Perú: censos y embarazos, sincronicidad simbólica – Por José Toledo Alcalde
Existen coincidencias que nos hacen pensar y reflexionar en cuanto a la dimensión simbólica, y no solo científica, de eventos como el Censo realizado en el Perú el 22 de octubre de 2017. Después de diez años el Censo Nacional en la República del Perú XII de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Indígenas, nos agarró en tierra patria.
Desde la experiencia en el Perú, los registros históricos indican la existencia de aplicación de instrumentos de medición desde época pre-inca e inca. Se presume que el primer Censo Inca se desarrolló bajo la presencia del Inca Sinchi Roca y contaron con el sistema de medición conocido como Quipus (sig. Quechua: nudo, ligadura, atadura, lazada). La necesidad de información cuantitativa y cualitativa se manifiesta en la historia milenariamente en diferentes culturas, Asia, Oceanía, Europa, América, África, etc. Una historia cargada de datos ancestrales han registrado cuántos son, que hacen, cómo son, de dónde vienen a dónde van…
Una de las culturas más próximas a la peruana, por razones de expansión geopolítica hispana, es la cristiana-europea. Junto con los matices de la fe y espiritualidad nos llegaron elementos históricos, no siempre precisos, pero no por eso menos válidos. Válidos como la historia que giró en torno al nacimiento de Jesús llamado “el galileo” nacido en Belén de Judea.
Cuenta el evangelio según Lucas que “En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. El nacimiento de Jesús en Belén, ocurre cuando Cesar Augusto, emperador de Roma, promulga un edicto para que el mundo se empadronase” (Lc.2:1-7).
La necesidad de control geopolítico y demográfico del imperio romano no tubo limites. El emperador tenía que tener en claro cuánto era o no recaudado y cuantos estaban o no bajo el poder del trono imperial. Estadísticas no necesariamente para saber a cuantas personas les falta y a cuantas les sobra para reequilibrar la balanza, bueno fuera! Hoy se habla que la pregunta #25 del Censo 2017 en el Perú, sobre etnia, tiene que ver con la posibilidad de invisibilizar poblaciones como la Quechua con el objetivo de anular la denominada “Consulta previa” o la pregunta #26 sobre religión la cual tendría por finalidad seguir perpetuando el control de la Iglesia Católica como “religión oficial” por medio de la firma bilateral de convenios entre el Estado del Vaticano y el peruano, convenio conocido como Concordato.
Lo anecdótico de esta historia es, con las disculpas del caso, algo personal. Seré padre y vinieron a censarnos a casa. Al mirar a mi compañera y el bebé me llamó la atención que no fuera censado el bebé de igual forma. ¡Es persona, ya está presente!
En fin, es la métrica y es ley. Lo curioso es que como fue en el caso del galileo, su madre María y su padre José (el carpintero) nos sucede a nosotros, a mi familia, embarazos en tiempo de Censo. La gran diferencia es que la errante familia bíblica no encontró un lugar donde hospedarse. Más aún, aquella errante familia, no encontró lugar apropiado donde dar la bienvenida a la agraciada criatura. Nació en el plato de las vacas al calor de las pajas de un establo.
¿Cuántas familias en las mismas condiciones que el galileo? ¿Cuántas familias con celulares, cables, Tv a color y coche pero sin saber leer y escribir? ¿Cuántas familias con celulares y Tv a color pero con dramático índice de mal nutrición? ¿Cuántas criaturas con la tablet y la Tv a color desnutridos y sin expectativas de recibir educación digna? Lamentable.
Pero al Estado y corporaciones financieras le basta saber quien tiene celular, Tv a color, cable, carro, maestría o doctorado. De allí seremos calificados como país en vía de desarrollo o potencialmente primer mundo. Considérese de clase media (B-C) si tiene artefactos electrónicos y carro. En este censo nadie nos preguntó si nuestro bebé en camino recibe las vitaminas apropiadas o si nuestra alimentación es balanceada. No nos preguntaron si nos sentimos felices por vivir donde vivimos o satisfechos por trabajar donde trabajamos. No hubo preguntas sobre sentires.
En fin, estamos agradecidos por qué no nos censaron en un establo junto a las vacas a punto de traer a nuestro bebé al mundo. Pero eso no quiere decir que en el alto andino peruano o en las lejanías de las amazonas no existan familias en peores condiciones que el galileo. Querido Censo quizá nos encontremos dentro diez años.
Ojalá que nuestro bebé pueda responder alguna pregunta donde pueda expresar si se siente feliz de haber venido a un mundo con guerras, corrupción, exclusión y violencia por todas partes. Ojalá le pregunten a nuestro bebé cual sería su mundo ideal y de qué forma lograría construir un mundo así. Ojalá le pregunten qué tipo de mundo (Perú) quisiera. Ojalá que para entonces existan menos guerras, menos corrupción… y mas sentimientos en los censos.
Mundo patas arriba, cuanta poesía de Galeano seguimos necesitando.
(*) Lic. Ciencia teológica y Mg. Terapias Físicas.