Perú: ¿Qué pasa si este jueves el presidente Kuczynski renuncia o es destituido por el Congreso?
¿Cuáles serían las consecuencias de que Kuczynski renuncie o sea vacado?
Llegamos al jueves 21 de diciembre y se confirman los temores (o esperanzas) del país entero: Pedro Pablo Kuczynski renuncia o es vacado por el Congreso de la República. ¿Qué sucede entonces?
Lo primero es aclarar que no hay diferencia entre una y la otra. «De acuerdo a la constitución, la consecuencia jurídica es la misma con renuncia y vacancia», explicó a Gestion.pe el constitucionalista Aníbal Quiroga.
Existen tres situaciones en las que un mandatario deja el cargo: cuando muere, cuando es inhabilitado (incapacidad moral o física) o cuando renuncia.
«La consecuencia es que asume el vicepresidente, quien le sigue en sucesión, y por el resto del mandato», señaló.
Es decir, si Kuczynski deja la Casa de Pizarro, el presidente sería Martín Vizcarra, actual vicepresidente y embajador de Perú en Canadá.
Además, completaría el período de PPK. O sea, su mandato terminaría en 2021. Mercedes Aráoz, por su parte, sería la primera vicepresidenta.
¿Qué sucede con el gabinete si un presidente deja el cargo? ¿Los ministros renuncian o se quedan? ¿Habría que juramentar nuevamente?
«Tendría que haber un nuevo gabinete. La Constitución dice que el premier es nombrado por el Presidente y con él se nombran los ministros», añadió.
La dinámica es igual al cambio de mando en 28 de julio. Cada Presidente puede llevar a su propio premier, y estos ministros deben jurar ante el nuevo jefe de Estado.
¿Pero qué pasa si Vizcarra y Aráoz son vacados o renuncian al cargo? ¿Nos quedamos sin gobierno?
Si Vizcarra decide renunciar a la presidencia, fallece o es vacado, la siguiente en asumir el cargo sería Mercedes Aráoz. Pero si con ella se repite la historia, todo cambia.
» Si los vicepresidentes renunciaron o se murieron, la presidencia recae en el Presidente del Congreso. Ocurre una suerte de unión de poderes», observó el letrado.
Aquí se instala un gobierno transitorio. El nuevo presidente, en este caso Luis Galarreta, obligatoriamente tiene que convocar a elecciones generales de Ejecutivo y Congreso.
Dentro del Congreso puede suceder otro escenario. En el año 2000 censuraron a la presidenta del Parlamento, entonces Martha Hildebrant, y tras nuevas elecciones fue elegido Valentín Paniagua.
«Si en el Legislativo cambian de presidente y nombran a Kenji Fujimori presidente del Congreso, por ejemplo; él sería presidente transitorio», explicó Quiroga.
Por último, el destino de Kuczynski una vez deje el cargo es el de cualquier peruano común y silvestre. «PPK es un ciudadano al día siguiente de ser vacado y puede ser juzgado por lo que sea», señaló.
Abogados recurren al Poder Judicial para evitar la vacancia de PPK
Los abogados Francisco Dios y Juan Sánchez Chiang, que no representan oficialmente al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, presentaron una demanda de amparo ante el Poder Judicial para evitar la vacancia del mandatario.
De acuerdo al oficio al que tuvo acceso el periodista Eloy Marchán, los letrados independientes interpusieron el recurso legal para paralizar el proceso que lleva adelante el Congreso de la República y que se tiene previsto abordar este jueves.
Cabe anotar que esta estrategia legal no ha sido coordinada con los representantes oficiales del jefe de Estado, según pudo conocer La República. Se colige que los abogados actúan de forma individual ante las instancias judiciales.
Como se sabe, este 21 de diciembre se ha programado la evaluación del pedido de vacancia por “incapacidad moral permanente” que la bancada del Frente Amplio presentó contra PPK y que fue respaldada, entre otras agrupaciones, por Fuerza Popular.
Según informó el Parlamento, Kuczynski tendrá más de 60 minutos para ejercer ese día su derecho a la defensa. Se requieren no menos de 87 votos para que el recurso constitucional sea admitido.
El presidente de la República es cuestionado por sus presuntos vínculos contractuales con Odebrecht, ello después que la constructora informara a la Comisión Lava Jato del Congreso que entre el 2004 y 2007 contrató los servicios de Westfield Capital, que fundó PPK, pagando en este lapso US$782 mil.
La constructora brasileña también dio cuenta que entre el 2005 y 2013 contrató los servicios de consultoría de First Capital, firma que constituyó el empresario chileno Gerardo Sepúlveda, desembolsando en dicho periodo más de US$4 millones.
Poder Ejecutivo nombra a César Astudillo como nuevo comandante general del Ejército
El Poder Ejecutivo oficializó este lunes la designación del general de división César Augusto Astudillo Salcedo como nuevo comandante general del Ejército del Perú.
A través de una resolución suprema, publicada ayer en el diario oficial El Peruano, se dispuso dar por concluidas las funciones del comandante general Luis Humberto Ramos Hume, y pasarlo a la situación militar de retiro. Y nombrar a César Augusto Astudillo Salcedo en su reemplazo.
En ese sentido, la resolución precisa que el Poder Ejecutivo le reconoce a Luis Humberto Ramos Hume sus cuarenta años de servicios como oficial y le otorgan las gracias por los servicios prestados.
En tanto, el nombramiento de César Augusto Astudillo Salcedo cuenta con la firma del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y el ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos.
Según el artículo 167 de la Constitución Política del Perú determina que el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, por lo tanto le corresponde nombrar a los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas.
El linchamiento de PPK
Dos apariciones públicas de PPK no han disipado presunciones de que obtuvo ingresos ilícitos provenientes de Odebrecht. Exposiciones privadas tampoco. Apretado por Alejandro Castillo, en Canal N, el ministro de Defensa, Jorge Nieto, admitió que después de haber escuchado muchas horas al presidente, encontraba “zonas grises” en su explicación.
Las cuestiones en duda se relacionan con indicios de que usó su empresa Westfield para beneficiarse con contratos de Odebrecht mientras era Ministro de Economía y Primer Ministro, en 2004 y 2006. De esos años se reportan cuatro pagos a Westfield por US$ 62,479, la mayoría reembolso de gastos. PPK afirma que, por entonces, la empresa era gestionada por su socio chileno Gerardo Sepúlveda. Llegó a decir –para crispación de los incrédulos− que recién ha conocido los contratos con Odebrecht. Sepúlveda nunca le consultó ni le informó, y él prefería no saber qué estaba haciendo.
Si esto fuera cierto y PPK lo demostrara, saldría bien librado de acusaciones penales. ¿Pero es cierto y puede demostrarlo?
LOS VACÍOS
PPK aún no ha exhibido documentación de su apartamiento de Westfield y del empoderamiento de Sepúlveda. ¿Hay una carta formal encargándosela? ¿Hay comunicaciones a bancos, a clientes, señalando que sería él y no PPK quien manejaría la empresa? ¿Quién firmaba los reportes anuales a las autoridades norteamericanas? Si no existe documentación convincente su testimonio carecerá de credibilidad.
Otro tipo de descargos se relacionan con los servicios que prestó Westfield a Odebrecht. La primera cuestión es si son reales o encubren un pago por otra prestación. En el debate parlamentario los fujimoristas dijeron que disfrazaban un soborno. Odebrecht ha aclarado que recibió servicios efectivos. ¿Tiene PPK un informe detallado que justifique las actividades y los cobros? Se entiende que si él no gestionó Westfield esta rendición debería hacerla el gestor. ¿Existe ese registro por parte de Sepúlveda?
LAS UTILIDADES
En cuanto a la transferencia de US$ 380,000 hecha por Westfield a una cuenta de PPK en el BCP en 2007, cuando ya no era ministro, representaría pago de utilidades –el las llamó “dividendos”−, aunque falta más información sobre el período correspondiente. Sin embargo, aun cuando el presidente mostrara abultada documentación referida tanto a su ajenidad de Westfield durante su etapa ministerial, cuanto a la autenticidad de los servicios pactados por Sepúlveda, faltaría algo esencial: una impecable comprobación. Esta necesidad se corresponde con la inverosímil versión de Kuczynski.
Así pues, saber la verdad demoraría más que la semana prevista por la mayoría del Congreso para resolver la crisis. Probablemente el estudio de los correos electrónicos entre PPK y Sepúlveda resolvería muchas dudas. No obstante, un trabajo para demostrar que PPK violó la ley cuando era ministro de Alejandro Toledo, hace doce años, solo abre el camino para una posible acusación fiscal al término de su mandato, en el 2021. Por eso el proceso para vacarlo no tiene como base una supuesta corrupción, aunque esta sea la envoltura. Su motivo formal −por escrito, en la moción− es que ha mentido.
LA MENTIRA
¿Cómo saber si mintió? La única forma es investigando los aspectos descritos. Pero los acusadores se han eximido de esta tarea dando por sentado que ya mintió cuando dio explicaciones incompletas y contradictorias. Además, amparándose en que la vacancia se decide con criterios políticos y no jurídicos. Es cierto que la Constitución no establece demasiadas exigencias para vacar por incapacidad moral a un mandatario. Una alta mayoría calificada puede licenciarlo de un día para otro. Al punto que el constitucionalista Aníbal Quiroga, en un programa de televisión, definió de este modo el cargo bajo el cual puede ser destituido un presidente:
− ¿Incapacidad moral? Es lo que opinan 87 congresistas.
Quiroga parte de la premisa de que es imposible probar la incapacidad moral, o desecharla objetivamente. Un presidente que no tiene mínimo apoyo en el Congreso cae en cualquier momento, dice, como un avión que perdiera la resistencia del aire que lo sostiene mientras vuela. Y como el sistema es así, importan poco las razones. PPK será linchado el jueves 23, si existe la mayoría requerida.
HACE 17 AÑOS
La opinión de Quiroga, desde luego, no es compartida por todos. Quien fuera abogado de Alberto Fujimori, César Nakazaki, ha difundido un video dedicado con mayor intención a los fujimoristas, a quienes les expresa que Alberto Fujimori fue vacado y luego inhabilitado sin debido proceso. Nakazaki postula que Fujimori debió tener mayor espacio de defensa, siquiera a través de un abogado, cuando fue destituido. “Por eso me llama la atención que la fuerza política que sufrió la violación de los debidos procesos parlamentarios hoy no lucha por que sí se respeten”, afirmó.
La diferencia es que Fujimori había renunciado por correo electrónico desde Japón el 19 de noviembre del 2000. El Consejo Directivo se reunió el 20 y convocó a un pleno el 21, a fin de considerarla. La asamblea aprobó discutir primero una moción de vacancia por incapacidad moral, que fue votada antes de la renuncia. Oponiéndose, los fujimoristas de Perú 2000, la bancada antecesora de Fuerza Popular, se retiraron del hemiciclo y no votaron. Durante el debate no protestaron por una falta de debido proceso sino por el cambio del orden de votación de las mociones.
DEBIDO PROCESO
Ántero Flores-Aráoz, que estuvo en aquella sesión votando por la vacancia, sostiene que hubo debido proceso entonces y que falta ahora, en el caso de PPK. “Había en el 2000, además de la renuncia de Fujimori, muchas otras evidencias de incapacidad moral. En cambio ahora definir si existe en el caso de PPK, se torna arbitrario”. Aceptando el sistema como lo explica Quiroga, la calidad de las acusaciones importa poco. De hecho varias bancadas tenían postura tomada antes de escuchar a PPK.
En la bancada de Fuerza Popular, es posible que haya votos adicionales al de Kenji Fujimori, opuesto a la vacancia. Hay pocas dudas sobre la votación por la vacancia del Frente Amplio, autor de la moción, así como del hasta hace poco oficialista Alianza para el Progreso. En el APRA, un plenario celebrado el fin de semana ha ordenado a sus congresistas votar por la vacancia, pero claramente Jorge del Castillo y Luciana León no muestran el entusiasmo de Mauricio Mulder y Javier Velásquez Quesquén por destituir a PPK. El domingo PPK dijo que tenía confianza en no ser vacado. Pero un mensaje de Twitter del vicepresidente Martín Vizcarra, proclamando su “compromiso con la gobernabilidad”, indica que ya está listo para ponerse la banda presidencial.