El Parlamento de Bermudas anula el matrimonio igualitario y crea la figura de las uniones civiles
La Asamblea de Representantes de Bermudas ha aprobado un proyecto de ley que crea la figura de las uniones civiles para las parejas del mismo sexo, y revierte la posibilidad, abierta por decisión judicial, de que se incluyan en la institución del matrimonio. La medida ha sido aprobada por 24 votos a favor y 10 en contra. Esta regresión de los derechos de las parejas LGTB es la respuesta de un Gobierno y sociedad profundamente conservadores a la inequívoca resolución de la Corte Suprema, que estableció con rotundidad que la prohibición del matrimonio igualitario vulneraba la legislación sobre derechos humanos.
La situación del matrimonio entre personas del mismo sexo en Bermudas era peculiar. En mayo de este 2017, la magistrada de la Corte Suprema Charles-Etta Simmons sentenció a favor de dos hombres que habían demandado por su derecho a casarse. La jueza consideró que la legislación sobre matrimonio vigente en Bermudas era incompatible con los derechos humanos, ya que contenía una discriminación basada en la orientación sexual de los contrayentes. Por ello, consideró que los demandantes tenían derecho a contraer matrimonio y declaró que la ley matrimonial debía interpretarse como aplicable a las parejas del mismo sexo. La sentencia tuvo efectos inmediatos y estableció recomendaciones para reformar la normativa, de manera que hicera referencia a “dos personas” en lugar de a “hombre y mujer”.
Sin embargo, el renuente Partido Laborista Progresista, actualmente en el poder, no obedeció esas recomendaciones, apoyado por una sociedad que, meses antes, rechazaba en referéndum la posibilidad de reconocer las uniones entre personas del mismo sexo, ya fueran en forma de matrimonio o de unión civil. El referéndum, consultivo y no vinculante, no alcanzó, sin embargo, el quórum necesario para ser considerado válido.
Dispuesto a satisfacer a sus votantes más conservadores, el Gobierno no llevó a cabo ninguna de las recomendaciones establecidas en la sentencia de la Corte Suprema, por lo que dos personas del mismo sexo podían conseguir que su unión fuera llamada matrimonio, pero las diversas leyes y normativas que tuvieran que ver con el vínculo matrimonial seguían sin aplicárseles. La decisión del poder legislativo ha sido, en cambio, el subterfugio de la creación de uniones civiles para las parejas del mismo sexo (como mal menor ante sus votantes), con derechos semejantes al del matrimonio, pero como una institución diferenciada. Esta nueva figura legal no tendrá efectos retroactivos, por lo que los matrimonios de parejas del mismo sexo realizados desde la sentencia de la Corte Suprema hasta la actualidad seguirán vigentes.
El diputado del Partido Laborista Progresista Lawrence Scott afirmó durante la deliberación en la Asamblea que “la comunidad LGBTQ obtiene los beneficios que ha estado pidiendo, mientras se mantiene la definición tradicional de matrimonio”, tras lo que explicaba que “hasta ahora, podían tener el nombre de matrimonio, pero sin los beneficios. Después de la aprobación del proyecto de ley, obtendrán los beneficios, pero no el nombre de matrimonio. Los beneficios son lo que realmente quieren”. Desde la oposición, el resumen es muy distinto. La diputada de One Bermuda Alliance Patricia Gordon-Pamplin ha considerado que “hemos dado algo a una comunidad tan solo para arrebatárselo”, a lo que añadía “no me parece que esté bien que tratemos a nuestros hermanos y hermanas de manera diferente en algo que es similar”.
Del conservadurismo de la sociedad bermudeña da fe que no despenalizó la homosexualidad hasta 1994, y que, por ejemplo, la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales masculinas sigue siendo dos años superior que para las relaciones heterosexuales o lésbicas (18 años frente a 16). Aunque ello no ha evitado que se produzcan avances significativos. En 2013, por ejemplo, el Parlamento aprobó una ley que prohíbe discriminar por razones de orientación sexual (a finales de 2012 nos hicimos eco de la misma). Y a principios de 2015 la Corte Suprema de Bermudas falló a favor de la adopción homoparental, lo que permite a las parejas del mismo sexo adoptar en igualdad de condiciones a las parejas de distinto sexo. Ignoramos si la aprobación de la ley de uniones civiles y la reversión del derecho al matrimonio tendrán una respuesta judicial.
El matrimonio igualitario en el Reino Unido
La composición política del Reino Unido es algo complicada, lo que hace que la extensión del matrimonio igualitario se encuentre con dificultades especiales en comparación con otros países.
En el Reino Unido estrictamente hablando, las legislaciones sobre el matrimonio igualitario están vigentes en Inglaterra, Gales y Escocia, quedando tan solo Irlanda del Norte como el único reducto que se resiste a la igualdad en el acceso al matrimonio para las parejas del mismo sexo.
En cuanto a las tres dependencias británicas, la Isla de Man aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en abril de este 2017, el Bailinazgo de Guernsey lo hizo en el mes de septiembre, y en el Bailinazgo de Jersey se espera una votación final al respecto, que podría tener lugar el próximo 30 de enero de 2018. Hay que señalar que el Bailinazgo de Guernsey tiene, a su vez, sus propias dependencias, Alderney y Sark, donde no se aplicó el derecho al matrimonio igualitario. Sin embargo, Alderney aprobó el pasado mes de octubre una resolución favorable, que está a la espera de la convalidación por la jefatura del Estado.
De los catorce territorios británicos de ultramar, el matrimonio entre personas del mismo sexo está permitido en Gibraltar, las Islas Pitcairn, el Territorio Antártico Británico, el Territorio Británico del Océano Índico, las Islas Malvinas, la base de Acrotiri y Dekhelia. En el territorio formado por Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, solo es legal en las dos últimas. No está permitido en Anguila, las Islas Vírgenes Británicas, Bermudas, Montserrat, las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, las Islas Caimán y las Islas Turcas y Caicos. En las Islas Caimán, sin embargo, sí se reconocen los matrimonios de parejas del mismo sexo contraídos en otras circunscripciones.
Bermuda Parliament Says No to Same-Sex Marriage, Yes to Cannabis
The victory for same-sex couples in Bermuda who earlier won the right to get married in the British Overseas Territory has been overturned.
Parliament has passed the Domestic Partnership Act 2017, which replaces same-sex marriage with domestic partnerships that can be entered into by both gay and heterosexual couples.
The decision came in the same Parliamentary sitting in which a Bill to decriminalize possession of small amounts of cannabis was passed with the support of the government and opposition sides.
Back in May, Puisne Judge Charles-Etta Simmons ruled that the Registrar-General could not reject an application by gay couple Winston Godwin and Greg DeRoche to marry in Bermuda, and that the common law definition of marriage as between a man and a woman was “inconsistent with the provisions of the Human Rights Act as they constitute deliberate different treatment on the basis of sexual orientation”.
However, after five hours of debate, 24 MPs voted in favour of the legislation that Home Affairs Minister Walton Brown said would provide same-sex couples with a raft of legal rights but prevent any further same-sex marriages. Ten MPs voted against the Bill.
“We need to find a way in Bermuda to fully embrace greater rights for all members of the community,” Brown said.
“But the status quo will not stand. On the ground, the political reality is that if we do not lead we would have a Private Members Bill tabled to outlaw same-sex marriage. That Bill would pass because more than 18 MPs are opposed to same sex marriage. If that Bill passes same sex couples have no rights whatsoever. This is tough for me. But I don’t shy away from tough decisions.”
Among those who opposed the Bill were the Shadow Minister of National Security, Jeff Baron, who said it was a “very flawed and, frankly, shameful Bill”; and Opposition leader Jeanne Atherden who said the Parliament was taking away rights that had been granted to communities of individuals who want to start families.
The Centre for Justice said it was disappointed that the Government chose to roll back full marital equality.
“That said, we were encouraged by a floor amendment giving recognition to all same sex marriages that have taken outside Bermuda prior to the commencement of the Domestic Partnership Act, a recommendation that Centre for Justice and the Human Rights Commission had proposed to Minister Brown during consultation. It was also encouraging to hear the change of tone in discourse in many speeches given on Friday night,” the centre said in a statement.
“Several MPs acknowledged that this issue highlights a generational gap and philosophical difference between parents and their young adult children whose worldview is more inclusive and progressive. Several MPs recognize and acknowledged that this marital equality will not end with this Bill. Hopefully, Bermuda will get there sooner than later.”
The Bill now requires passage by the Senate.
Meantime, the Misuse of Drugs Amendment Bill to decriminalize possession of less than seven grammes of cannabis was also passed in the House of Assembly.
While possession of that quantity of the drug will not lead to sanctions, police will still be able to seize any amount of cannabis. There will also be regulations for substance abuse education or treatment for those caught with the drug.