La buena noticia del cese – El Tiempo, Colombia

651

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Sin que el papa Francisco haya pisado todavía suelo colombiano, su visita comienza a rendir frutos. Incluso milagros, dirán los más entusiastas.

No solo se trata del nuevo aire que se respira en los lugares por donde transitará el obispo de Roma o del ambiente de feliz expectativa hoy palpable en el país. Nos referimos a un hecho de enorme trascendencia y que los conocedores de la materia consideraban hasta la semana pasada muy difícil de lograr: la firma, este lunes en Quito, de un cese del fuego y de hostilidades de carácter temporal y bilateral entre el Gobierno Nacional y el Eln. Con el viento y el reloj en contra, el equipo negociador gubernamental, dirigido con acierto por Juan Camilo Restrepo, merece un reconocimiento especial por este avance.

El cese se prolongará por 102 días y contará con verificación de la Iglesia católica y las Naciones Unidas. Cabe anotar que su fecha de inicio es el primero de octubre, tres semanas después del regreso del pontífice a Roma.

Aun así, hay que ser claros: este es un inmenso logro, al menos por tres razones: primero, permite un ‘éxito temprano’ en unas negociaciones que por momentos dieron la impresión de estar en un callejón sin salida. Esto, además de fortalecer la mesa, genera un impacto positivo en la opinión pública. Es mucho más fácil creerle a un esfuerzo de esta naturaleza cuando está respaldado por resultados y compromisos concretos y verificables.

»Lo firmado en Quito con el Eln es un alentador primer paso que debe llevar, si la guerrilla respeta lo acordado, a una inyección de confianza en el proceso»

Segundo, el hito alcanzado pone asuntos muy sensibles en la agenda pública, y con compromisos de lado y lado. Mientras la agrupación guerrillera se compromete a cesar los secuestros, la instalación de minas antipersonas, las voladuras de oleoductos, el derribamiento de torres y el reclutamiento de menores, el Gobierno también ha asumido obligaciones en lo concerniente a la protección de líderes sociales, el respeto a la protesta social, el mejoramiento de la situación de los guerrilleros detenidos en las cárceles y la participación de la sociedad civil en la negociación. Como es la norma en este tipo de acuerdos, la principal y directa beneficiada será la población civil. Habrá un alivio para los habitantes de los municipios de Chocó, Arauca y los demás departamentos donde esta organización ha concentrado sus acciones.

Por último, como bien lo planteó el presidente Juan Manuel Santos, este cese del fuego y de hostilidades se podrá ir prolongando si las condiciones lo permiten. Es decir, no tiene necesariamente una duración limitada.

De cara a lo que viene, es urgente que la comisión de verificación llamada a constatar el cumplimiento de lo firmado defina su modus operandi, tomando nota de los errores del pasado. Se requiere mucho profesionalismo para evitar que sea percibida como unilateral.

También tiene que ser una prioridad trabajar desde ya en la definición de las condiciones mínimas para prolongar el cese del fuego y de hostilidades. Es importante mostrar resultados favorables –si se producen– para convencer a la opinión pública de la bondad de esta medida, en primer lugar, y sobre todo para inyectarle a este esfuerzo la dosis de confianza ciudadana de la cual requerirá tarde o temprano. Está en manos del Eln seguir avanzando en la dirección correcta.

El Tiempo

Más notas sobre el tema