Argentina: inicia primera escuela de formación política de liderazgos trans y travestis
El sábado 30 de septiembre se realizó en el Instituto Patria el primer encuentro de la Escuela de Formación Política de Liderazgos Trans y Travestis de Argentina “Lohana Berkins”, organizado por la Convocatoria Federal Trans Y Travesti de Argentina (CFTTA), la Dirección de Diversidad Sexual de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (FPyCS-UNLP), y la Comisión de Mujeres y Géneros del Instituto Patria.
El acto de apertura estuvo a cargo de Judith Said, coordinadora de la Comisión de Mujeres y Géneros del Instituto Patria, Claudia Vásquez Haro, presidenta de CFTTA y directora de Diversidad Sexual de la FPyCS-UNLP, y Marlene Wayar, histórica y reconocida activista travesti de Argentina.
Said resaltó la importancia de la formación política, instó a lxs participantes a replicarlo en cada una de sus provincias para luchar contra la avanzada neoliberal y defender los derechos conquistados por los sectores más desventajosos durante el kirchnerismo. Con un cartel en alto, dijo: “Esta apertura empieza haciendo una pregunta que nos hacemos todos los días lxs argentinxs: ¿dónde está Santiago Maldonado?”.
Por su parte, Vásquez Haro dijo: “La Escuela de Formación Política surge como una demanda histórica del colectivo Trans y Travesti, quien fue y es vulnerado, estigmatizado, marginado y perseguido por parte del Estado y un importante sector de la sociedad civil. Tiene como objetivo brindar herramientas teóricas, conceptuales, metodológicas y actitudinales a liderazgos trans y travestis de Argentina que permitan la incidencia política y el fortalecimiento institucional de cada una de sus organizaciones”.
El primer encuentro contó con la participación de treinta personas trans y travestis de diferentes provincias del país. Se puso el acento en analizar el contexto sociohistórico y político que vive la comunidad trans y travesti de Argentina. Haciendo énfasis en que la historia no es un proceso acabado, sino el resultado de una construcción colectiva, dinámica, en constante movimiento.
La primera tallerista y docente, Marlene Wayar, analizó la situación del colectivo trans y travesti de Argentina, haciendo un racconto de prácticas de disciplinamiento de los cuerpos y sexualidades diversas desde la época de la colonia. Asimismo, profundizó desde 1969, ejemplificando la situación de Estados Unidos y contrastando lo que en esa época ocurría en nuestro país. Propuso tres grandes momentos para pensar la historia: general/global, colectivo e individual/subjetivo.
A medida que se desarrollaba el encuentro, Wayar dio una consigna de trabajo que terminó con una muñeca de papel. La idea de crear esa muñeca fue que cada una de las participantes la vistiera como de niñx soñaba ser. La actividad terminó y cada una puso en común qué significaba esa muñeca. Marlene planteó que no debíamos avergonzarnos por lo que vivimos, y no disfrazar con eufemismos nuestra infancia. Esa que a muchas les fue arrebatada, por tener quebrada su subjetividad y haber caído en la prostitución. “Besarse delante de la foto del niño que también fui y sentir que me hace un guiño para que siga, que no pare, que no interrumpa, porque le gusta ese beso…”. Marlene recitó el poema de Susy Shock “Beso” para cerrar la primera parte de la jornada.
El segundo tallerista fue el escritor e historiador Alejandro Modarelli, que trazó una línea histórica del movimiento TLGBI en Argentina, desde el primer grupo de maricas a principios del siglo XX hasta los noventa, auge de la resistencia trans. Leyó una entrevista que le realizó a Lohana Berkins antes de morir. “Lohana se imaginaba matriarca travesti, armando quilombo con rodete y bastón en el Congreso. Una matriarca que pudo convivir con la niña que trajo desde Pocitos, el pueblo salteño de donde la expulsaron cuando apenas era una adolescente”.
La última panelista docente fue la historiadora y escritora Araceli Bellotta, quien hizo un análisis del movimiento de mujeres y de la diversidad en los últimos años, los avances durante el kirchnerismo y los retrocesos en el contexto neoliberal. “A las feministas nos costó mucho incluir dentro de nuestros reclamos las demandas del colectivo trans y travesti. Hubo una gran resistencia al principio, pero entendimos que debíamos estar juntas porque nuestras realidades son muy similares, por el simple hecho de ser mujeres”, dijo Bellotta.
La necesidad de compensar el trabajo territorial de cada militante trans con la formación política y académica es histórica. Surge como forma de suplir el vacío que el Estado hace sobre la educación de las personas trans y travestis, al ser excluidas de sus casas a tan corta edad y, por ende, de las instituciones educativas.
La Escuela de Formación Política Trans y Travesti “Lohana Berkins” además tiene el claro objetivo de asentar las bases de la organización y el compromiso, y, sobre todo, contar a las nuevas generaciones que el movimiento trans y travesti de Argentina es el más politizado de la región.