La violencia como estrategia electoral extrema y sus dualidades – Por Rodolfo Pastor Fasquelle
La violencia como estrategia electoral extrema y sus dualidades
Sembrar miedo es estrategia antigua. Los antiguos espartanos asesinaban campesinos para prevenir rebeliones. (Si no consigues que te amen, dice don Nicolás, asegúrate que te teman.) No improvisa Klugman, de quien la ha tomado Rendón, pero fue Goebbels quien inventó, a mediados de los 1930s, según se ha documentado, la violencia escenificada como propaganda. Antes de acceder al poder, el Nazi mandaba pelotones (tropas de choque) a malmatar a manifestantes socialistas, para intimidarlos y, al mismo tiempo publicaba -en periódicos- fotografías de jóvenes Nazi golpeados, por los supuestos comunistas. Los colombianos inventaron el falso positivo. Estos se pueden llamar también asesinatos de falsa bandera, porque los hay llanos.
No hay que fingir que es una novedad, el asesinato político aquí. Aunque cada manifestación suya debería resultarnos siempre escandalosa, la violencia política ya tiene historia local. Me toca recordar. (El asesinato de P. J. Chamorro detonó la Revolución Sandinista. Hoy en otro programa de TN5 compareció como vocero de la derecha que apoya al PN un hijo del asesino de Monseñor Arnulfo Romero.) A La Resistencia le han estado quitando gente desde cuando los militares mataron a Isis y a Emo. Y por supuesto que a Margarita Murillo y Berta Cáceres, y a docenas de líderes campesinos en el Aguan, crímenes aun no aclarados o más bien claramente encubiertos según el Congreso de EUA. Esta abundantemente documentado el asesinato de opositores, periodistas críticos, abogados incómodos, defensores de derechos y del ambiente. Y la idea siempre fue intimidar. Aunque sin averiguación previa, la policía siempre declaraba que los hechos respondían a razones pasionales, a riñas internas o se derivaban de un asalto infeliz.
Klugman puede haber sido, eso sí, hay que concederle esa primicia, quien importó el asesinato político a la coyuntura electoral en el Triángulo Norte. Quizá lo traía aprendido desde su vinculación con la CIA en tiempo de Reagan que –aquí– fue el tiempo de los desaparecidos. Su asesoría para varios de los candidatos presidenciales de Arena después de la firma de la Paz en El Salvador y luego para el Partido Patriota del Gral. Otto Pérez M, hoy en la cárcel por corrupto en Guatemala, coincidió con numerosas ejecuciones de líderes populares opositores. Se había firmado la paz pero mataban a la gente por parvadas.
Aquí en las Hibueras, Klugman se estrenó como asesor político de Pepe Lobo en la campaña interna en que se alzó con la candidatura… luego de una escandalosa y nunca bien esclarecida masacre -semanas antes de la elección- contra un bus de pasajeros en Chamelecon, ejecutada por mareros jamás indiciados. Lobo proponía la cero tolerancia y la pena de muerte y cosechó el miedo. Algunos de los imputados y luego liberados, declararon que para ejecutar ese drama habían recibido armas y dinero de altos oficiales de la policía no depurada. Otros detenidos aparecieron muertos después. El archivo se entierra.
Es una técnica extrema, ciertamente, y peligrosa en cuanto su develamiento puede conseguirte un tiro por la culata. Pero en efecto, la campaña de JOH ha entrado de lleno en desesperación. Publican encuestas falsas pero tienen acceso a las buenas. Han gastado cientos de millones de dólares en publicidad pero no consiguen pasar del 30%. Y sabían lo que se venía cuando recurrieron a propagar -entre extranjeros- la especie de que la oposición recurriría a un magnicidio, ¿para abortar la elección?
Les complicaron la vida las inundaciones. Luego la mala calificación y denegación de los fondos de La Cuenta del Milenio y de los fondos de La Alianza para la prosperidad… y antier el fin anunciado del TPS, pese al lobby permanente y las misiones de diputados y ministros para suplicar. El aumento a los precios del combustible, los cierres de empresas. Sabían que venía la mega manifestación del 7-11 y nuevas exigencias de extradición imposible dentro de horas. Había que distraer, retroceder al tema de seguridad, supuestamente el fuerte. Lo que no era del todo fácil, porque se había dicho que estaba superado. Ese era el punto. El mismo JOH lucia desmoralizado, desvelado en su moto taxi.
Entonces se planificó desde hace unas semanas otra etapa de masiva publicidad. Se publicaron primero -sin fuente ni mayor sentido- cintas documentales sobre las maras satánicas, después la semana pasada anuncios sobre los logros de JOH en combate a la mara. Largos supuestos reportajes noticiosos (de viejas noticias) reclamando el mérito del gobierno de construir las cárceles y trasladar a los reos humillados, encadenados en cientos de vehículos y helicópteros. Luego trascendieron las nuevas especies.
Se publicaron en las redes falsas noticias sobre supuestos encuentros y diálogos cumbres de los liderazgos de las maras con Salvador Nasralla en los que se había llegado a acuerdos y transferencias. Circularon desde hace tres días masivamente mensajes de voz de supuestos mareros propagando la consigna de que había que votar contra JOH. Públicamente el candidato presidente atacó entonces a Nasralla antier porque supuestamente estaba en contra de la policía militar y se proponía eliminarla. Fake news, en boca del Presi. Porque Salvador ha dicho justo lo contrario, que debía subsistir hasta nuevo aviso, la P.M.
Y finalmente anoche trascendió la supuesta noticia propagada muy temprano por Edgardo Castro, del asesinato de un se dijo ¿Rene Centeno? Y después se aclaró Mario González, activista de barrio del Partido Nacional y hermano de un candidato a diputado D.C. muerto dizque ¡por ayudarle a JOH! El Heraldo asegura que lo asesinaron hombres fuertemente armados en su habitación en la 21 de Octubre zona caliente de la capital. Y circuló paralelamente la nota de la muerte de un candidato del PN a diputado en Copán que no se ha vuelto a mencionar. Grande credibilidad le dio TN5 aunque parezca inverosímil al relato ¡para imputarle el crimen a la oposición marera! Y por la tarde la Poli enmascarada nos presenta una docena de pobres diablos presuntos responsables a quienes el activista “Chuy” Ramos asegura que Nasralla les dio la extraña directiva. La prensa no informa la realidad, pero –consuélate- la suplanta con acción vibrante.
¿Una realidad virtual con víctima real? Vale reata la vida de todos modos, lo que importa es el poder. ¿El fin justifica cualquier medio para el Mal encarnado? Y ¡el propio Presi reenergizado en su reunión de la tarde amenaza con tomar venganza partidista! Claro, que se puede calificar el evento, como hace Evelio Reyes de acto de terrorismo. Pero si buscas al culpable, mira quien es beneficiado, dice un viejo precepto de la criminalística. Y parece obvio que entonces se trata de terrorismo de Estado o terrorismo de Partido. ¿A quién creerle, Pastor? ¡Lo está viendo el mundo!
Entonces ¿se han reactivado los escuadrones? Y ahora ¿tampoco está seguro nadie en el partido oficial? ¿Debería reforzar a sus guardaespaldas el mismo Pastor Reyes? Porque el acto culminante podría ser culpar a Nasralla de matarlo a él, con lo que el mundo perdería a un gran artista. ¿Quedaría consumada su vocación para el martirio y JOH -su favorito- volvería al poder?