México: educación universitaria masiva versus universal 

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Malo Álvarez, de la Secretaría de Educación Pública de México: «Estamos en la educación masiva, pero aún no en la universal»

En la segunda mitad del siglo XX empieza lo que se llamó la masificación de las universidades, éstas atendían a más del 15 % de los jóvenes en edad de estudiar, y es hasta el último cuarto de siglo pasado cuando comienza lo que se conoce como universalización de la educación superior, significa que entran más del 50 % de los jóvenes a estas instituciones, reseñó Salvador Alejandro Malo Álvarez, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Como parte de la conferencia “El estado de las prácticas de enseñanza-aprendizaje en México”, que dictó en el 2do. Coloquio Nacional sobre Modelos Educativos Universitarios, destacó que el país tiene el 35 o 38 % de estudiantes del grupo de edad que entran a las universidades, por lo que “estamos en la educación masiva, pero aún da en la educación universal”.

Expresó que la razón de esta situación es que a México y al resto de América Latina tanto la masificación como la universalización llegaron casi medio siglo más tarde que en el resto del mundo.

“En el caso particular de México dense cuenta que no podemos tener muchos más estudiantes en la educación superior, cuando la educación secundaria se volvió obligatoria apenas en 1993, y la media superior hasta el 2012; es claro que no podemos tener muchos más estudiantes universitarios porque de alguna manera el número de jóvenes que salen de las secundarias, sobre todo de la preparatoria, sigue siendo relativamente pequeño, con lo que se da en otros países”.

El doctor en Física por el Colegio Imperial de Londres explicó que se tienen que cambiar los modelos universitarios, “porque ahora la educación superior es para muchos o para todos, ya no es para una elite (como la que existía a principios del siglo XIX) y, sin embargo, seguimos utilizando los métodos educativos que se usaban para educar a unas pequeñas porciones de la población”.

Ratificó que la matrícula de educación superior en la República mexicana ha cambiado de ser de 50 mil personas, aproximadamente, en 1960, a ser en la actualidad casi cuatro millones, “se ha multiplicado 90 veces en ese periodo, efectivamente ahora la educación superior es para todos”.

Dijo que todo el mundo está yendo a la educación superior, y eso los hace entrar en una situación novedosa a nivel internacional, puesto que “ahora en el mundo tenemos más personas preparadas que nunca, son 270 millones de personas con educación profesional, y viene otro tanto estudiando en las universidades”.

Expresó que para afrontar este tipo de retos es preciso tener más personas preparadas y tener más tecnología, “en suma, el mundo va a tener cada vez más datos, más información, más conocimientos y energía, y eso es lo que va a ayudar, o está ayudando, a que tengamos más gente preparada que pueda aprovechar y usar todos esos datos”.

Señaló que existen factores que están incidiendo en la educación general y particular, por ejemplo, “la dinámica del conocimiento en cualquier área y disciplina es veloz; se están creando conocimientos dentro y fuera de las universidades, la cantidad de éstos hace que ya no podamos tener carreras para la vida”.

Agregó que los estudiantes que cursan una carrera en estos tiempos no podrán pensar que una vez que tengan su título universitario ya no va a estudiar, “ninguna persona va a poder dejar de estudiar si quiere mantenerse al día con lo que está pasando”.

La conferencia del subsecretario giró en torno a qué está sucediendo con las enseñanzas y los aprendizajes no solo en México, sino a nivel mundial; comparó tendencias y analizó hacia dónde se encamina el Modelo Humanista Integrador basado en Competencias (MHIC) de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, sede del evento.

Aclaró que cada uno de los individuos aprende de manera diferente y, por lo tanto, enseñar a todos por igual, o esperar a que todos aprendan de la misma manera, es falso, “no podemos superar eso, no todos aprendemos y ni enseñamos por igual”.

Pidió a los docentes que los alumnos aprendan de manera diferencial, y que los profesores puedan por lo tanto preparar sus enseñanzas para que cada uno de los alumnos vaya a distinto paso, según sus propias habilidades y capacidades.

El Sol de Tlaxcala

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