República Dominicana | Marcha verde: El 2017 fue el año de su consagración – Por Ramón Pérez Reyes
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Ramón Pérez Reyes, periodista dominicano
Tal vez siguiendo los procesos de la vida donde todo cambia, evoluciona o se transforma, el denominado movimiento social dominicano Marcha Verde logró en el 2017 el punto más alto de la curva ascendente que ha iniciado en los últimos años.
Las páginas del Listín Diario recogieron los reclamos sociales de este grupo heterogéneo, que encontró en la lucha contra la corrupción estatal y la impunidad, el motivo principal para su razón de ser, dando nacimiento a la llamada “Marcha Verde”, que este año tomó las calles de las más importantes plazas del país.
Ha sido un trabajo, a veces lento o detenido, pero constantes, de estos grupos que desde el principio de esta década dio nacimiento a organizaciones como: Se Puede, Patria Para Todos, Camina RD, Foro Ciudadano, entre otros, todos con un fin común “lograr el bienestar del país”.
La lucha contra la instalación de una cementera en la comunidad de Gonzalo, en Monte Plata, con la instalación de un campamento de jóvenes en el lugar, y la conclusión con una gran concentración en la Plaza España, en la Zona Colonial de Santo Domingo; pusieron a estos grupos “en el mapa del país” y en los medios de comunicación.
A esto le siguió la lucha por lograr el cumplimiento de lo que establece la ley, la asignación presupuestaria del 4% del Producto Interno Bruto a la educación preuniversitaria, lo cual se logró tras amplias presiones sociales y movilizaciones cívicas, a tal punto que los reclamantes se le identificaba por “las sombrillas amarillas”.
Ya antes el movimiento logró fortaleza con las campañas sociales previas, como la lucha contra la reforma fiscal del gobierno del presidente Danilo Medina en el año 2012, extendida por todo el 2013 en reclamo de que se busquen los culpables “del hoyo” dejado por la administración de Leonel Fernández.
Y llegaron los verdes
La corrupción sin castigo, junto a la inseguridad ciudadana era, y aún lo es, la principal preocupación de los dominicanos, respondida en las todas las encuestas que se hacen. El reclamo era constante y por diferentes vías, y tal vez tomando como referencia “la Primavera Árabe, o los reclamos que se sucedieron en España o Estados Unidos”, la lucha llegó a las redes sociales.
El caso Odedebrecht y la admisión e la empresa brasileña de que pagó al menos 92 millones de dólares en sobornos a diferentes personas en el país, dio el motivo principal
El reclamo pasó de las redes sociales como Twitter, o Whatsapp a llenar las calles de la ciudad capital y también de las principales ciudades del interior.
Hoy es muy difícil imaginarse la escena de 14 órdenes de arresto a prominentes figuras de la vida nacional sin la presión de la calle, de la movilización ciudadana, sin la articulación de distintos movimientos y actores sociales, a través del llamado movimiento verde y sus acciones “La Marcha Verde”.
“La Marcha Verde ha generado en los últimos diez meses una evolución cualitativa de la conciencia política en el país”, dijo a la agencia EFE en una entrevista en Madrid, Bartolomé Pujals, abogado y activista del “movimiento verde”
La gente ha entendido que la corrupción constituye una negación de derechos, y cuestiona a los partidos, a las autoridades, agregó.
“La ciudadanía ha tenido la capacidad en ese tiempo de definir la agenda política dominicana. Y eso hay que hacerlo ahora en clave electoral”, subraya.
En ese contexto enmarca el proyecto “El país que queremos”, una iniciativa nacida del “sentimiento verde”, que aspira a traducirse en una herramienta política a futuro y que ya está dando sus primeros pasos con la puesta en marcha de un plan de trabajo para los seis próximos meses, que llevarán a las principales ciudades de la República Dominicana.
La iniciativa es “hija” de Marcha Verde, “en el sentido de que nace de la concreción del sentimiento verde”, especifica el abogado a la agencia de prensa
“Yo soy verde, y Marcha Verde más que una organización es un sentimiento, por eso hablamos del ‘sentimiento verde’ como la semilla de un nuevo orden democrático”, puntualiza.
“Existe la necesidad de tener un movimiento ciudadano fuerte, pero esto también tiene que tener una representación política de disputa de poder. Es lo que hemos visto en muchos países de occidente. La ciudadanía se ha cuestionado los términos del orden político en el que vive y ha decidido dejar de pedir a otros lo que ellos quieren que se haga”, insistió Pujals.
Además las acciones que estarían dispuestos a ejecutar para garantizar que el denominado Programa Verde se ejecute a cabalidad.
El foro se realizó a partir de las 9:00 de la mañana, en el salón de actos del edificio Ercilia Pepín de la UASD-Santiago.
“Vamos a los foros a construir propuestas, a construir futuro, a definir entre todos y todas lo que será el camino que propondremos para salir del lodazal político e institucional que tiene secuestrada nuestras instituciones, así como el presente y el futuro de nuestra gente”, explica el colectivo en un comunicado público.
Anunció que el próximo Foro Verde será el del Gran Santo Domingo, a realizarse el domingo 17 de diciembre en el salón Dr. Durán Brache, del Colegio Médico Dominicano (CMD).
Quienes en la capital deseen participar de manera sectorial de la construcción del #ProgramaVerde por el Fin de la Impunidad pueden enviar sus propuestas al correoforosverdes@gmail.com, dice.
También se le puede dar seguimiento al proceso a través de las cuentas de redes sociales de la Marcha Verde: @CeroImpunidadRD
Sobre cómo la indignación pasó del teclado de un teléfono inteligente a llenar las calles de Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís y Azua, hablan Manuel Robles y Jhonatan Liriano, parte del equipo de trabajo que coordina al movimiento “Marcha Verde” en la capital dominicana.
Todo el fenómeno comenzó en el programa radial “El Gobierno de la Tarde”, de la emisora Z101, admite Liriano. “Ellos comenzaron a hablar de la idea de una caminata, de una marcha”, dice. En diciembre de 2016 visitaron el programa Carlos Pimentel, María Teresa Cabrera, Jhonatan Liriano, Fernando Henríquez y Hamilk Chahin, y asumieron la convocatoria de distintas organizaciones sociales y ciudadanos para armar y convocar la marcha.
Esa acción conectaba así con la iniciativa nacida en la emisora y con otros grupos sociales que también tenían la idea de armar y asumir la manifestación de protesta. “Lo que hicimos fue convocar y ponernos de acuerdo”, indicó Liriano.
Hoy, y contrario a lo que pudiera pensarse por la contundencia de sus acciones, la Marcha Verde no tiene una coordinación nacional. Manuel Robles dice que hasta el momento solo tienen coordinaciones provinciales y municipales, y los trabajos de vocería, moderación de sus reuniones internas y construcción de la minuta son rotados en cada encuentro.
Esa idea de articulación nacional ya se ha planteado a lo interno y el primer paso fue el “encuentro nacional verde”, en abril pasado, en el que participaron delegados de cada provincia del país.
“Hay una relación con entidades que sí tienen presencia nacional como una corriente de la Asociación Dominicana de Profesores, los gremios de las enfermeras, Participación Ciudadana, Poder Ciudadano o Somos Pueblo”, explica Robles.
Esos delegados que asistieron al “encuentro nacional verde” surgieron de la recolección de firmas en el “libro verde”, una acción de movilización nacional que entregó a la presidencia de la República cerca de 300 mil rubricas con la petición de designar fiscales independientes, en compañía de Naciones Unidas, para investigar el escándalo de sobornos de la constructora brasileña.
Manuel Robles explica que las firmas voluntarias de los ciudadanos les sirvieron para ubicar los que hoy llaman como “puntos verdes”, que fueron núcleos de trabajo en lugares, como en el municipio Mao, en la provincia Valverde, donde se juntaron manifestantes que hoy siguen sus reuniones de forma periódica.
Esas estructuras provinciales y municipales tienen cuatro comisiones de trabajo fundamentales: organización, contenidos, recursos y comunicación, en las que los miembros y activistas se agrupan según su experiencia, conocimiento y trayectoria profesional.
Unidad
Sobre cómo mantienen la unidad en el criterio y acciones, tomando en cuenta la diversidad de grupos sociales y activistas con agendas particulares que intervienen en el movimiento, Manuel Robles dice que ha sido más fácil de lo esperado.
“La clave ha sido mantener el tema que nos dio origen: lucha contra la corrupción y la impunidad”, dice. “Hay momentos en los que algún compañero quiere introducir otro tema y el mismo grupo lo llama a regresar a nuestro tema de discusión”, admite el activista social.
Puede que también les ayude a mantener esa unidad el que este movimiento no fue concebido para permanecer en existencia toda la vida, sino que ha sido para un tema puntual, asegura Robles.
Su intención de mantenerse siempre con un solo tema, la lucha contra la impunidad, tiene el proposito de llevarles a conseguir una “justicia plena” en República Dominicana, que en líneas generales significa la eliminación de las ya tradicionales y famosas “vacas sagradas” en el país, el concepto que hace referencia a los políticos intocables por su prominencia sin importar los actos delictivos en los que se involucran.
Hay una práctica dentro del movimiento que les ha funcionado muy bien, dice Robles. Se refiere a compartirse las historias de éxito que tienen cada una de las marchas y movilizaciones en barrios, de modo que la siguiente, en este caso la de San Pedro de Macorís, marcada en el calendario social para el próximo 11 de junio, se nutrirá de las experiencias de las cuatro anteriores.
Eso y la creciente indignación de la sociedad han sido fundamentales en hacerle frente a la admisión de sobornos de la compañía constructura brasileña Norberto Odebrecht, que dijo haber pagado US$92 millones para conseguir obras públicas en el país.
CONSECUENCIAS DE LA PRESIÓN SOCIAL
El pasado lunes se emitieron órdenes de arresto contra 14 personas, entre ellos funcionarios públicos, legisladores, empresarios y pasados funcionarios del país, en el primer paso de judicialización del escándalo internacional de sobornos de la compañía Norberto Odebrecht.
Fue en diciembre de 2016 cuando la constructora admitió ante autoridades estadounidenses haber pagado coimas por US$92 millones, destapándose así el escándalo mundial que hoy golpea con fiereza a una parte muy importante de la clase política nacional. Hasta el momento tres de los principales cuatro partidos políticos del país se han visto afectados: el PLD, el PRM y el PRD.
En esas admisiones de la constructora también estaba presente la donación económica para campañas electorales en distintos países de la región, incluido aquí República Dominicana. En Brasil están condenados a prisión por ocho años los señores Joao Santana y su esposa, el primero de estos fue el principal asesor de las campañas presidenciales de Danilo Medina en las elecciones nacionales de 201 2y 2016, y parte fundamental del entramado de corrupción y sobornos de la compañía constructora en América Latina. Santana y su esposa negaron que la constructora financiara las campañas electorales de Medina.
Así funciona
El equipo de comunicaciones del movimiento está integrado por periodistas, publicistas, diseñadores gráficos, manejadores de redes sociales, que se integran en una comisión, encargada de montar los eventos, prepara las notas de prensa y da seguimiento permanente a las redes sociales. Se reúnen periodicamente y planifican sus líneas discursivas y relaciones con medios de comunicación tradicionales y alternativos. “Es un equipo diverso”, explica Jhonatan Liriano.
El movimiento cívico Marcha Verde, que surgió en República Dominicana tras revelarse los sobornos pagados en el país por la constructora brasileña Odebrecht, perfila una nueva estrategia política que permita a la ciudadanía “disputar el poder” en las próximas elecciones presidenciales de 2020.
“Todo este fenómeno de la Marcha tiene que organizarse políticamente porque el fin de la impunidad, objetivo del colectivo, sólo se conseguirá con la construcción de un nuevo orden político, es decir, con el cambio de las reglas del juego”, aseguró Bartolomé Pujals, abogado y activista del “movimiento verde”.
Para Pujals, la consecución de un nuevo orden democrático en República Dominicana pasa por un “proceso de autoorganización”, que permita a la ciudadanía disputar el poder “desde dentro de las instituciones”.
“Estamos en un momento de ruptura, en un momento destituyente. El sistema político de los últimos 50 años no ha resuelto ni un solo problema estructural, se agota, y llega el momento de crear uno nuevo, que se parezca a la gente y a sus necesidades”, explica el abogado.
Según Pujals, el movimiento Marcha verde ha generado en los últimos diez meses una evolución cualitativa de la conciencia política en el país. “La gente ha entendido que la corrupción constituye una negación de derechos, y cuestiona a los partidos, a las autoridades.
La ciudadanía ha tenido la capacidad en ese tiempo de definir la agenda política dominicana. Y eso hay que hacerlo ahora en clave electoral”, subraya.
En ese contexto enmarca el proyecto “El país que queremos”, una iniciativa nacida del “sentimiento verde”, que aspira a traducirse en una herramienta política a futuro y que ya está dando sus primeros pasos con la puesta en marcha de un plan de trabajo para los seis próximos meses, que llevarán a las principales ciudades de la República Dominicana.
Actos
FORO CIBAO
Este domingo, la Marcha Verde celebró los Foros Verdes del Cibao, donde integró los diferentes sectores sociales de la región “al proceso de construcción las propuestas del Programa del Fin de la Impunidad”. En Santiago comerciantes, campesinos, obreros, empresarios, amas de casa, iglesias y otros sectores organizados presentaron el documento “cómo les afecta la corrupción y la impunidad; las medidas de transformaciones institucionales y políticas que proponen para terminar con el flagelo”.