Perú: junto a Kuczynski, el Papa advierte sobre amenazas como la corrupción y la minería ilegal
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El papa Francisco pidió impulsar la lucha contra la corrupción en el Perú
El papa Francisco dio un discurso este jueves en Palacio de Gobierno, en el que fue su primer acto oficial en Lima desde su llegada al país la tarde del día anterior. En presencia del presidente Pedro Pablo Kuczynski y otros representantes del Estado, el Sumo Pontífice destacó la riqueza cultural del Perú y su biodiversidad, pero también advirtió sobre amenazas como la corrupción y la minería ilegal.
Francisco abogó por impulsar una “ecología integral” para reemplazar a “un modelo de desarrollo ya caduco” y recordó que la lucha contra la corrupción, “exige el compromiso de todos”.
Al inicio de su discurso, el Papa dijo que el Perú es un “pueblo que mantener y enriquecer su sabiduría ancestral a lo largo del tiempo” y agradeció a PPK por su invitación al país y por el discurso de bienvenida que precedió al suyo. “Vengo al Perú bajo el lema ‘Unidos por la esperanza’. Permítanme decirles que mirar esta tierra es de por sí un motivo de esperanza”.
Las riquezas del Perú
El Papa destacó que la Amazonía es “el mayor bosque tropical y el sistema fluvial más extenso del planeta” y “una de las zonas de gran biodiversidad en el mundo”. “Poseen ustedes una riquísima pluralidad cultural cada vez más interactuante que constituye el alma de este pueblo”, agregó. Como parte de esta “alma marcada por valores ancestrales” mencionó la hospitalidad, el aprecio por el otro, el respeto y gratitud con la madre tierra, la creatividad, la responsabilidad comunitaria y la solidaridad, “mostradas tantas veces ante las diversas catástrofes vividas”.
Francisco se dirigió luego a los jóvenes, señalándolos como “el presente más vital que posee esta sociedad”. “Con su dinamismo y entusiasmo invitan a soñar con un futuro esperanzador que nace del encuentro entre la sabiduría ancestral y los ojos nuevos de la juventud”. “La esperanza en esta tierra tiene rostro de santidad”, comentó después al recordar que Perú “engendró varios santos que han abierto caminos para todo el continente”. Como ejemplo, nombró a San Martín de Porres como un “hijo de dos culturas” que “mostró la fuerza y la riqueza que nace en las personas cuando se concentran en el amor”.
Un nuevo modelo
Francisco sostuvo que el Perú tiene “la responsabilidad de mantenerse unido precisamente para defender, entre otras cosas, todos estos motivos de esperanza”. Sin embargo, advirtió que sobre esta esperanza se cierne una amenaza. “Estamos despojando a la tierra de los recursos naturales sin los cuales no es posible la vida. La pérdida de selvas y bosques implica no solo la pérdida de especies (…) sino una pérdida de relaciones vitales que terminan alterando todo el ecosistema”.
Para Francisco, la degradación del medio ambiente no se puede separar de la degradación moral, por lo que la depredación de la naturaleza “altera el entramado vital que constituye la nación”.
“La corrupción es evitable”
Papa citó a la minería informal como ejemplo de estas amenazas a la naturaleza. “La minería informal se ha vuelto un peligro que destruye la vida de las personas. Los bosques y los ríos son devastados con toda la riqueza que poseen”.
Tras esto, se centró en la corrupción. “Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y las democracias de este continente ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados”. Ante esto, pidió que lo que se haga para enfrentarla reciba “la mayor las ponderaciones y ayudas” y aseguró que “esta lucha nos compromete a todos”.
“’Unidos para defender la esperanza’ implica mayor cultura de transparencia entre entidades públicas, sector privado y sociedad civil. Nadie puede resultar ajeno a este proceso. La corrupción es evitable y exige el compromiso de todos”.
Pedido a las autoridades
El Papa exhortó así a quienes “ocupan algún cargo de responsabilidad” a esforzarse en darle al país “la seguridad que nace de sentir que Perú es un espacio de esperanza y oportunidad, pero para todos y no para unos pocos; para que todo peruano y peruana pueda sentir que este país es suyo, en el que puede establecer relaciones de fraternidad y equidad con su prójimo (…), una tierra en la que pueda hacer su propio futuro”. Todo esto con el objetivo de forjar “un Perú que tenga espacio para todas las sangres [referencia a José María Arguedas] en el que pueda realizarse la promesa de la vida peruana [referencia a Jorge Basadre]”.
Como cierre de su discurso, Francisco mencionó el compromiso de la Iglesia con el país para “seguir trabajando para que Perú continúe siendo una tierra de esperanza”. “Que Santa Rosa de Lima interceda por cada uno de ustedes y por esta bendita Nación” concluyó.
Papa Francisco afirma que la minería ilegal genera esclavitud y violencia sexual
El Papa Francisco manifestó hoy, ante las comunidades nativas reunidas en Puerto Maldonado, que existe una devastación de la vida, producida por la minería ilegal, que genera la trata de personas y la violencia contra adolescentes y mujeres.
Durante su discurso refirió que la defensa de la tierra “no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida”, al recordar el sufrimiento que padecen estos pueblos por el derrame de hidrocarburos que contamina su medio natural.
“La defensa de la tierra no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida. (…), paralelamente, existe otra devastación de la vida que viene acarreada con esta contaminación ambiental propiciada por la minería ilegal. Me refiero a la trata de personas: la mano esclava o el abuso sexual”, dijo.
El Sumo Pontífice sostuvo que la violencia contra las adolescentes y contra las mujeres «es un clamor que llega al cielo».
“Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios, preguntándonos a todos: ¿dónde está tu hermano?, ¿dónde está tu hermano esclavo?, no nos hagamos los distraídos, hay mucha complicidad. ¡La pregunta es para todos!”, expresó.
Interlocutores
Asimismo, señaló que los pueblos nativos deben ser los principales interlocutores en un diálogo intercultural, sobre todo a la hora de avanzar en proyectos que afecten “sus espacios”.
Indicó que resulta imprescindible generar esfuerzos para desarrollar “espacios institucionales” de respeto, reconocimiento y diálogo con estos pueblos, asumiendo y rescatando la cultura, tradiciones, derechos y espiritualidad, que les son propias.
“Un diálogo intercultural donde ustedes sean los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en proyectos que afecten sus espacios. El reconocimiento y el diálogo será el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación”, aseguró.
En ese sentido, explicó que era justo reconocer que existen “iniciativas esperanzadoras” que surgen de las bases y organizaciones que los representan, que propician la participación de los propios pueblos originarios y comunidades como “guardianes de los bosques y recursos”.
El Santo Padre explicó que si para algunas personas los pueblos nativos son considerados un “obstáculo o estorbo”, con “sus vidas son un grito a la conciencia de un estilo de vida que no logra dimensionar los costes del mismo”.
Esterilizaciones
Por otro lado, solicitó que los Estados implementen políticas de salud interculturales, donde se tengan en cuenta la realidad y cosmovisión de los pueblos, promoviendo profesionales de su propia etnia.
“Para que sepan enfrentar la enfermedad desde su propia cosmovisión y como lo he expresado en el ‘Laudato si’, una vez más, es necesario alzar la voz a la presión que organismos internacionales hacen sobre ciertos países para que promuevan políticas de reproducción ‘esterilizantes’”, agregó.
Según el Santo Padre, estas políticas se dan de una manera “más incisiva” en las poblaciones aborígenes, promoviendo la esterilización de las mujeres “en ocasiones con su desconocimiento”.
Papa Francisco: no se puede «naturalizar» la violencia hacia las mujeres
El Papa Francisco manifestó hoy que Madre de Dios no es una “tierra huérfana, sino que es la tierra de la madre”, además de exhortar a superar los problemas que aquejan a la Amazonía mediante la organización de movimientos y comunidades.
“Lo primero que me gustaría transmitirles es que esta no es una tierra huérfana, es la tierra de la madre. Y si hay madre, hay hijos, hay familia, hay comunidad. Y donde hay madre, familia y comunidad no podrán desaparecer los problemas, pero seguro que se encuentra la fuerza para enfrentarlos de una manera diferente”, dijo el Papa Francisco.
Sostuvo que es doloroso constatar cómo hay “algunos” que quieren apagar esta certeza y volver a Madre de Dios una “tierra anónima, sin hijos, una tierra infecunda”, un lugar fácil de comercializar y explotar.
“Por eso nos hace bien repetir en nuestras casas, comunidades, en lo hondo del corazón de cada uno: ¡esta no es una tierra huérfana!, ¡tiene madre!”, afirmó el Sumo Pontífice.
“Esta buena noticia se va transmitiendo de generación en generación gracias al esfuerzo de tantos que comparten este regalo de sabernos hijos de Dios y nos ayuda a reconocer al otro como hermano”, agregó.
Cultura del descarte
El Papa Francisco recordó que en varias ocasiones se ha referido a la cultura del descarte, que no se conforma solamente con excluir, sino que avanzó silenciando, ignorando y desechando todo lo que no le sirve a sus intereses, y que pareciera que el consumismo alienante de algunos no logra dimensionar el sufrimiento asfixiante de otros.
“Es una cultura anónima, sin lazos, sin rostros, una cultura sin madre que lo único que quiere es consumir. Los bosques, ríos y quebradas son utilizados hasta el último recurso y luego dejados baldíos e inservibles. Las personas son también tratadas con esta lógica, son usadas hasta el cansancio y después dejadas como inservibles”, dijo.
“Pensando en estas cosas, permítanme detenerme en un tema doloroso. Nos hemos acostumbrado a utilizar el término ‘trata de personas’, pero en realidad deberíamos hablar de esclavitud, esclavitud para el trabajo, esclavitud sexual, esclavitud para el lucro”, añadió.
Violencia contra las mujeres
El Sumo Pontífice señaló que duele constatar cómo en esta tierra, que está bajo el amparo de la Madre de Dios, tantas mujeres son tan desvaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias.
“No se puede ‘naturalizar’ la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades. No nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes, sean ‘pisoteadas’ en su dignidad”, indicó.
El Papa Francisco señaló que varias personas han emigrado hacia la Amazonía buscando techo, tierra y trabajo, además de un futuro mejor para sus familias, abandonando sus vidas humildes, pero dignas.
“Muchas de ellas, por la promesa de que determinados trabajos pondrían fin a situaciones precarias, se basaron en el brillo prometedor de la extracción, de la extracción del oro. Pero el oro se puede convertir en un falso dios que exige sacrificios humanos”, explicó.
“Los falsos dioses, los ídolos de la avaricia, del dinero, del poder, lo corrompen todo. Corrompen la persona y las instituciones, también destruyen el bosque. Jesús decía que hay demonios que, para expulsarlos, exigen mucha oración. Este es uno de ellos”, afirmó.
Organización
El Sumo Pontífice animó a los pueblos de la Amazonía a que se sigan organizando en movimientos y comunidades de todo tipo para ayudar a superar estas situaciones, y también a que, desde la fe, se organicen como comunidades eclesiales de vida en torno a la persona de Jesús.
“Desde la oración sincera y el encuentro esperanzado con Cristo podremos lograr la conversión que nos haga descubrir la vida verdadera. Jesús nos prometió vida verdadera, vida auténtica, eterna. No ficticia como las falsas promesas deslumbrantes que, prometiendo vida, nos llevan a la muerte”, sostuvo.
“Tengo esperanza en ustedes, en el corazón de tantas personas que quieren una vida bendecida. Han venido a buscarla aquí, a una de las explosiones de vida más exuberantes del planeta. Amen esta tierra, comprométanse y cuídenla. No la usen como un simple objeto, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a sus hijos”, concluyó.