Ecuador: antes de regresar a Bélgica, Correa llama a votar no en la consulta popular
Correa regresa hoy a Bélgica
El expresidente de Ecuador Rafael Correa se afianza como el más grande opositor del Gobierno de su propio movimiento político, Alianza País (AP), resquebrajado entre quienes lo apoyan y los leales al jefe de Estado, Lenín Moreno.
En su corta estadía en Ecuador, que terminará este lunes 4 de diciembre, el propio Correa se ha declarado opositor de Moreno por haber “traicionado” su proyecto político llamado “Revolución Ciudadana”, extremo rechazado por el gobernante.
Con Correa y su fuerte temperamento, AP se apuntaló desde 2007 como una cohesionada agrupación política que actuó compacta, pese a ciertas discrepancias internas, mientras en la última década otros grupos políticos se fueron debilitando.
El movimiento opositor CREO, del excandidato presidencial Guillermo Lasso, es uno de los que logró mantenerse en la arena política, en la que ahora otras agrupaciones podrían beneficiarse del resquebrajamiento del movimiento oficialista.
Para el ministro de Educación, Fánder Falconí, AP nació como una alternativa frente al neoliberalismo y “si esto se destruye, -dice- finalmente quien va a usufructuar, evidentemente, son los sectores de derecha que tienen otro tipo de propuesta programática”.
Y precisamente Correa acusa a Moreno de haber dado un giro a la derecha y critica el proceso de convocatoria a una consulta popular, para febrero próximo, en la que, entre otros temas, figura la eliminación de la reelección indefinida.
En caso de que el “Sí” gane en esa pregunta, eventuales aspiraciones de Correa para repetir el cargo quedarían eliminadas y por ello el ala correísta de AP cree que la convocatoria busca sacarlo de la arena política.
Para Correa, la convocatoria “destruye el estado de derecho” y configura un “golpe de estado”.
Ello porque en una de las preguntas se solicita autorización al pueblo para que, en aras de la lucha contra la corrupción, permita reestructurar el Consejo de Participación Ciudadana que designa a las autoridades de control.
“Se trata de cuatro de cinco de las funciones de Estado: o sea el Ejecutivo más tres funciones que (Moreno) pasaría a controlar. La única que no controlaría es la Asamblea, que la va a controlar en pacto con la derecha”, especula.
Correa, a quienes sus detractores le llamaron varias veces “dictador” durante su administración, asegura que con esa consulta en ciernes se propone “una dictadura, poderes totales a Lenín Moreno”.
Enumera que el Consejo selecciona a: fiscal, contralor, procurador, defensor público, defensor del pueblo, los seis superintendentes, consejo nacional electoral, el tribunal contencioso electoral, el consejo de la judicatura y la corte constitucional.
Y por ello teme que si gana el “Sí” en la pregunta del Consejo de Participación, seguramente enfilarán contra él y no podrá regresar al país porque le “buscarán cualquier tontería” de la cual acusarle, dice.
Añade que eso se complementa con la pregunta uno, que señala que si alguien es sentenciado por corrupción, pierde sus derechos políticos.
Pero Moreno, a quien Correa aupó en las elecciones que lo llevaron a la Presidencia, defiende que con la consulta busca, entre otras cosas, transparentar la elección de las autoridades de control y fortalecer el equilibrio entre funciones del Estado.
El jefe de Estado se muestra seguro de que el pueblo lo apoyará en la consulta y ha subrayado que su administración no hará nada “sin la participación ciudadana. ¡Nada sobre ustedes sin ustedes”, ha repetido.
Moreno, quien fue vicepresidente de Correa en los primeros años de su década de su Gobierno, que comenzó en 2007, ha asegurado que “nunca” utilizará el poder que le ha encargado el pueblo “para odios o rencillas” y ha ratificado que mantendrá su política de diálogo, que difiere de la confrontativa con la que gobernó Correa.
El expresidente ha criticado que Moreno dialogue con sectores abiertamente opuestos a su administración, que fue precisamente el detonante para el pulso que comenzó con el gobernante poco después de entregarle el cargo el 24 de mayo pasado.
Y aunque desde el interior de AP se criticó ese proceso de diálogo, Moreno fue juntando adeptos y al poco tiempo de asumir el cargo opositores empezaron a coincidir con sus postulados, mientras el ala correísta se distanciaba cada vez más, al punto de tener ahora en el expresidente a su más grande opositor.
Desde Esmeraldas, Correa llama a votar no en la consulta popular
Con la presencia de 1.272 delegados provinciales y más de 2.000 seguidores, el movimiento acordó votar negativamente en el próximo plebiscito, convocado por el presidente del país suramericano, Lenín Moreno.
La denominada ‘VII Convención Nacional’ del Movimiento Alianza PAIS (AP) acordó este domingo votar no en la consulta popular y referéndum convocados por el presidente Lenín Moreno, entre las principales decisiones adoptadas desde la provincia de Esmeraldas, sede de la reunión.
“Por la defensa de la Revolución Ciudadana todos a votar con un rotundo no en la Consulta Popular”, dijo el presidente vitalicio del movimiento, Rafael Correa, al finalizar el evento en la Hostería La Pradera, ubicada en la vía al cantón Atacames, en la costa ecuatoriana.
La decisión de votar por el “no” el 4 de febrero, fecha marcada por el Consejo Nacional Electoral, fue adoptada en este encuentro, al que acudieron 1.272 delegados provinciales y más de 2.000 seguidores, que a ratos aplaudían y coreaban “Rafael, presente, nuestro presidente”.
Desde tempranas horas de la mañana cientos de personas, portando banderas, camisetas y gorras distintivas de AP, comenzaron a llegar a la sede de la convocatoria para apoyar al expresidente, ahora distanciado de su sucesor en la Presidencia por la misma agrupación política que ha gobernado el país desde 2007.
“Esta es una convención ideológica no electoral, que la hemos llamado la convención de la convicción y en la que esperamos sacar resoluciones que competen al futuro de la Revolución Ciudadana”, dijo la militante Paola Pabón, exsecretaria de la Gestión de la Política en este gobierno, al llegar al recinto en el que se conglomeraban cientos de personas.
El debate se enfocó en el tema de la consulta popular que y en ratificar la resolución del 31 de octubre pasado, en la que miembros de la directiva de la agrupación acordaron nombrar a Ricardo Patiño como presidente del movimiento y a Gabriela Rivadeneira como la segunda vicepresidenta.
“Desde el primero de mayo que asumimos la directiva del movimiento junto con Ricardo Patiño hemos tomado las decisiones apegados al estatuto, el reglamento y al código de la democracia con la aceptación mayoritaria”, dijo Rivadeneira, mientras Patiño afirmó que “la alternativa ante la derecha y los gobernantes es el poder del pueblo, del ciudadano, que debe estar organizado consciente y movilizado”.
Además, se discutió sobre lo que el asambleísta Carlos Viteri calificó como “la contrarrevolución”. “Me refiero a todos aquellos, empezando por la cabeza del Ejecutivo, que han pretendido descalificar totalmente los grandes logros de la última década, también a la militancia y un líder como Rafael Correa”, dijo Viteri en declaraciones a Andes.
Otra de las resoluciones fue abrir un expediente con intención de expulsar a Moreno, bajo el argumento de que no cumplió con las disposiciones del movimiento y de su plan de gobierno.
Mientras sucedían los discursos del orden del día, se pudo observar a un Correa pensativo, sin embargo, se dio tiempo para bromear con una adherente que tenía un póster con su imagen de cabeza.
Durante su intervención, el exmandatario ecuatoriano expuso sus consideraciones sobre por qué los simpatizantes de PAIS deberían oponerse a la consulta popular, en particular en torno a la pregunta referida a la reelección indefinida, en la cual de ganar el “sí” le inhabilitaría para postularse en el 2021, y a la relacionada al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que, según Correa, “entregaría cuatro de los cinco poderes del Estado al Ejecutivo”.
Varios entrevistados indicaron que el movimiento salió fortalecido por las conclusiones a las que se llegaron. “Estamos más fuertes porque vamos a defender este proyecto que cambió al país”, señaló Fernando Arias, quien vestía de pies a cabeza de color verde. En tanto, Norma Flores, una vendedora de refrescos que llevaba una camiseta de AP, dijo que “es feo ver cómo han atacado las cosas buenas que hizo Correa, sobre todo en favor de nosotros los pobres”.
En el final del encuentro Correa se dirigió a los presentes y, ratificando el pedido de votar no a las siete preguntas previstas, dio por clausurada la cita.
Con anterioridad, en una reunión extraordinaria convocada por Lenín Moreno en calidad de presidente del movimiento oficialista, le fue encargado a Ricardo Zambrano el puesto de presidente encargado de AP y a María Fernanda Espinosa, actual canciller, el de secretaria ejecutiva, en lugar de Patiño y Rivadeneira, respectivamente. También había solicitado medidas cauterales a un Tribunal de Garantías Penales para que Patiño ni Rivadeneira fueran inscritos como presidente y segunda vicepresidenta de AP.