Brasil: El pobre de derecha, un comparsa de burgués – Por José Menezes Gomes
El pobre de derecha se siente liberal aun sin tener capital y propiedad. Está contra los derechos de los trabajadores, pues espera que un día tenga capital y propiedad para ser un explotador de la fuerza de trabajo de los otros. Está contra los derechos sociales pues entiende que esto irá a reducir sus futuros lucros, cuando sea capitalista y pueda explotar a los trabajadores, aun cuando él es un trabajador aunque no se reconoce como tal.
Él está contra el Estado pues entiende que cuando tenga capital y propiedad no va a querer que el Estado establezca límites a su afán de ser rico explotando a los trabajadores.
El pobre de derecha es el producto mejor elaborado por los mecanismos de producción de ideología burguesa para la defensa de los burgueses que tienen capital, que tienen propiedad y que están en la gestión de Estado para no pagar impuestos, para recibir subsidios e incentivos fiscales, para ganar dinero comprando títulos de la deuda pública y tener el control de los medios de comunicación de forma a ofrecer el mundo de los ricos como el objeto a ser defendido, aun cuando la riqueza de la burguesía sea fruto de la explotación también de los pobres de derecha.
Él pasa toda su vida soñando con ser burgués, pero sin capital ni propiedad y siendo explotado. Entretanto, él es muy útil para la burguesía, pues ya que no tiene capital, ni propiedad él se torna el perro de guardia de la clase que un día sueña alcanzar. Siendo así, él sale a las calles a defender el capitalismo y ve en los trabajadores esclarecidos y organizados a sus enemigos de clase.
El pobre de derecha, además de ser un comparsa de burgués es terreno fértil para el fascismo. Por lo tanto, el pobre de derecha es un comparsa de burgués que en el momento de crisis del capitalismo se comporta como un pitbull de la burguesía en defensa de jun gobiernos de contenido fascista.
Como el pobre de derecha intenta ser el espejo de los valores que´él cree que tiene la burguesía, pasa a ser machista, racista, homofóbico, etc. Acaba siendo el portador de los principales preconceptos que la burguesía generó y perpetuó como parte de su sistema de dominación, porque precisa del racismo para pagar mucho menos a los trabajadores afrodescendientes; y del machismos porque los salarios de las mujeres son mucho menores que los salarios de los hombres.
En fin, niega su origen social e intenta ser lo que no tiene, pues se trata de un trabajador sin conciencia de clase. Por eso se endeuda para tener una imagen diferente que la que su poder de compra real se lo permite. Se les emergentes porque quieren negar su clase asumiendo la apariencia de burgués.
Él come sardina y eructa caviar, mientras ladra siempre más alto para demostrarle a la burguesía que está protegiendo la propiedad del burgués, mientras duerme fuera de la mansión que sueña que un día será suya. Al envejecer no va a tener empleo y mucho menos va a poder pagar un plan de salud. De esta forma va a precisar de la protección social, aunque pasó toda su vida defendiendo que bastaba dejar que la mano invisible actuara, que con un egoísmo potenciado se llegaría a un bienestar colectivo, donde todos tendrían la oportunidad de ser ricos algún día, bastando apenas su esfuerzo individual y su capacidad de asumir riesgos.
El pobre de derecha es un comparsa de burgués que ladra como pitbull en defensa de la burguesía y se calla sobre su propia explotación.
(*) Economista y docente brasileño. Profesor del curso de la economía Santana y la Maestría en Servicio Social Universidad Federal de Alagoas (UFAL).