Francisco, los movimientos populares y Berta Cáceres, mártir de la Laudato si

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Francisco, los movimientos populares y Berta Cáceres, mártir de la Laudato si

Por Clara Temporelli

El 3 de marzo, se cumplió un año del asesinato de Berta Cáceres. En el III Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (Roma 27-29/10/2014; Santa Cruz de la Sierra -Bolivia- 7-9/7/2015; Roma 3-5/11/2016) participaron unos 300 activistas sociales –“poetas sociales” como los llama Francisco- entre los más pobres de la tierra (cartoneros, recolectores de basura, campesinos sin tierra, indígenas, vecinos de asentamientos populares, recolectores de basura, etc.) pertenecientes a 92 movimientos procedentes de 65 países de los 5 continentes.

Como en los dos encuentros anteriores abordaron el tema de las 3T (Tierra, Techo y Trabajo), a las que en el último encuentro añadieron tres temáticas más: refugiados e inmigrantes, pueblo y democracia, y cuidado del medioambiente y de la naturaleza. El 5 de noviembre fueron recibidos en audiencia, por el Papa, a quién presentaron un vídeo de resumen de los trabajos realizados durante los días del encuentro. Fueron acompañados por obispos de diversas diócesis y por el cardenal Peter Turkson (Presidente del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral del Vaticano).

Ante Francisco ratificaron que la causa común y estructural de la crisis socioambiental es la tiranía del dinero, del sistema capitalista imperante y de la ideología que no respeta la dignidad humana. Y afirmaron sus compromisos de acción transformadora:

  1. Queremos recordar a Berta Cáceres, portavoz de nuestro primer encuentro, asesinada por promover procesos de cambio y exigimos el fin de la persecución de todos los luchadores populares. Los pueblos defendemos el derecho a la paz, basado en justicia social.
  2. En la perspectiva de una democracia participativa y plena, proponemos impulsar mecanismos institucionales que garanticen el acceso efectivo de los movimientos populares, comunidades originarias y del pueblo, a la toma de decisiones políticas y económicas.
  3. En la perspectiva del destino universal de los bienes de la naturaleza, rechazamos la privatización del agua y exigimos que sea considerado bien de dominio público, en línea con la Declaración de Naciones Unidas para que ninguna persona sea privada del acceso a este derecho humano elemental.
  4. En la perspectiva de una reforma agraria integral y popular, proponemos prohibir el patentamiento y manipulación genética de todas las formas de vida, en particular de las semillas. Ratificamos la defensa de la soberanía alimentaria y el derecho humano a una alimentación sana, sin agro-tóxicos, para terminar con los graves problemas nutricionales que sufren miles de millones de personas.
  5. En la perspectiva de una reforma laboral justa que garantice el acceso pleno al trabajo digno, proponemos implementar un salario social universal para todos los trabajadores ya sean del sector público, privado o popular.
  6. En la perspectiva de una reforma urbana integradora que garantice el acceso a la vivienda digna y al hábitat, proponemos declarar la inviolabilidad de la vivienda familiar, para erradicar los desalojos que dejan a las familias sin techo.
  7. En la perspectiva de construir puentes entre los pueblos, proponemos construir una ciudadanía universal que, sin desconocer las identidades originarias, derribe los muros de la exclusión y la xenofobia, acogiendo dignamente a los que se ven obligados a abandonar su hogar.

“Queremos trabajar junto a Francisco para que estas propuestas se transformen en realidad efectiva como derechos exigibles y respetados a nivel local, nacional e internacional. Animamos a las iglesias locales a hacer realidad los mensajes del Papa”.

Por su parte Francisco ratificó su comunión con estas acciones y alentó a los Movimientos Populares a: ser solidarios con los desplazados, emigrantes y refugiados; tener una participación distinta, dinámica y vital que revitalice la democracia; huir de la corrupción; ser austeros; defender la Madre Tierra. Y afirmó: “Ustedes miran hacia delante, piensan, discuten, proponen y actúan[…]. Nuestro diálogo por la justicia va echando raíces en todo el mundo[…]. No tengan miedo a la violencia económica, social, cultural y militar (cuya muestra es el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado, y lo que erróneamente algunos llaman terrorismo religioso) porque el miedo nos anestesia. Contra el miedo el mejor antídoto es el amor.[…]. Todos los muros caen. Construyamos puentes entre los pueblos, que derriben los muros de la exclusión y la explotación… un proyecto-puente frente al proyecto-muro del dinero”.

El Vaticano y Berta Cáceres

La primera acción transformadoras que este III Encuentro propone es hacer memoria de Berta Cáceres, de su asesinato y su labor. Días posteriores a su asesinato, el Vaticano hizo oír su voz a través del cardenal Turkson, quién por medio de una carta oficial, se unió al reclamo de familiares y del pueblo hondureño “para que se realice una investigación independiente e imparcial y sea protegida la integridad física de los testigos y compañeros”.

“La noticia de su asesinato me llena de pesar y la siento como un ataque a todos los que luchamos por un mundo más justo, con tierra, techo y trabajo para todos, un medio ambiente sano y la pacífica convivencia de los pueblos”.

El cardenal recordó su experiencia al conocer a Berta Cáceres durante la celebración del Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares.

Asimismo resaltó “la extraordinaria labor [de Berta] en defensa de nuestra madre tierra y la reafirmación de los derechos de los pueblos originarios”. Y rogó a Dios para que “proteja a todos los que defienden la Madre Tierra y los derechos sagrados de los pueblos como enseña el magisterio del Papa Francisco” (15/3/2016).

¿Quién fue Berta Caceres? ¿Por qué es una mártir de la “defensa de la tierra”? ¿Por qué fue asesinada?

Berta era una líder de la comunidad indígena lenca y una figura destacada en la defensa de los derechos humanos. Según fuentes locales, los asesinos entraron violentamente en la casa para cometer el delito, aunque la policía habla también de un intento de robo.

“Todos sabemos que ha sido por su lucha”, han declarado los miembros de su familia. Ella recibía amenazas de muerte desde hacía diez años, cuando junto con el Consejo de los Pueblos Indígenas de Honduras, co-fundado por ella, empezase a coordinar la acciones de los lencas contra la maxi-presa de Agua Zarca en el río Gualcarque. En octubre de 2014 participó en el Primer Encuentro de los Movimientos Populares convocado por el papa en el Vaticano, donde habló frente al pontífice, haciendo hincapié en la belleza de la creación y en la necesidad de cuidarla. Por su valiosa entrega y denuncia recibió el Premio Goldman (2015), uno de los más importantes dados a defensores/as del Medio Ambiente (el Nobel Verde).

El proyecto hidroeléctrico que le costó la vida sigue en manos de DESA (compañía de Desarrollo Energético Sociedad Anónima), la “sospechosa” empresa de donde pudieron salir los asesinos y los autores intelectuales de su muerte. Su asesinato puso al descubierto los vínculos entre la élite hondureña, el ejército, el gobierno y los megaproyectos hidroeléctricos.

La construcción de la hidroeléctrica Agua Zarca, vacía el río Gualcarque, sagrado para los indígenas, imprescindible para sus vidas por la posibilidad de siembra, de riego y de acceso al agua potable. Contra ello, Berta Cáceres se movilizó, pero sigue en manos de DESA propiedad de la poderosa familia Atala presidida por Roberto David Castillo Mejía, ex agente de inteligencia militar y empleado de la empresa energética estatal de Honduras.

Berta siempre denunció la persecución de los ambientalistas en Honduras y en el resto de América Latina. Según el último informe de la organización internacional Global Witness del año 2014, Brasil tiene el récord de 29 homicidios, seguido por Colombia con 25, Honduras es el tercero con 12. El 40% de las víctimas son indígenas.

Fue asesinada, porque dedicó su vida a defender la vida; porque su caminar por esta tierra estuvo dedicado a la defensa de los derechos humanos. Porque Berta estuvo siempre presente cuando se trató de defender nuestra “Casa Común”. La mataron los poderosos a quienes ella nunca tuvo miedo.

No es la primera y, desgraciadamente, no será la última defensora o defensor de la vida y de los pueblos nativos que muera violentamente. Es el martirio la consecuencia de personas que están dispuestas a dar su vida por la Tierra y por los derechos de quienes la habitan y la han habitado.

Su voz y sus hechos anuncian que otro mundo es posible. Que su vida nos anime al coraje, a la libertad, al amor, a la esperanza para dar a luz una verdad que ilumine a todas/os: Dios nos dio la Tierra, en abundancia, para ser repartida justamente, para ser cuidada y respetada por sus hijas e hijos.

Una persona la definió como “Berta mujer, Berta valiente, Berta madre, Berta Lenca, Berta hermana, Berta vida”. Nos parece justo recordarla así. Y tomar conciencia que es una mártir más de las que dentro de las comunidades indígenas luchan por los valores que afirmó Francisco en la encíclica “Laudato si’”. Son víctimas que nos confirman la estrecha relación entre la defensa del medio ambiente y la justicia social; entre la custodia de la creación y la custodia de los hermanos. Esta es la historia de un martirio que involucra a realidades relacionadas con las Iglesias; es semejante al asesinato de la hermana Dorothy Stang (Amazonas- Brasil- 2005), de quién en este blog ya hemos escrito.

Cristianisme I Justícia

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