Anatomía política después del golpe de Estado – Por Carolina Bardales

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Anatomía política después del golpe de Estado

En junio de 2009, el Parlamento de Honduras y los grupos de poder [con la venia del gobierno de Estados Unidos] perpetraron un Golpe de Estado contra un gobierno constitucional que tenía un enorme apoyo del pueblo [organizaciones sindicales, gremiales, magisteriales, estudiantiles, ambientalistas, indígenas, garífunas, campesinos, y ciudadanía en general]. Los ejecutores del Golpe argumentaron que el gobierno fue derrocado porque quería aprobar la reelección presidencial, prohibida por la Constitución de 1982.

Gran parte de los autores del Golpe pertenecían a la cúpula del Partido Liberal (PL) [partido mayoritario que aglutinaba a personas de derecha y de centro izquierda]. Esto produjo una fragmentación en dicho partido porque a la gran mayoría de centro-izquierda le disgustó esta acción de la cúpula. Estos disidentes junto a otros hondureños defensores de la democracia conformaron la resistencia contra el Golpe de Estado (FNRP). En 2011 el FNRP dio luz a dos nuevos partidos políticos: el Partido Libertad y Refundación (LIBRE, de centro izquierda) y el Partido Anticorrupción (PAC, de centro).

Ante el resquebrajamiento del PL en 2009, el camino estaba abierto para que el Partido Nacional (PN) [de ultra-derecha] fuera declarado vencedor en unas elecciones en estado de sitio con un abstencionismo de 80%, en la que muchos candidatos del PL e independientes [conscientes de que la única forma de restaurar la democracia después de un Golpe de Estado es convocar a una Asamblea Nacional Constituyente], retiraron su candidatura. Consecuentemente, a partir de 2010, el PN con mayoría absoluta en el Parlamento, tuvo vía libre para hacer y deshacer su antojo. Aprovechando esta coyuntura, Juan Orlando Hernández (JOH) [un personaje maquiavélico, fascista, con ambición desmedida] ideó un plan macabro para implantar una dictadura en aquel país Centroamericano.

El plan consistía en tomar el control de los tres poderes del Estado [legislativo, ejecutivo y judicial], del Tribunal Supremo Electoral (TSE), las Fuerzas Armadas, el Registro Nacional de las Personas (RNP), el Ministerio Público (MP) y otras instituciones claves del aparato Estatal.

La ejecución de dicho plan empezó en agosto de 2013, cuando el Parlamento [presidido por JOH] dio un nuevo Golpe a la democracia al destituir [sin tener atribuciones para hacerlo] a cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Producto de esta maniobra sucia, JOH –entonces candidato presidencial por el PN- pudo nombrar magistrados que posteriormente le allanarían el camino hacia la reelección. Ese mismo año, JOH también movió teclas para cambiar a toda la cúpula militar y policial, nombrando en tales puestos a familiares y amigos suyos. Este fue el inicio de la militarización que se observa en el país (sobre la cual el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha emitido su preocupación en reiteradas ocasiones).

En enero de 2014, JOH hizo que el Parlamento nombrara a los nuevos magistrados del TSE. Dicho nombramiento debía llevarse a cabo en mayo de 2014 y le correspondía realizarlo al Parlamento recién electo en noviembre de 2013.

Con una campaña política desleal para otras organizaciones políticas y aparte financiada indebidamente con dinero robado de la seguridad social y por medio de fraude electoral, JOH fue declarado “ganador” de los comicios presidenciales de 2013. Respecto a esas elecciones la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) emitió un informe de sesenta y cuatro páginas en el que hizo varias recomendaciones , entre las cuales figuran: despolitizar el Tribunal Supremo Electoral e incluir en el a representantes de los nuevos partidos políticos [LIBRE y PAC]. Esas y otras recomendaciones debían ser aplicadas en las elecciones de 2017, pero por falta de voluntad política del gobierno de facto y la falta de presión de la Unión Europea no se han hecho efectivas.

En abril de 2015, JOH hizo que 15 diputados y el ex-presidente Callejas presentarán ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia un recurso para despenalizar el artículo 239 de la Constitución, el cual prohíbe la reelección. La Sala de lo Constitucional [al servicio de JOH] declaró inconstitucional ese artículo. Cabe destacar que dicho artículo no puede ser reformado (es pétreo, inmodificable) porque fue redactado con la intención de evitar el re-surgimiento de dictaduras. Por tanto, la única vía legal para aprobar la reelección es que el soberano (el pueblo), mediante una Asamblea Nacional Constituyente derogue la actual constitución y apruebe una nueva.

Los partidos políticos PAC, LIBRE y PINU (Socialdemócrata), así como otras organizaciones interpusieron diversos recursos de nulidad contra la reelección, pero la CSJ, al servicio de JOH, los declaró sin lugar. Adicionalmente, el Ministerio Público y las Fuerzas Armadas (F.F.A.A) que estaban obligados a proceder de oficio y remover de su cargo a JOH [aplicando el artículo 239 de la constitución], guardaron silencio.

Amparado en la resolución de la CSJ, el TSE permitió la inscripción de JOH como candidato presidencial en las elecciones primarias de marzo de este año. Paradójicamente, aquellos que perpetraron el golpe de Estado en 2009 especulando que el presidente de aquella época tenía la intención de reelegirse ahora guardan silencio. Esto se parece mucho a la situación que describe el poema de Martin Niemöller “Cuando los nazis vinieron”.

¿En este contexto, qué significado tienen las próximas elecciones presidenciales de noviembre de 2017?

En el sentir y pensar del pueblo hondureño las elecciones de noviembre próximo [al igual que las que se efectuaron en 2013 y 2009] representan la continuidad del régimen de facto que se instauró en junio de 2009 y que ahora se ha convertido en una dictadura. En las elecciones de noviembre de 2017 no está en juego la elección de las autoridades (como podría ocurrir en una elección normal). Lo que está en juego es la restauración de la democracia mínima y evitar el peligro del recrudecimiento de un sistema dictatorial al estilo de Recip Erdogan en Turquía.

¿Qué está pasando actualmente en Honduras?

El Partido Nacional ha instaurado una dictadura que no cuenta con el apoyo del pueblo, pero que se sostiene a través de la militarización y control absoluto de las instituciones del Estado. En general lo que se observa hoy en día es:

1) Persecución sistemática y asesinato de periodistas, abogados, defensores de derechos humanos, ambientalistas, dirigentes estudiantiles magisteriales, sindicales y de todo ciudadano que alce su voz para denunciar las atrocidades de la dictadura.

2) Militarización de la sociedad con el fin de reprimir la protesta social, crear miedo entre la ciudadanía y sostener a cualquier costo el Régimen actual.

3) Una continua violación de la constitución y leyes secundarias.

4) Una masiva violación de derechos humanos.

5) Un narco-Estado que fomenta el tráfico de drogas, la extorsión y el crimen organizado.

6) Deterioro de condiciones laborales mediante la omisión de facto del código de trabajo, leyes laborales y la creación del trabajo por horas y la obligatoriedad de facto de pertenecer al PN para optar a un cargo publico.

7) Expropiación sin previo juicio de bienes de ciudadanos que no están alineadas al régimen de facto (incluidas personas del propio PN); así como encarcelamiento sin haber sido demostrada su culpabilidad mediante un juicio.

8) Restricción de la libertad de expresión mediante el asesinato periodistas y cierre de medios de comunicación: diario tiempo, globo TV, y radio globo.

9) Criminalización de la protesta, con coartación de la libertad de reunión, asociación y libre movilización al elevar la protesta social al rango de “terrorismo” [mediante la ley antiterrorista].

10) Entrega de la soberanía y el territorio nacional a las corporaciones transnacionales al otorgarles) concesiones mineras por tiempo indefinido (incluyendo áreas protegidas y zonas declaradas como patrimonio nacional.

11) La persecución de ciudadanos que representan un obstáculo a la radicalización del régimen, inclusive de líderes del propio PN, ejemplo Rafael Callejas implicado en el Fifa Gate, quien fue extraditado a los Estados Unidos con la completa colaboración de este gobierno. Otro ejemplo es la persecución a propietarios de medios de comunicación críticos al gobierno como el caso de la familia Rosenthal.

¿Porque 8 años después del Golpe de Estado aún no ha sido posible restaurar el Estado de derecho?

En 2009 la comunidad internacional dijo que no avalaría unas elecciones que se habían llevado a cabo bajo un régimen de facto, represión y en estado de sitio. Consecuentemente, el gobierno electo no sería reconocido. Había mucha esperanza entre el pueblo de que la democracia se restablecería en pocos meses, cuando el nuevo gobernante de facto al no contar con financiamiento y ayuda internacional, renunciara y convocara a una Asamblea Nacional Constituyente como el pueblo clamaba. Tristemente, en febrero de 2010, (en un acto de traición hacia el pueblo hondureño), los países de la Unión Europea reanudaron sus relaciones diplomáticas con el nuevo gobierno de facto [avalando el Golpe de Estado] y dándole luz verde a los golpistas para hicieran del país lo que quisieran con el país (tal como ocurre ahora).

¿Qué esperanza existe actualmente que las cosas mejoren?

La restauración del Estado de Derecho sólo puede lograrse mediante una coyuntura de factores endógenos y exógenos. A nivel interno, el pueblo ha protestado y exigido la renuncia del gobernante de facto. Restaurar la democracia en aquel país centroamericano requiere que las acciones del pueblo sean fuertemente respaldadas por la comunidad internacional. Esto es así porque el régimen dictatorial se sostiene a través de del uso de la fuerza: con miles de militares en las calles exhibiendo armamento de guerra israelí y a través del control absoluto de las instituciones del Estado; en tanto que el pueblo esta en estado de indefensión.

Actualmente, los partidos de oposición al régimen están formando una gran alianza para participar en las elecciones de noviembre próximo. Si existieran las condiciones que garantizaran unas elecciones libres de fraude electoral, la alianza fácilmente podría vencer y restaurar el estado de derecho.

Actualmente Europa empieza a tomar un papel más protagónico en las relaciones diplomáticas con América Latina (alejándose de la política antidemocrática de Estados Unidos). Consecuentemente, la Unión Europea podría ejercer presión para que el gobierno de facto implemente las recomendaciones que la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea emitió en 2014. Esto garantizaría unas elecciones limpias y por tanto conduciría a la restauración de la democracia en Honduras. Adicionalmente, Europa también podría exigir que la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) [que tan solo cumple con una función ceremonial] se le otorguen poderes para investigar y juzgar los crímenes cometidos después del Golpe de Estado.

Alainet


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