Crisis política: la oposición continúa manifestándose contra el fraude electoral

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Hondureños siguen manifestándose en contra del fraude electoral

Pese a la represión policial, los hondureños siguen denunciando el fraude electoral con tomas de carreteras. Mientras el Tribunal Supremo Electoral aún no dado una declaratoria oficial sobre quién ganó las elecciones del pasado 26 de noviembre.

Las manifestaciones populares continuaron este miércoles en varias regiones del país con quema de llantas y toma de carreteras.

En horas de la mañana se reportó la represión brutal por parte de la policía contra ciudadanos que mantenían tomado el puente de Quebrada Seca en la carretera que del municipio de El Progreso, Yoro conduce a Tela, Atlántida.

La policía lanzó gas lacrimógeno a los manifestantes y éste se dispersó por toda la zona, alcanzando a niños que recibían atención médica en el materno infantil, ubicado en la colonia Berlín de El Progreso.

La protesta inició a tempranos horas del día y producto de la represión policial, varias personas resultaron con lesiones y heridas.

Este día se reportaron tomas de carreteras en diversos puntos de la zona norte de Honduras, específicamente en el departamento de Cortés,

Un informe presentado por el Comité de Detenidos-Desaparecidos de Honduras (Cofadeh) el pasado 7 de diciembre contabilizó la muerte de 14 hondureñas y denunció que las mismas eran producto de crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado en contra de personas que se han manifestado exigiendo transparencia en el proceso electoral del pasado 26 de noviembre.

La directora de Medicina Forense del Ministerio Público, Julissa Villanueva, dijo este martes que hasta la fecha se han registrado 14 muertes, relacionadas a la crisis electoral.

Tras 17 días de haberse celebrado las elecciones, Honduras aún no tiene un presidente electo, porque el TSE, ha sido incapaz de dar resultados creíbles y porque el proceso está plagado de una serie de irregularidades, según informes de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE).

Los resultados del TSE han levantado suspicacias, ya que en su primera proyección, brindada la madrugada del lunes con el conteo del 57 % de las actas, el candidato de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, alcanzaba 855,8847 votos (45.17 %), contra 761,872 votos (40.21 %) de su más cercano contendiente, el candidato del Partido Nacional y presidente Juan Hernández. Sin embargo luego de la caída del sistema de cómputo, Hernández superó a Nasralla.

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Luis Zelaya reitera que Nasralla ganó las elecciones y asegura que su papel es defender la voluntad expresada en las urnas

El candidato del Partido Liberal, Luis Zelaya reiteró este miércoles que el ganador de las elecciones del pasado 26 de noviembre fue Salvador Nasralla, el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura y aseguró que su papel y el de su partido es defender la voluntad expresada en las urnas.

“Yo sé que a muchos les ha molestado mi posición, pero lo he dicho aquí adentro y lo digo afuera: ganó Salvador Nasralla. Nosotros como liberales debemos defender la voluntad expresada en las urnas, ese es nuestro rol en este momento”, dijo el también presidente de Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL).

Zelaya se expresó en esos términos ante líderes del partido de la enseña rojo blanco y rojo que resultaron electos a cargos de elección popular en las elecciones del pasado 26 de noviembre y quienes le ofrecieron el respaldo para que siga al frente de la institución política.

“No podemos llevar al país a la anarquía, pero no podemos dejar que un seudo dictador nos dicte en que forma vamos vivir”, expresó el político.

Asimismo persuadió a sus correligionarios que el Partido Liberal debe aprovechar la coyuntura porque, “solo nosotros los liberales podemos dar la gobernabilidad”. A su juicio actualmente la gobernabilidad de Honduras “pende de un hilo”.

En ese espacio de gobernabilidad reflexionó que si en el pasado “se nos ofreció tener la presidencia del Congreso Nacional, ahora no vamos a desaprovechar esa oportunidad, porque un liberal debe liderar el Congreso Nacional”.

Agregó que su partido está dispuesto a dialogar con todos los sectores para buscar la gobernabilidad de Honduras, pero aclaró que cualquier pacto lo hará de acuerdo a los principios partidarios.

Pidió a sus a sus correligionarios que se unen por el bien del partido y a la vez advirtió que no permitirá que los diputados liberales se salgan de la línea de partido.

Aseguró que seguirá defendiendo la democracia “aun y cuando hay gente dentro de nuestro partido que está en contra de nuestra posición y se les respeta, pero hay que respetar los resultados, y cuando digo los resultados son los verdaderos resultados, porque el Tribunal Supremo Electoral perdió todo la legitimidad para definir quien ganó las elecciones”.

También manifestó que el Partido Liberal no es de derecha ni de izquierda, sino que de centro y por esa razón en este momento debe defender la democracia respetando la voluntad expresada en las urnas

“No estamos a favor ni de Mel ni de JOH, estamos hablando de la verdad”, acotó al tiempo que expresó: “Yo no quería ni que ganara JOH ni que ganara Salvador, pero ganó Salvador y hay que respetar la voluntad del pueblo”, sentenció.

Dijo además que es el momento de lograr la unidad de todos los liberales especialmente la de los alcaldes y diputados que han resultado electos y cerrar filas porque “nos quieren ver divididos, nos quieren ver vendidos, pero el Partido Liberal no se doblega, ni se vende”.

El 27 de noviembre, al día siguiente de las elecciones, Luis Zelaya, afirmó que de acuerdo a las actas en su poder, el ganador de los comicios había sido Salvador Nasralla y pidió al candidato del Partido Nacional y presidente de Honduras, Juan Hernández, que aceptara la derrota.

El pasado 6 de diciembre, el candidato liberal, aseguró que con el 82 % de las actas en poder de su partido, Salvador Nasralla, ganaba los comicios.

El Partido Liberal impugnó las elecciones al considerar que el Tribunal Supremo Electoral había perdido toda legitimidad y entregó copias de sus actas a la Organización de Estados Americanos (OEA).

De acuerdo a los resultados del TSE, el actual presidente Juan Hernández obtuvo el 42.95 % (1.410.877 votos), mientras que el candidato de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, logró el 41.42 % (1.360.439 votos).

Tras 17 días de haberse celebrado las elecciones, Honduras aún no tiene un presidente electo, porque el TSE, ha sido incapaz de dar resultados creíbles y porque el proceso está plagado de una serie de irregularidades, según informes de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE).

Los resultados del TSE han levantado suspicacias, ya que en su primera proyección, brindada la madrugada del lunes con el conteo del 57 % de las actas, el candidato de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, alcanzaba 855,8847 votos (45.17 %), contra 761,872 votos (40.21 %) de su más cercano contendiente, el candidato del Partido Nacional y presidente Juan Hernández. Sin embargo luego de la caída del sistema de cómputo, Hernández superó a Nasralla.

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Defensores internacionales reconocen fraude electoral en Honduras

El director para las Américas de la organización Human Rigth Watch, José Miguel Vivanco, denunció en un comunicado que en Honduras “hay indicios contundentes de fraude electoral”, por lo que llamó al gobierno a respetar la voluntad popular y la protesta social.

La organización no gubernamental fundada en 1978, está formada por 400 miembros en todo el mundo, estos son expertos en materia de derechos humanos, ejercicio periodístico, sistema judicial y académicos en distintas áreas.

Para la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch, en Honduras hubo fraude electoral, violaciones a la libre expresión y además irrespeto a voluntad popular y a la protesta social.

Así lo enunciaron en un comunicado emitido el pasado lunes, donde su director para las Américas, José Miguel Vivanco, denunció que “hay indicios contundentes de fraude electoral en Honduras, y estos señalamientos deben ser investigados y debe respetarse la voluntad de los votantes”.

La organización no gubernamental fundada en 1978, está formada por 400 miembros en todo el mundo, estos son expertos en materia de derechos humanos, ejercicio periodístico, sistema judicial y académicos en distintas áreas.

En ese sentido, la ONG considera que “las autoridades hondureñas deberían adoptar medidas inmediatas para garantizar la credibilidad de las elecciones generales que se celebraron en el país el 26 de noviembre de 2017, y respetar el derecho a la protesta pacífica”.

A esa conclusión ha llegado Human Rights Watch, luego de conocer las denuncias de varios observadores internacionales que informaron sobre irregularidades en el proceso electoral. “Lo cual concitó serias dudas sobre la legitimidad de las elecciones. Luego de que trascendieran señalamientos de manipulación de los resultados electorales, empezaron las protestas y las autoridades decretaron el estado de emergencia”.

El documento señala también las denuncias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Honduras (OACNUH), sobre la muerte de 11 personas durante la crisis política que instaló el Tribunal Supremo Electoral (TSE); sin embargo, la cifra más actual es de 20 víctimas.

Vivanco añadió que “el respeto de los derechos humanos es clave para la democracia”, y destacó que “eso no sólo implica que todos los votos deberían contarse correctamente, sino además que las autoridades hondureñas deben garantizar el derecho de protesta pacífica”.

La organización de derechos humanos hace énfasis en la ilegal reelección del presidente Juan Hernández, “dado que la Constitución hondureña no permite un segundo mandato. Sin embargo, legisladores del Partido Nacional de Hernández cuestionaron esta prohibición ante la Corte Suprema de Justicia, alegando, entre otros argumentos, que la limitación al mandato era violatoria de normas internacionales de derechos humanos”.

No obstante, el análisis de Human Rights Watch sobre la reelección de Hernández, expone que el gobernante Partido Nacional se basó en una cláusula de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969. Esta disposición fue creada para evitar que los gobiernos abusivos excluyeran de las elecciones a opositores.

En ese sentido, se aclara que la cláusula no fue creada para para impedir que se impusieran límites constitucionales a las reelecciones que precisamente buscan evitar el surgimiento de líderes autócratas. “Sin embargo, la Corte Suprema les dio la razón y permitió a Hernández postularse nuevamente”.

Human Rights Watch explica la tardanza que tuvo el TSE para dar los primeros resultados, contando más de la mitad de votos la tendencia favorecía al candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, por cinco puntos. Pero, ante la postergación de resultados finales durante dos días y ante la misteriosa falla del sistema de conteo del Tribunal, “la tendencia se revirtió”.

De ese modo, el 4 de diciembre, más de una semana después de las elecciones, el TSE anunció que el presidente había obtenido una ventaja del 1.6 por ciento. Ese mismo día los observadores internacionales de la Organización de los Estados Americanos manifestaron haber identificado graves “irregularidades, errores y problemas sistémicos” en el proceso electoral y que, por eso, no podían certificar su imparcialidad.

“Debido a sospechas de irregularidades, Nasralla exigió un recuento de los votos, con el apoyo de las misiones de observación de la OEA y la Unión Europea. El 5 de diciembre, Hernández manifestó en una conferencia de prensa que aceptaría un recuento y, al día siguiente, firmó un acuerdo con la OEA para ese fin. Pero Nasralla no está de acuerdo. El 7 de diciembre, expresó que su partido exige un recuento total, que sea llevado a cabo por funcionarios internacionales y no por el tribunal. El 10 de diciembre, el tribunal finalizó un recuento parcial. La cuestión todavía no se ha resuelto”.

La organización añade que por ese efecto “el 29 de noviembre tras conocerse las denuncias de irregularidades en el conteo de votos, se desataron protestas en todo el país, algunas acompañadas de saqueos. El 1 de diciembre, las autoridades establecieron un estado de emergencia de 10 días que dispuso un toque de queda desde las 6 p.m. hasta las 6 a.m. y autorizó la movilización de las fuerzas armadas. La Secretaría General de la OEA calificó a esta suspensión de los derechos constitucionales como desproporcionada”.

Por otro lado el pronunciamiento hace hincapié en la unidad especial de la Policía “Cobras”, que se había negado a dispersar manifestaciones públicas y se declaró en huelga. El 6 de diciembre, se levantó el toque de queda en 8 de los 18 departamentos hondureños. En los siguientes días, se canceló el toque de queda en otros 6 departamentos. En las áreas donde todavía se encontraba vigente, se aplicaría de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana.

Las autoridades pueden y deben actuar para prevenir los hechos de violencia y los saqueos, pero deben garantizar el derecho de libre reunión sin recurrir a un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza, concluye Human Rights Watch.

El Libertador

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