El reto lanzado por la OEA – El Día, Bolivia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La viveza criolla se estrelló el miércoles contra una Organización de Estados Americanos (OEA) muy bien pertrechada para repeler las estrategias envolventes del Gobierno boliviano, al que lanzó un reto de someter la propuesta reeleccionista del oficialismo a una revisión ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En este lado del planeta suele haber la creencia de que allá por el norte son unos incautos por su poca afección a las trampas y a los atajos y sobre todo, por su cándido apego a las leyes. Pero justamente esos ingenuos dejaron en ridículo a los representantes bolivianos que acudieron al Consejo Permanente de la OEA con la soberbia del dueño de la verdad y la altanería del predestinado para ejercer eternamente el poder.

El secretario general del organismo, Luis Almagro, hizo su tarea y se preparó muy bien para defender el tuit que había lanzado días antes en el que le exigía al presidente Morales respetar los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 en el que la población rechazó la propuesta de reformar la constitución y permitir la cuarta postulación del presidente Morales.

Almagro no estaba en Washington pero dejó a un solvente representante, su jefe de gabinete Gonzalo Koncke, un exfuncionario del Gobierno de José Mujica, quien tenía preparado un discurso de no más de cinco minutos, en el que refutó las denuncias de injerencia que lanzó el ministro de Justicia de Bolivia, Héctor Arce. Según afirmó, el secretario general de la OEA tiene la “obligación y el derecho indeclinables de velar por el cumplimiento de la Carta Democrática de la OEA” y en ese sentido hizo una manifestación pública sobre una consulta que ya se expresó sobre la reelección del presidente. “Su resultado es claro y conocido”, afirmó el diplomático.

A continuación no solo ratificó la posición de su jefe, sino que adelantó una interpretación de la petición que ha hecho el oficialismo boliviano ante el Tribunal Constitucional y que considera un derecho humano del presidente Morales habilitarse por cuarta vez como candidato a la primera magistratura. Dijo que ese argumento no parece tener sustento y a continuación dejó claro que la decisión final ya la tomó el pueblo de Bolivia a través de un procedimiento establecido en la Constitución.

Y como para no dejar dudas sobre la irracionalidad de la solicitud boliviana, Koncke recordó un antecedente parecido que llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se trata del caso del exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, que de la misma forma que lo hace ahora el oficialismo boliviano, invocó el Pacto de San José de Costa Rica para tratar de postularse a la Presidencia de su país pese a una prohibición constitucional. “La CIDH no le dio la razón”, afirmó.

De cualquier forma, hizo una invitación abierta y clara al Gobierno boliviano para hacer una petición formal de opinión consultiva ante la CIDH. “Siempre la puerta está abierta”, concluyó, seguramente con la idea puesta en zanjar este asunto a través del camino correcto, pues estratégicamente, el Gobierno boliviano prefirió acudir al Consejo Permanente, donde el saldo no fue para nada favorable.

La OEA ha ratificado su rechazo a los intentos reeleccionistas del gobierno boliviano y lo ha retado a solicitar una consulta ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde existe un antecedente parecido que fue rechazado en el pasado.

El Día

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