Argentina: a dos meses de la desaparición del submarino, familiares exigen respuestas al gobierno

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“Macri nos tiene que escuchar”

El presidente Mauricio Macri, que retomará hoy sus actividades luego de una de sus habituales “escapadas vacacionales” lejos del mundanal ruido, tendrá que incorporar en su agenda una audiencia que se reclama urgente y que ya lleva dos meses de angustiosa espera. Cerca de un centenar de familiares de muchos de los 44 tripulantes del ARA San Juan, que dos meses después sigue desaparecido en las profundidades del Atlántico, pasaron la noche en la Base Naval de Mar del Plata y hoy por la tarde realizarán una concentración frente a ese predio, para pedirle al Jefe de Estado que los reciba y que “mantenga y fortalezca” la búsqueda de la nave. “Decidimos quedarnos a dormir en la base (esto ocurrió anoche) porque el presidente Macri nos tiene que escuchar y si no lo hace, vamos a tener que encadenarnos frente a la Casa Rosada”, explicaron a PáginaI12 voceras del grupo que sigue reuniéndose en Mar del Plata, en torno a la sede naval. Otros familiares, en cambio, están en Caleta Olivia para seguir de cerca la marcha de la causa penal en la que son querellantes y no faltan los que tuvieron que viajar lejos del mar “para escapar de la angustia”.

El grupo más numeroso de familiares es el que sigue yendo a diario a la Base Naval, para buscar información y sobre todo “para encontrarnos, apoyarnos, estar juntos”, coincidieron en señalar Yolanda Mendiola, madre de Leandro Cisneros, y Marcela Moyano, esposa de Hernán Rodríguez. “No nos dejen solos”, es el pedido que le hacen a la ciudadanía, aunque descuentan que tienen “la solidaridad de todo un país”, pero quieren ser escuchadas por el presidente Macri y por el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Antes de cumplirse el primer mes de la pérdida de contacto con el submarino, la Armada hizo saber que participaban de la búsqueda 28 unidades marítimas y aéreas, con una dotación total de 4040 personas, incluyendo los barcos aportados por los gobiernos de Estados Unidos, Inglaterra y Rusia.

Ahora sólo quedan en esa tarea el buque ruso Yantar y la corbeta ARA Spiro. El sábado, luego de una marcha en la que por primera vez se cortó por unos minutos el boulevard Peralta Ramos, frente a la Base Naval, la Armada dijo que la corbeta ARA Islas Malvinas se dirige a la zona de actividades para sumarse al operativo. “Es increíble que tengamos que marchar para que nos escuchen y por eso le estamos pidiendo al presidente Macri que nos reciba, que no le bajen el presupuesto y los recursos a la Armada para que vuelva el compromiso de los primeros tiempos”, insistió Marcela Moyano. La demanda se reforzó ayer por la noche, con la decisión colectiva de pernoctar en la Base Naval, hasta la manifestación de hoy por la tarde.

“Ya tenemos las frazadas, las bolsas de dormir y la comida necesaria para pasar la noche, porque queremos una respuesta convincente sobre todo lo que pasó con el submarino y con nuestros familiares, porque ya no podemos seguir esperando con tanto dolor e incertidumbre”, recalcó Yolanda Mendiola, madre de Leandro Cisneros. “Si no tenemos lo que queremos vamos a tener que viajar a Buenos Aires y si es necesario, nos vamos a encadenar frente a la Casa Rosada hasta que el presidente Macri nos reciba”, agregó la mujer. Marcela Moyano, por su parte, sostuvo que están pidiendo “que haya un mayor esfuerzo en la búsqueda, que se destinen más embarcaciones, porque la única forma es ampliar la zona de cobertura y conseguir resultados que hasta ahora no han aparecido”. Los familiares quieren que regresen al área de búsqueda los buques oceanográficos Austral, del Servicio de Hidrografía Naval, y Víctor Angelescu, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero.

Si bien reconocieron que han recibido la visita de una funcionaria del Ministerio de Defensa, señalaron que lo que quieren es “que venga el ministro Aguad en persona y que nos reciba el presidente Macri”.

La decisión de pernoctar en la Base Naval fue compartida por muchos familiares, entre ellos Andrea Mereles, esposa de Gabriel Alfaro, uno de los cocineros del ARA San Juan, quien fue acompañada por sus dos hijos. De acuerdo con lo dicho por Mereles, en la base les dijeron que no tenían comida suficiente para todos, motivo por el cual los familiares iban a llevar sus propias viandas. Marcela Moyano cree que esta resolución iba a ser compartida “por los familiares de los 44 tripulantes”, aunque se sabe que algunos están en Caleta Olivia (ver aparte) o en otros lugares del país, compartiendo desde distintos lugares y pareceres, el mismo dolor por una espera que lleva ya dos meses.

Cerca de quince familias que viven en el interior del país permanecen alojados en los hoteles marplatenses Antártida y Tierra del Fuego, propiedad de la Armada. El resto de los que se movilizan a diario son vecinos de Mar del Plata. Los planteos se agitaron a partir del viernes, cuando Paola Constantini, esposa del suboficial Celso Oscar Vallejos, denunció el creciente malestar porque “notamos una ausencia total del presidente Mauricio Macri y necesitamos con urgencia que esa situación se revierta porque queremos hablar con él”. La idea generalizada de este grupo de familiares es que “seguimos como el primer día, sin tener nada en concreto, sin saber lo que está ocurriendo, sin saber lo que ocurrió con los 44 tripulantes del submarino”. El problema central, para Constantini, es que “nadie viene a dar la cara”, en alusión a las autoridades nacionales.

Los mensajes de los familiares, dichos en forma personal o a través de las redes sociales son coincidentes: “Queremos que no se pare con la búsqueda; que se hagan presente las personas que tienen que estar presentes, como el señor Presidente y el ministro de Defensa, que son los que pueden llegar a solucionar esto de sumar más buques a la búsqueda. Nosotros, como familiares, no vamos a bajar los brazos fácilmente. Por eso es inaceptable que tengamos que estar buscando los buques que están en condiciones para realizar la búsqueda”. Y son duros con Aguad: “Vino a vernos una sola vez, cinco minutos, charlamos y se fue, para después mantenernos con la pobre información diaria que nos dan”.

Página 12

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