La diputada electa del Parlasur Milagro Sala denuncia “hostigamiento” luego de que negaran el traslado de la cárcel a una clínica

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«No se conforman con tenerme presa»

“No aguantamos más todo lo que nos están haciendo, nos hostigan. No se conforman con tenerme presa. Qué más quieren de mí”, dijo esta mañana Milagro Sala, tras la autolesión que se infringió ayer a la noche ante el rechazo del juez Isidoro Cruz al hábeas corpus presentado por la defensa de la dirigente de la Tupac Amaru y a su traslado a una clínica por sus problemas de salud.

“Estoy muy mal, vengo pidiendo la internación hace más de veinte días en el Sanatorio Los Lapachos porque me siento mal de salud y el juez no permite mi internación. No me quieren dar ninguna pastilla por el colon irritable, mis compañeras me tuvieron que dar una pastilla para el dolor de cabeza… es inhumano”, señaló Sala en conversación con Víctor Hugo Morales por la AM 750.

La dirigente, que fue trasladada nuevamente a la prisión del Alto Comedero en incumplimiento de la declaración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tuvo que ser atendida ayer de emergencia por el SAME y por el cirujano del penal quien suturó la herida que ella misma se hizo en brazo con un vidrio.

“Me dieron cinco puntos por dentro y otros cinco por fuera, perdí mucha sangre. No hay justicia. Me siento muy impotente, cada día esto se pone peor. Qué quieren ahora, ponerme unas cadenas y hacerme pasear por la plaza. ¿Qué más quieren de mí?”, contó con dolor Sala, sobre su padecimiento que la llevó a lastimarse. “Quiero que alguien intervenga por todo lo que me está pasando, por eso tomé la decisión (de lastimarme) yo acá no quiero seguir viviendo, donde ningún juez ni ningún fiscal me escuche y que sigan avasallando contra mi persona”, agregó.

En relación a su estado de salud y el hostigamiento que denunció que sufre a diario en el penal, Sala pidió la intervención de la Justicia nacional “para que venga a ver todos los horrores” que están viviendo. “No puede ser que haya dos resoluciones de la CIDH y que no le hagan caso. Se cagan en todo y siguen avanzando. No aguantamos más todo lo que nos están haciendo, nos hostigan, no se conforman con tenerme presa”, dijo también la referente de la Tupac Amaru.

Sala también hizo referencia a las próximas elecciones y denunció que el gobierno de Gerardo Morales está repartiendo mercadería y electrodomésticos para conseguir votos. “Si quieren recibir mercadería que reciban, pero cuando estén en el cuarto oscuro sepan muy bien a quién van a votar, porque este Gobierno es el que nos está cagando de hambre”, finalizó la dirigente.

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Milagro Sala se autolesionó

Milagro Sala se autolesionó anoche en el penal de Alto Comedero luego de que le notificaran el rechazo del juez Isidoro Cruz al habeas corpus interpuesto por su defensa y la negativa del magistrado a autorizar su internación en la clínica Los Lapachos. La dirigente social fue atendida primero por el SAME y luego por el médico cirujano del penal que saturó la herida en el antebrazo en la unidad carcelaria.“Hacemos responsable a Gerardo Morales, a Mauricio Macri, al juez Pablo Pullen Llermanos y al juez Cruz de cualquier cosa que pueda sucederle”, enfatizó la Tupac Amaru, quien el sábado pasado fue trasladada nuevamente al penal donde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos advirtió que corre riesgo su vida.

La organización Tupac Amaru precisó que el trámite de notificación lo realizaron a las 21.40 cuatro funcionarios del juzgado de Cruz, a quienes Sala les mostró los golpes en el cuerpo, una pelota que tiene en la panza y les dijo que desde su reingreso solo una vez la atendió un médico y que no le dieron medicación.

Recordó también que desde el 11 de octubre Sala, a través de un médico del Poder Judicial dio a conocer que estaba tramitando la internación en una clínica privada para realizarse distintos estudios médicos, tal como la habilita la ley de Ejecución Penal 24660.

Dos días después de aquel pedido, el juez Pablo Pullen Llermanos, sin previa notificación ni a la diputada del Parlasur ni a su defensa, envió una decena de policías para trasladarla compulsivamente al Hospital Pablo Soria, supuestamente a realizarse análisis de sangre y un electrocardiograma. La dirigente social se negó, advirtiendo que no estaban notificados sus abogados. Por otra parte, llamó la atención que la buscaran para realizar estudios clínicos sin el ayuno correspondiente.

La reacción entonces fue el traslado de regreso al penal de Alto Comedero. El traslado lo realizó el sábado un grupo del Cuerpo Especial de Operaciones Policiales que en forma violenta sacó a Sala de la casa de El carmen, donde había sido confinada, descalza y en pijamas y golpeó a su esposo Raúl Noro. El juez Pullen Llermanos argumentó que la llevaba de regreso a la cárcel para «cuidar su estado de salud», aunque citó en la resolución los informes de Departamento Médico del Poder Judicial que sugerían contacto con la familia las 24 horas y daban cuenta de un cuadro de depresión y de ideación suicida.

El martes, se presentó ante el juzgado de turno un habeas corpus con dos objetos. El primero que se autorice la internación en la clínica privada; y el de fondo que se resuelva el traslado al inmueble de El Carmen para que se continúe dando cumplimiento parcial a la medida dispuesta por la CIDH ante el riesgo de daño inminente para la salud psicofísica de Milagro Sala de permanecer dentro de la unidad carcelaria. El miércoles se realizó una audiencia en sede del juzgado con la presencia del juez Cruz y con los abogados Luis Paz, Paula Álvarez Carreras y Ariel Ruarte. Allí dieron cuenta del estado de la dirigente social, se pidieron los estudios del departamento médico que el martes por la tarde realizó un informe según el cual la dirigente social atravesaba un cuadro de depresión, con elevado monto de angustia, que impidió incluso que la dirigente mantuviera contacto visual con las personas que la entrevistaban producto de una crisis de llanto que se desató cuando comenzó a relatar los hechos que tuvieron lugar el sábado. Además presentaron el certificado de la clínica a través del cual autorizaban la internación de la diputada.

Los funcionarios judiciales que anoche se presentaron en el penal le notificaron a Sala la decisión del juez Cruz de no autorizar ni la internación en la clínica, ni el traslado a la localidad de El Carmen. Pocos minutos después de retirarse del penal, desde el servicio penitenciario llamaron a Paz para avisarle que Milagro se había autolesionado. Ya en la unidad carcelaria la atendió el SAME y luego un cirujano le dio cinco puntos en la parte profunda de la herida y otros cuatro en el antebrazo que se había cortado al romper un vidrio.

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Denuncian a Macri y Garavano por «instigación al suicidio» de Milagro Sala

La denuncia, que también alcanza al gobernador Gerardo Morales, fue presentada en los tribunales de Comodoro Py por el coordinador de la agrupación Tupac Amaru. Anoche, la dirigente social se autolesionó dentro del penal donde está detenida.

Alejandro Garfagnini, mano derecha de Milagro Sala y coordinador de la Tupac Amaru, presentó una denuncia penal contra el presidente Mauricio Macri, el ministro de Justicia German Garavano y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales por instigación al suicidio de la dirigente social detenida.

La denuncia fue presentada este viernes en los tribunales de Comodoro Py 2002 y quedó radicada, luego del sorteo en la Cámara, en el juzgado federal a cargo del juez Claudio Bonadio.

Desde la organización Tupac Amaru informaron que anoche Milagro Sala se autolesionó en el penal. A las 21.40 cuatro integrantes del Juzgado de Control N 4 la habían notificado del rechazo a un pedido de internación realizado en una clínica privada.

El pedido se había hecho tras un habeas corpus luego de su traslado al penal de mujeres de Alto Comedero, considerado violatorio de la medida cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aún vigente.

El Comité por la Libertad de Milagro Sala anunció anoche la presentación de la denuncia penal contra Macri, Garavano y Morales por inducción al suicidio, por incumplir la cautelar de la CIDH y otras resoluciones internacionales y por el permanente hostigamiento que sufre por parte del poder judicial y el servicio penitenciario.

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