El huracán María deja más de 12 mil desplazados en Dominicana y en Puerto Rico se estiman pérdidas por 50 millones de dólares
República Dominicana: Huracán María deja más de 12 mil desplazados en RD, según el COE
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE), informó este domingo que unas 12 mil 215 personas se encuentran desplazadas y albergadas como resultado de los efectos del huracán María.
El organismo indicó que están abiertos 16 albergues, aunque ya muchas personas empiezan a retornar a sus hogares.
El COE mantiene el nivel de alerta rojo para las provincias Montecristi y Duarte (en especial el Bajo Yuna), en amarilla las provincias El Seibo, Hato Mayor, Samaná, María Trinidad Sánchez, Espaillat, Sánchez Ramírez, Monte Plata, Valverde, San Pedro de Macorís y Santiago.
Mientras que en alerta verde están las provincias Puerto Plata, La Altagracia, Hermanas Mirabal, San Juan de la Maguana, Dajabón, Santiago Rodríguez, Santo Domingo, Distrito Nacional, Monseñor Nouel, La Vega y Azua.
La medida fue tomada en virtud del boletín emitido por la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), el cual establece que el panorama meteorológico se mantiene bajo la influencia del viento húmedo del sureste que arrastra nubosidad hacia el territorio dominicano y de una vaguada en superficie sobre Haití, ambas condiciones generadas por la circulación asociada al Huracán María.
Asimismo, indica que dicho fenómeno a pesar de su distancia mantiene una influencia indirecta sobre el país, para continuar generando nublados con aguaceros que podrían se moderados localmente, tormentas eléctricas y ráfagas de viento en ocasiones hacia las regiones Noreste, Noroeste, Este, cordillera Central y todo el litoral costero Caribeño.
Por otro lado, advierte a las pequeñas y frágiles embarcaciones que pueden operar próximo a la franja costera, desde Miches hasta Cabo Francés, sin aventurarse mar adentro.
Sin embargo, otras embarcaciones como el caso de los trasatlánticos, que operan a lo largo de la costa norte, deben tener muy en cuenta la posición del huracán María y su desplazamiento futuro.
El COE prohíbe a la población todas las actividades recreativas en montaña y el uso de balnearios en ríos, pozas, canales y arroyos.
Daños ocasionados por María
El organismo de protección civil indicó en su boletín número 12 que hay un total de 4,316 viviendas anegadas, 766 parcialmente afectadas y 163 totalmente destruidas.
En el reporte unas 46 comunidades continúan incomunicadas, así como 58 acueductos y 14 puentes afectados por las inundaciones ocasionadas por el huracán que afectó la costa norte del país.
Puerto Rico: Expertos temen pérdidas por el orden de los $50,000 millones en la Isla
Con sus vientos huracanados en la fortaleza de un huracán categoría 3, Georges dejó en Puerto Rico sobre $6,000 millones en pérdidas en 1998; pero María lo ha superado con creces en su nivel 4, con pérdidas que, según proyecciones de economistas, podrían situarse cercanas a los $50 mil millones.
Un saldo de ese nivel o muy cercano a tales números, representa un reto de grandes proporciones para la Isla, en el peor de sus momentos financieros, con una deuda en quiebra de $70 mil millones (solamente en lo que debe a bonistas), la cual no podía pagar antes del huracán.
María tocó tierra el pasado miércoles, 20 de septiembre, y cada día que pasa aumenta el registro de daños.
Aunque el gobernador Ricardo Rosselló dijo el fin de semana que de momento no entrarán en el asunto de los estimados de daños, dejó claro que -por mucho- serán superiores a los de Georges.
Según economistas y analistas entrevistados por EL VOCERO, la estela de daños, más el golpe a la producción y a la actividad económica, y la necesidad de ayuda humanitaria sin precedentes locales, demandarán sumas impensables para activar todo.
El economista Antonio J. Fernós vaticinó que “esto tendrá una suma como de $50,000 millones en pérdidas”, no solo por lo que se perdió materialmente y en infraestructura, también por el detente a la capacidad productora de la Isla, “porque aquí se golpeó todo”.
El catálogo de incidencias lo encabeza una destrucción sin precedentes a la infraestructura, sobre todo a la de transmisión y distribución de energía eléctrica, que ha dejado al 100% de la Isla a oscuras. El estimado preliminar de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) es sobre los $1,000 millones, en el costo de reparación únicamente.
Las áreas más dañadas
Se cuentan prioritarios los daños a los sistemas de agua potable, carreteras, agricultura, puertos y demás áreas vitales para la actividad económica y la convivencia ciudadana. La industria turística con el cambio de rutas en cruceros y las cancelaciones de vuelos y estadías, ya ha tenido su parte.
Millares de viviendas destruidas por los vientos o inundaciones y cifras de refugiados en prácticamente toda la Isla (15,000), son ejemplo de la demanda de servicios y el costo que sumará a la recuperación. El colapso de los sistemas de comunicación y los días inoperantes en la industria financiera, son parte del saldo.
En la proyección a corto plazo se avistan detonantes de alto impacto como la quiebra de pequeños negocios sin la capacidad financiera para reponerse, y la pérdida de empleos que eso conllevará. De otra parte, casi todos los entrevistados se expresaron prácticamente seguros de que las cifras de migración se dispararán, con los efectos ya conocidos por una baja en el consumo y una menor recaudación de impuestos.
Por su parte, el economista Gustavo Vélez definió el momento como uno “histórico, peor que cualquier otro -evento- que hayamos tenido antes”.
“En cuanto al impacto no tengo un criterio claro y es muy prematuro, pero en Georges las pérdidas fueron $6,000 millones y esto es mucho mayor que Georges”, comentó Vélez, y recordó que al impacto económico de María hay que sumarle los daños ocasionados por el ciclón anterior, Irma, registrado una semana antes. Los estimados del gobierno en cuanto al golpe de Irma era preliminarmente de unos $1,000 millones.
Efectos agravados por la crisis
Dijo que a diferencia del desastre cuando George, el factor de la crisis fiscal coloca todo el asunto de la recuperación en otro nivel, porque en el 1998 Puerto Rico tenía reciente la experiencia de la bonanza económica de Estados Unidos y estaba el empuje de la construcción y otros sectores, lo cual permitió a la Isla –entre sus recursos y la asistencia federal- amortiguar el golpe.
Por ejemplo, en los negocios, ahora “hay muchos de una escala muy pequeña y pocos recursos, sin la base de ‘cash’ y líneas de crédito para poder mantenerse prolongadamente sin producir. Y por eso es prioridad la energía y las telecomunicaciones para que se active la economía”.
“Preocupa porque esto toma a Puerto Rico en un momento bien débil, con una fatiga del aparato productivo”, añadió Vélez, y mencionó que en efecto habrá más quiebras, pérdidas de empleos y mayor migración.
Las ayudas federales
En cuanto al economista Juan Villeta, comentó que “tenemos que trabajar muy de cerca con FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) y el gobierno federal, y puntualizó que “ahora sí tienen que darnos la mano”.
Villeta aludió a la falta de un rescate para el asunto fiscal de la Isla y el cambio de escenario económico que ahora se produce.
Por el lado de cómo pueda incidir la situación actual en las decisiones de la Junta Federal de Control Fiscal, Fernós señaló que “en este momento no es para dar instrucciones y se pongan a hacer algo. No es momento de estar supervisando”.
Añadió que “ahora los planes fiscales hay que hacerlos todos de nuevo otra vez. Debe el oficial de revitalización (Noel Zamot) buscar cuáles son las áreas y en eso es que él tiene que estar trabajando y que le den la potestad completa para que maneje el asunto con FEMA”, recomendó Fernós.
EL VOCERO intentó obtener comunicación con el presidente de la junta fiscal José Carrión, y con Zamot, pero no fue posible.
Desde Nueva York, el economista Arturo Estrella, quien es profesor de economía en el Rensslaer Polytechnie Institute en dicha ciudad, y es un ex funcionario del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, mencionó que aunque los daños han sido peores por la falta de recursos para mantener la infraestructura, lo cual se ha agudizado con la crisis fiscal, “no es momento para mirar hacia atrás, sino de ver cómo se puede salir adelante”.
“La ayuda del gobierno federal ya no debe ser controversial como lo fue cuando contemplábamos mecanismos puramente financieros en estudios recientes. Ahora hace falta ayuda humanitaria que no debe traer polémica, ya que el gobierno federal la ha ofrecido en ocasiones anteriores cuando los huracanes han dejado daños extensos. Me parece muy bien que ha habido señales positivas de parte del presidente (Donald Trump) y de agencias federales”, comentó Estrella.
La analista del mercado de bonos, Cate Long, no anticipa un cuadro tan severo para la economía, si se toma en cuenta la inyección de fondos y programas de ayuda financiera, para los hogares y para el gobierno, entre otros.
“La literatura económica generalmente sugiere que los desastres pueden impulsar la actividad económica porque las personas reparan sus casas, compran electrodomésticos nuevos, muebles, ropa y artículos para el hogar. La mayoría de las empresas medianas y grandes en la Isla deben tener seguro de propiedad y accidentes que a menudo incluye el pago de las pérdidas de ingresos causados por operaciones detenidas. FEMA pagará por la mayoría de las pérdidas de infraestructura pública, vivienda y comerciales que no están cubiertas por el seguro”, planteó Long.
Long anticipó la llegada de nuevos empleos en los trabajos que surjan para la rehabilitación y reconstrucción de la Isla.
En cuanto a la junta fiscal, Long señaló que “será difícil para la Junta de Supervisión argumentar que la actividad económica disminuirá aunque estoy segura de que lo intentarán. Su estrategia general ha sido manipular los números de la manera más perjudicial para los tenedores de bonos. Por ejemplo, su insistencia en que el Congreso reducirá el reembolso de Medicaid de $1.6 mil millones a $400 millones para los próximos ocho años. Mientras tanto, algunos en el Congreso han estado argumentando que los pagos de Medicaid a Puerto Rico deben ser aumentados masivamente para tener mayor paridad con los estados”.