La normalidad de la dictadura – La Prensa, Nicaragua
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, advirtió el jueves de la semana pasada en Miami que no hay que acostumbrarse nunca “a la normalidad de una dictadura”.
Almagro dirigió este llamado al pueblo de Venezuela, al recibir el Premio Francisco de Miranda por la Defensa de la Libertad y la Democracia que le otorgó el Instituto Americano por la Democracia.
Este Instituto tiene la misión de “difundir los principios y valores de libertad, derechos humanos, democracia e institucionalidad en el continente americano a través del debate de ideas, estudios académicos y la realización de proyectos locales que ayuden a mejorar la vida de la gente en los países americanos”. Con tal fin, otorga distinciones a personas y organizaciones que se destacan en la defensa de estos principios y valores.
Al recibir el reconocimiento por la labor que ha desarrollado en pro de la libertad y la democracia en Venezuela, Almagro puntualizó cuatro líneas de acción de la OEA en relación con ese país suramericano que está dominado por la dictadura de Nicolás Maduro.
En primer lugar Almagro aseguró que la OEA seguirá denunciando “la represión, la eliminación de la independencia de poderes, la falta de ética política” en Venezuela.
Como segundo punto dijo que la OEA mantendrá su apoyo a las instituciones democráticas venezolanas, en particular la Asamblea Nacional que fue elegida por los ciudadanos pero ha sido despojada de sus atributos constitucionales por la dictadura; lo mismo que el Tribunal Supremo de Justicia constituido en el exilio, cuyos magistrados tomaron posesión el pasado 13 de octubre en la sede de la OEA.
En tercer lugar, el secretario general de la OEA informó que seguirá recogiendo testimonios para documentar la denuncia ante la Corte Penal Internacional, de los posibles crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura de Nicolás Maduro.
Y como cuarto punto, Almagro dijo que la OEA continuará haciendo esfuerzos para que “haya sanciones cada vez más fuertes contra el régimen de Maduro”. La Unión Europea, Canadá y los países democráticos de América Latina, tienen que presionar más a la dictadura venezolana para obligarla a abrir una salida institucional de la crisis y al regreso a la democracia, sostuvo el líder de la OEA.
“Cada preso político en Venezuela nos hace a todos presos políticos”, declaró Almagro y agregó que en esto “no puede haber marcha atrás. Hay que ser consistentes y el mensaje es claro: volver a la democracia en Venezuela”.
La exhortación de Almagro a no acostumbrarse nunca a la normalidad de la dictadura, pareció ir dirigida más hacia Nicaragua que a Venezuela.
Tanto en las urnas electorales como en las rebeliones cívicas en las calles, la gran mayoría de los venezolanos ha demostrado categóricamente que rechaza la dictadura de Nicolás Maduro.
En Nicaragua, en cambio, la mayor parte de los nicaragüenses acepta —hasta ahora— la “normalidad” del régimen dictatorial de Daniel Ortega. Es una flagrante anormalidad que en algún momento tendrá que terminar.