Mario Abdo Benítez, candidato presidencial: «En Paraguay se siente que la democracia está al servicio de una pequeña minoría»

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El candidato a la presidencia de Paraguay, Mario Abdo Benítez busca dejar atrás el pasado. Como hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, afirma, sin embargo, contar con «credenciales democráticas en su lucha política». Así afirma que «la gente en Paraguay siente que la democracia está al servicio de una pequeña minoría y no del gran pueblo»

Benitez se postula a la presidencia por el gobernante Partido Colorado para los comicios nacionales del próximo abril.

Stroessner gobernó al país con mano de hierro durante 35 años. El padre de Benítez fue uno de sus colaboradores más preciados. El candidato intenta ahora distanciarse de esa historia familiar.

Con una campaña basada en fuertes críticas al gobierno de Horacio Cartes, se enfoca en el futuro, busca recuperar los valores republicanos y acabar con la corrupción que domina al país. Es empresario del sector de la construcción y licenciado de Marketing en Connecticut, Estados unidos.

¿A qué se debe la visita a Buenos Aires?

Vinimos a visitar a nuestros compatriotas que se encuentran viviendo acá. Hace unos años atrás promulgamos la ley del voto en el exterior y Buenos Aires se convirtió en un distrito electoral, es significativo en términos de números pero también por la influencia que tiene. Para nosotros, Gran Buenos Aires, por la presencia de más de dos millones de paraguayos, se convierte prácticamente en un departamento más del país. También vinimos para agradecer porque tuve un gran triunfo acá, el más significativo de toda la campaña.

La corrupción es un grave problema en el país, ¿Cómo planea atacarlo?

La corrupción es un flagelo que destruye la capacidad de desarrollo de nuestro pueblo. En la construcción de una conciencia cívica, en la capacidad de creer en las instituciones, la gente hoy siente que la democracia está al servicio de una pequeña minoría y no del gran pueblo.

Hice un llamado a los jueces y fiscales cuando gané las elecciones para que actúen con valentía. Me he comprometido en sanear la administración de Justicia, hacer los cambios que se tengan que hacer e inclusive proponer a través de proyecto de leyes, modificaciones estructurales de nuestro sistema de justicia para que vaya independizándose de la política.

Hoy hay una crisis enorme en Paraguay, han salido a flote polémicas sobre senadores que están ejerciendo tráfico de influencias y nuestro movimiento siempre votó por la pérdida de investidura de esos personajes. También hemos acompañado al juicio político contra el fiscal general del Estado. Queremos que las instituciones estén al servicio de nuestro pueblo y no de las autoridades momentáneas.

Es un gran crítico de Horacio Cartes, ¿Cuál sería su balance sobre la gestión de su gobierno?

Yo creo que se ha avanzado mucho en términos de inversión en infraestructura, también con un argumento y es que Paraguay duplicó su endeudamiento en los últimos 3 años. El Congreso le ha dotado al Presidente de unas enormes herramientas financieras para poder así implementar un programa agresivo en términos de infraestructura.

La gran debilidad, que he criticado durante todo este tiempo y por eso he liderado la construcción de una alternativa dentro del partido, es que no se ha podido luchar frontalmente contra la corrupción, no se ha podido construir en todo este tiempo una democracia con instituciones fortalecidas.

¿Hasta qué punto le pesa la alianza de su familia con la dictadura de Stroessner?

Es un tema reiterativo que utilizan mis adversarios políticos. Yo me he ganado credenciales democráticas en mi lucha política. He podido construir una identidad propia e inclusive en mi proyecto hay muchas personas que provienen de luchas en contra del Stronismo. Hemos construido un proyecto que entiende que el compromiso es con el futuro y no anclarnos en el pasado.

Derivado de la dictadura y de que el Partido Colorado gobernó durante 60 años, ¿considera que en Paraguay hay una crisis de confianza en los políticos?

Sí, definitivamente, sin embargo no solo en Paraguay, yo creo que en gran parte del mundo hay una crisis de credibilidad por la política. El gran desafío es cambiar eso. Hemos construido un proyecto que rompió paradigmas en Paraguay, nos hemos enfrentado con todo el poder en nuestro partido y el pueblo salió a recuperar su nación y su democracia, venciendo al miedo y votando por la esperanza. Nuestro proyecto se construyó en ideas, por la necesidad de generar un proceso de transformación en Paraguay.

En el pasado comentó que el Partido Colorado del año 1954 a 1989 sentó las bases de las grandes infraestructuras que hoy posee Paraguay. Sin embargo, eso es como dejar a un lado los graves daños en materia de Derechos Humanos, ¿Mantiene su opinión?

Yo siempre he sido un crítico y reflexivo sobre todos los tiempos en donde hubo abusos de derechos humanos y limitaciones en la libertad de prensa, inclusivo como integrante del partido. Hoy creo que ya no hay espacio en el mundo para proponer un modelo que no incluya como esencia la defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa.

Cuando hablé del 54 al 89, no hablé solo de esa época, hablé de todo el protagonismo que tuvo el Partido Colorado en función de gobierno. Yo no reivindiqué a la persona, reivindiqué las obras. Yo extraje de todos los procesos históricos las obras importantes que el coloradismo hizo en función de gobierno.

Clarín

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