Ecuador: Correa declaró ante la Justicia y denunció “persecución política”

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La Fiscalía del Guayas se convirtió, este lunes 5 de febrero de 2018, en el sitio de concentración para simpatizantes y detractores del expresidente Rafael Correa, quien llegó a esa instancia para rendir su versión sobre el caso Petrochina.

La Fiscalía, ubicada en la calle Córdova y Víctor Manuel Rendón, junto a iglesia La Merced, fue cercada desde horas de la mañana previo al arribo del exmandatario. En el sitio se reportó lanzamiento de huevos desde edificio aledaños a la entidad de justicia. El ambiente estuvo marcado por el grito de consignas de ambos bandos políticos.

Correa llegó a las 10:00 protegido por una capa de escudos policiales al bajar del vehículo que los transportaba; mientras que Hernán Ulloa, representante de Fernando Villavicencio (denunciante del caso), informó que fue impedido de ingresar a la declaración por parte del fiscal Fabián Salazar debido a que “Villavicencio no fue considerado como denunciante y por ende no es parte procesal”.

Según el abogado, el denunciante tenía previsto realizarle 68 preguntas al exgobernante, pero al no poder salir de Quito por la restricción judicial en su contra, se la habría entregado para que él las ejecute.

Una vez instalada la reunión con los medios, Correa defendió los contratos con la petrolera e indicó que fueron “beneficiosos” para el país. Según el exgobernante, solo aprobó “una transacción de petróleo” en 2010 y descalificó las declaraciones de Villavicencio, quien denunció que hubo presuntas irregularidades que dejaron pérdidas por 2.200 millones de dólares al Estado.

“Me llamaron a testificar también por la entrevista que di en Quinindé días atrás y no dicen absolutamente nada de la agresión de la que fuimos víctimas de mano de personas con antecedentes penales y claras vinculaciones políticas”, dijo Correa, quien se quejó de que Fundamedios no denunció esos actos de violencia.

Durante sus declaraciones también defendió a “sus ministros”: “Tuve más de 100 ministros durante mi gobierno. Mosquera era parte del equipo de Alberto Acosta. Los casos de corrupción son transnacionales, los medios callan el trabajo que hicimos para combatir la corrupción institucionalizada que encontramos”.

Expreso


68 preguntas para Rafael Correa sobre Petrochina

Afuera de la Fiscalía del Guayas hubo gritos y los policías reforzaron la seguridad. Cerca de las 10:00 de este 5 de febrero del 2018, agentes equipados con cascos, toletes y escudos protectores escoltaron al expresidente Rafael Correa, convocado para que testificara dentro del caso Petrochina.

La entrega de su versión duró cerca de tres horas, entre altercados provocados por quienes lo siguen y se oponen a él.

En una esquina de la Fiscalía aparecieron restos de huevos estrellados en la pared. Un manifestante llegó con un disfraz simulando la apariencia de una rata. En el traje se leían mensajes contra Correa. Otro grupo gritaba a su favor y lo defendía.

En la tarde, el exjefe de Estado desestimó la denuncia del exsindicalista petrolero Fernando Villavicencio, quien ha dicho que la venta anticipada de crudo ha causado al país un perjuicio de 2 200 millones.

En la Fiscalía aparecieron Alexis Mera, Pierina Correa, Marcela Aguiñaga, Paola Pabón y Ricardo Patiño. Solo después de la comparecencia se supo que respondió 68 preguntas, basadas en 88 páginas presentadas por Villavicencio.

Sentado frente a Mera, Correa reconoció que en el 2010 firmó una de las operaciones de financiamiento con pago de petróleo, cuando todavía estaba vigente la Ley de Administración Financiera y Control.

Según el exmandatario, luego esa ley fue derogada en agosto, cuando entró en vigencia el Código de Finanzas Públicas, “que ya no exigía la autorización del Presidente para esta clase de operaciones”. “Es una barbaridad. Yo firmo una de esas operaciones en el 2010 y me acusan hasta las del 2016”.

Esta indagación se abrió en el 2016, cuando la Fiscalía era manejada por Galo Chiriboga.

Desde enero, los investigadores han recogido la versión de Villavicencio y del empresario Enrique Cadena.

Tras testificar, el expresidente insistió en que las operaciones fueron beneficiosas para el país, aunque dijo no conocer al detalle de cuánto fue el descuento, ni el coste del flete, ni el mecanismo que aplicaron sus equipos técnicos. “No tengo por qué desconfiar de nuestros equipos”.

Correa recordó que, a más de sus equipos, participaron el China Development Bank, Petrochina y las firmas de asesoría internacional Hogan Lovells y Arthur D. Little. Calculó que las operaciones suman cerca de USD 19 000 millones.

Dentro del expediente también debía comparecer Nilsen Arias, exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador, pero no acudió en la mañana. Él firmó la mayoría depreventas con Petrochina (cuatro de siete). Con ellas, el país se comprometió a vender a esa empresa 763,8 millones de barriles de crudo hasta el 2024. De esos, Arias firmó contratos que comprometieron 333 millones de barriles de petróleo.

Lo hizo de forma directa y sin concurso, amparado en poderes especiales otorgados por los gerentes de esa petrolera, en alianzas estratégicas y convenios especiales entre Ecuador y China. También firmó dos preventas con Unipec, de China, y avaló otros contratos que no firmó: uno de Unipec, dos de Petrotailandia y dos más de Petrochina.

Mediante las preventas, el Fisco obtuvo recursos para su presupuesto a cambio de que Ecuador comprometa la venta futura de su producción de petróleo con empresas chinas y tailandesas. La firma de estos contratos fue recurrente en el Gobierno anterior, que llegó a suscribir 13 acuerdos.

Un informe de Contraloría del 2016 determinó que las condiciones de dos contratos con Unipec y uno con Petrotailandia no se sustentaron en informes técnicos y estudios de mercado. Según el ente de control, el Gerente de Comercio Internacional no sustentó la conveniencia ni los beneficios de los acuerdos.

Las condiciones también fueron cada vez menos favorables para el país. El examen especial de Contraloría determinó que el premio pactado por Ecuador y China en la venta de cada barril “no fue fijado técnicamente”. Este valor extra que Petrochina paga a Ecuador por cada barril se redujo a lo largo de los años.

El contrato con Petrochina, que Arias firmó en el 2010, contempló un premio de USD 0,745 por barril. En el contrato suscrito con esta misma empresa se aceptó un valor adicional de USD 0,25 por barril.

Según Contraloría, el Gerente de Comercio tampoco proporcionó información y documentación de respaldo respecto al análisis para la determinación de los volúmenes de barriles de crudo comercializados.

En contexto
Entre el 2009 y el 2024, Ecuador se comprometió a vender 763,8 millones de barriles de petróleo a China. Este volumen equivale a la producción del país de casi cuatro años. El tema es investigado en la Fiscalía General del Estado desde el 2016.

El Comercio

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