Deforestación en 2017 en Perú equivale a 200 mil campos de fútbol
Por Yvette Sierra Praeli
Un reciente informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés), basado en el análisis de imágenes satelitales, presenta el panorama de la deforestación en el Perú durante el año 2017.
De acuerdo con el reporte, la pérdida de bosques en la Amazonía peruana durante el 2017 alcanzó la cifra de de 143 425 hectáreas, es decir, el equivalente a 200 000 campos de fútbol.
Según las imágenes satelitales publicadas por MAAP son cinco los sectores más deforestados en Perú: Ucayali y Huánuco en la Amazonía centro; Madre de Dios en la Amazonía sur; el noreste de la región San Martín y el sector de Santa María de Nieva en la región Amazonas.
Según esta evaluación, las principales causas de la deforestación de la Amazonía peruana corresponden a la actividad agropecuaria, agricultura y ganadería; además de la expansión de la palma aceitera y la minería aurífera.
Matt Finer, investigador principal de MAAP, señaló a Mongabay Latam que gracias a la nueva tecnología de alertas tempranas, por primera vez se tiene un panorama completo de lo que pasó el año anterior. “Históricamente, teníamos que esperar meses y años para conocer los niveles de deforestación que se había alcanzado cada año”.
Agregó que el análisis satelital ha permitido conocer que en todas las zonas se repiten los mismos patrones para la deforestación y que las causas más importantes son la agricultura y ganadería de pequeña y mediana escala; la minería aurífera; y palma de gran escala.
Panorama de la Amazonía peruana
En las regiones de Ucayali y Huánuco, se estima que la deforestación alcanzó las 23 240 hectáreas durante el 2017. “En esta zona, los principales drivers serían ganadería y palma aceitera”, indica el reporte.
Por su parte, Madre de Dios, una de las regiones con mayor deforestación en el Perú, presenta una importante pérdida forestal que se relaciona con la carretera Interoceánica y que se registra también en la frontera con Brasil.
En la zona que corresponde a la Interoceánica se calcula una deforestación de 11115 hectáreas y las principales causas serían la minería aurífera y la actividad agrícola (al norte de la carretera). Mientras que, en el sector de Iberia, la pérdida de bosques alcanzó 3220 hectáreas, principalmente por actividad agrícola, debido al aumento de cultivos como maíz, papaya, y cacao, según refieren fuentes locales, indica el informe de MAAP.
Un proyecto de agricultura a gran escala en el noreste de San Martín ha ocasionado la deforestación de 740 hectáreas durante los últimos meses del 2017. De acuerdo con la información de MAAP, el Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente confirmó que se trata de una nueva plantación de palma aceitera en el límite de las regiones San Martín y Loreto.
Un nuevo hotspot de deforestación se ha ubicado también en la región de Amazonas, en el distrito de Nieva, a lo largo de la carretera Bagua-Saramiriza. En esta zona, la pérdida boscosa fue de 1135 hectáreas en el 2017. La causa parece estar relacionada a las actividades de agricultura y ganadería, señala el reporte.
Pese a que la cifra de pérdida de bosque del 2017 es inferior a las 164 662 hectáreas reportadas el año anterior, que representa una reducción del 13 %, a los expertos consultados les preocupa que los índices de deforestación de la Amazonía sigan siendo tan altos y que se continúen detectando nuevas zonas en las que se están perdiendo bosques.
Para Claudio Schneider, director técnico de Conservación Internacional, la deforestación en el Perú mantiene niveles altos. “Si bien se han hecho esfuerzos para mejorar el monitoreo, porque ahora tenemos datos más confiables sobre deforestación; todavía no se hace lo suficiente para detener la pérdida de bosques”.
Comentó que se trata de un tema complejo y que la Amazonía peruana sigue siendo una zona descuidada con una gobernanza débil. “Mientras no se trabaje en un ordenamiento territorial, en la titulación de la tierra y en coordinación con las comunidades indígenas y otros sectores de la población, la Amazonía seguirá siendo, un poco, tierra de nadie”, dijo Schneider y agregó que esta desorganización es una puerta abierta para actividades ilegales como la minería y la tala.
El experto de Conservación Internacional considera que para avanzar en la lucha contra la deforestación el Estado debería emprender una campaña más fuerte de titulación de territorio para formalizar los derechos sobre tierras y bosques, además de una coordinación multisectorial entre todos los sectores de manera directa o indirecta están relacionados con el problema.
Este artículo fue originalmente publicado en Mongabay