Bloqueo a Cuba: impacto y tensiones del legado de la Guerra Fría – Por Arantxa Tirado
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por Arantxa Tirado, politóloga latinoamericanista e internacionalista
@aran_tirado
Este miércoles 1 de noviembre tendrá lugar en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) una nueva votación para denunciar el bloqueo que desde 1962 EEUU viene imponiendo unilateralmente a Cuba. El proyecto de resolución, “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, se propone recabar apoyos internacionales y hacer presión para provocar el levantamiento del bloqueo, que ha sido recrudecido por la administración Trump.[1]
Este proyecto de resolución se viene presentando desde hace 25 años en el marco de la Asamblea General de la ONU y ha recibido siempre el apoyo mayoritario de los países miembros, como se puede apreciar en el gráfico:[2]
El clamor internacional por el levantamiento del bloqueo es compartido por organizaciones sociales y empresariales de EEUU, muchas de ellas agrupadas en organismos como “Engage Cuba”, “Cuba Now” o “Consortium”.
Ni siquiera la “normalización” de relaciones entre EEUU y Cuba iniciada por la administración Obama puso fin al bloqueo estadounidense hacia Cuba. EEUU sigue aplicando un bloqueo económico y comercial que ha tenido fuertes impactos en la economía y la sociedad cubanas. Según el Informe de Cuba. Sobre la resolución 71/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de junio de 2017, el impacto del bloqueo durante estas más de cinco décadas se traduce en pérdidas por valor de 822 mil 280 millones de dólares (130 mil 178,6 millones de dólares a precios corrientes).[3] Sólo de abril de 2016 a junio de 2017 el Gobierno cubano calcula las pérdidas en 4 mil 305,4 millones de dólares, el doble de lo que necesita Cuba para desarrollar su economía.[4]
El bloqueo afecta distintas áreas estratégicas de la economía cubana con un alto impacto social. En el sector de la salud, el bloqueo se traduce en la imposibilidad del Estado cubano de adquirir maquinaria médica de última tecnología producida por empresas estadounidenses que serviría para tratar a pacientes en la isla. También existen problemas con determinados productos de la industria farmacéutica o en el sector de la ortopedia. En el sector agrícola y alimentario, Cuba está asumiendo sobrecostos al tener que adquirir la materia prima para su industria alimentaria (que proviene en un 70% de la importación) de países lejanos en lugar de hacerlo de EEUU, un mercado mucho más próximo. En la educación, el deporte, la cultura y el desarrollo, la tecnología, comunicaciones, etc., el pueblo cubano padece también los estragos económicos y psicológicos del bloqueo. La cuantificación de estas pérdidas puede observarse en el siguiente cuadro:
Pérdidas económicas como consecuencia del bloqueo en sectores estimables
(abril 2016- junio 2017 en dólares)
Pero el bloqueo y las últimas medidas adoptadas por Trump para recrudecerlo también tienen un impacto en la economía estadounidense. Según la organización “Engage Cuba”, EEUU deja de ingresar 6,600 millones de dólares por estas medidas y se pierden 12,295 puestos de trabajo[5] que podrían crearse en EEUU de poner en marcha las relaciones comerciales sin restricciones con Cuba.
Iniciativas en EEUU por el levantamiento del bloqueo
Desde mayo de 2017 se han presentado distintos proyectos de ley en el Congreso de EEUU para levantar el bloqueo a Cuba. Actualmente hay al menos dos leyes en espera de aplicación: la Freedom to Export to Cuba Act of 2017[6] y la United States-Cuba Trade Act 2017.[7] La United States-Cuba Normalization Act of 2017[8] fue publicada el 20 de junio y comenzó a aplicarse desde el 19 de agosto.
Además de la iniciativa de distintos congresistas y senadores estadounidenses, la Cámara de Comercio de EEUU se ha pronunciado en varias ocasiones por el fin del bloqueo al que ha acusado de “políticas anticuadas”.[9] Con el reciente reforzamiento del bloqueo por Donald Trump, sus temores a perder oportunidades de negocio en Cuba, que serán aprovechadas por otros países, han crecido.
Al igual que la renegociación del TLCAN, el presidente Trump y su círculo más cercano mantienen una postura sobre Cuba aparentemente no compartida por amplios sectores empresariales, políticos y sociales estadounidenses. Esta presión puede lograr convencer al Congreso de la conveniencia del levantamiento del bloqueo, pese a la oposición del presidente de EEUU y del influyente lobby cubano-americano. En los meses por venir se observará si en este nuevo enfrentamiento se imponen los intereses de las grandes y medianas empresas estadounidenses deseosas de comerciar con Cuba o la cerrazón de la administración Trump, anclada en una visión que remite a la Guerra Fría y que es cada día más cuestionada desde el propio establishmentestadounidense.
[1] http://www.celag.org/trump-cuba-regreso-la-guerra-fria/
[2] http://www.cubavsbloqueo.cu/es/votaciones-agnu
[3] http://www.cubavsbloqueo.cu/es/informes
[4] http://www.cubavsbloqueo.cu/es/informes
[5] Cuba vs. Bloqueo. Informe de Cuba. Sobre la resolución 71/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, junio de 2017p. 9.
[6] https://www.congress.gov/bill/115th-congress/senate-bill/1286/text
[7] https://www.congress.gov/bill/115th-congress/senate-bill/1699/text?format=txt
[8]https://www.congress.gov/bill/115th-congress/house-bill/2966/text?q=%7B%22search%22%3A%5B%22Cuba%22%5D%7D&r=43
[9]https://www.telesurtv.net/news/Camara-de-Comercio-de-EE.UU.-reitera-compromiso-con-Cuba-20170617-0005.html