derechos humanos son generalizadas al tener un número significativo de víctimas, pertenecientes a grupos de características semejantes, y sucedidas en un mismo periodo y espacio geográfico. Por ejemplo, muchos de ellos han sido víctimas de violaciones a sus derechos en zonas donde antes hacía presencia la guerrilla de las FARC y hoy están llegando otros grupos armados ilegales. En el marco del seguimiento permanente que hacemos del tema, presentamos el 30 de marzo de 2017 el informe de riesgo 010 sobre Líderes Sociales, donde se advierte que a esa fecha había cerca de 500 ciudadanos amenazados, entre ellos Víctor Alfonso Castilla y Bernardo Cuero, que fueron asesinados el 25 de mayo y el 7 de junio, respectivamente.

-¿Y qué balance hace de la implementación de los acuerdos de paz con las Farc?

El proceso de implementación necesita paciencia. Sabemos que es difícil, pero necesario para llegar a la paz. Desde la órbita humanitaria, hemos visitado los actuales Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en donde se han ubicado los excombatientes en diferentes zonas del país. Hemos hecho llamados permanentes al Gobierno para que llegue con toda la oferta institucional -en lo social y de seguridad – para suplir las necesidades de estos colombianos que tomaron la decisión de dejar sus armas y entrar en el debate de las ideas. Y a los excombatientes les hemos dejado el mensaje que con paciencia sigan construyendo sus proyectos desde la legalidad.

-Actualmente, ¿en qué momento se encuentran los diálogos de paz entre el gobierno y el ELN?

La Defensoría no hace parte de las mesas o procesos de negociación con el ELN, pero hacemos seguimiento en el terreno, con nuestros defensores comunitarios, a la realidad que vive la sociedad ante las acciones violentas que se han presentado. Recientemente realizamos una Misión de Verificación Humanitaria en el rio Atrato, en los departamentos de Chocó y Antioquia. Las comunidades manifiestan que el ELN provoca confinamiento, recluta a sus jóvenes indígenas y amenaza las actividades propias de los campesinos de la región, entre otras vulneraciones a sus derechos. Ante esa realidad les hemos dicho a sus líderes que no promuevan los paros armados, que no confinen a la gente, no amenacen; que permitan que vivan en los resguardos como lo hacían antes y a las comunidades afrodescendientes que permanezcan en sus consejos comunitarios con alegría y tranquilidad. Se equivoca esta guerrilla si cree que con estas acciones va a presionar al Gobierno para concretar un acuerdo que traiga la paz completa a Colombia.


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