Expertos de Cuba y de EEUU coinciden en que no existen evidencias sobre supuestos “ataques sónicos”
La cadena NBC News publica ayer una entrevista exclusiva con expertos cubanos que investigan las misteriosas dolencias que supuestamente padecen los diplomáticos estadounidenses y la falaz historia de los “ataques sónicos” en La Habana.
Los cubanos que lideran la investigación rechazaron enfáticamente la posibilidad de que Cuba atentara contra el personal estadounidense. “Puedo garantizarle que esto es completamente falso”, dijo a NBC News el coronel Ramiro Ramírez, jefe de Seguridad Diplomática del Ministerio del Interior cubano.
Funcionarios estadounidenses creen que se usó algún tipo de arma sónica para atacar a dos docenas de empleados y familiares de la embajada entre el otoño de 2016 y agosto, pero los cubanos afirman que ni siquiera tienen esa tecnología, y los expertos estadounidenses dicen que no saben de ninguna tecnología que pueda producir los síntomas informados.
“Cuba nunca ha producido este tipo de armas”, dijo el teniente coronel Jorge Alazo, jefe de la División Criminal del Ministerio del Interior en la entrevista.
NBC News reconoce que el gobierno cubano dio el extraordinario paso de invitar al FBI a La Habana cuando Estados Unidos informó por primera vez de los incidentes. Los expertos cubanos dijeron que están haciendo todo lo posible para descubrir qué hay detrás de las dolencias.
“Esta investigación ha involucrado a casi 2 mil personas”, dijo Ramírez, “incluyendo agentes de la ley y los mejores científicos de nuestro país”.
Han examinado las habitaciones de los hoteles donde vivía el personal de la embajada estadounidense, recorrieron un vecindario donde muchos tenían sus hogares, entrevistaron a 300 vecinos y realizaron docenas de exámenes médicos para ver si otros fuera del cuadro diplomático se vieron afectados.
“Ni siquiera una persona estaba enferma”, dijo el Dr. Manuel Villar. Señaló, sin embargo, que Estados Unidos se ha negado a compartir los registros médicos de los diplomáticos o dejar que los cubanos hablen con los médicos estadounidenses, tampoco el Departamento de Estado ha permitido que especialistas de la Isla entren a las casas de los diplomáticos estadounidenses para examinarlas.
Los cubanos también analizaron muestras de aire y suelo, analizaron si los insectos podrían ser los culpables y consideraron una gama de sustancias químicas tóxicas y la posibilidad de ondas electromagnéticas, dijeron los funcionarios.
No hay evidencias que expliquen por qué los diplomáticos estadounidenses comenzaron a sufrir síntomas de salud. “No hemos podido encontrar nada para probar que esta situación existe o existió alguna vez”, dijo Alazo.
Existen registros de audio de los extraños y agudos sonidos que supuestamente escucharon algunos de los diplomáticos, pero un documento entregado a NBC News por los cubanos dice que la grabación no captó “niveles acústicos dañinos para la salud”.
Por su parte, los expertos estadounidenses dijeron que no conocen ninguna tecnología que pueda explicar los síntomas.
“Nunca ha habido ningún tipo de respuesta fisiológica que refleje los síntomas que se han informado causados por ondas de sonido de cualquier tipo”, dijo Joe Pompei, un antiguo investigador del MIT que es fundador y presidente de Holosonics, una empresa de tecnología en sonido.
“A menos que tuvieran transductores en la bañera y los diplomáticos sumergieran sus cabezas durante mucho tiempo, simplemente no es posible”, agregó Pompei.
A pesar de la intensa investigación de Cuba, el episodio ha ido resquebrajando las relaciones con los Estados Unidos solo dos años después de que la administración Obama restableció los lazos.
En una sesión informativa confidencial para miembros del Congreso, los funcionarios de la administración no señalaron con el dedo a Cuba, dijeron funcionarios estadounidenses. Pero Trump ha echado la culpa en esa dirección al menos dos veces.
En cuanto a la posibilidad de que un tercer país quisiera causar problemas, Ramírez dijo: “Todavía no tenemos respuestas definitivas, pero Cuba nunca permitió, ni permitiremos, que nuestro territorio sea utilizado de esta manera”.
El FBI se ha reunido con los cubanos esta semana para discutir la situación. Cuba dice que a pesar de la guerra de palabras, espera una mayor cooperación que pueda desentrañar el misterio.
“Hagámoslo juntos y descubramos qué está sucediendo”, dijo el Dr. Villar.